ARLEQUÍN es el personaje más popular de la Commedia dell'Arte, aparecida en Italia en el siglo XVI,
pero cuyo origen arranca de la Edad Media.
En las sencillas tramas de la «commedia» aparece como compañero habitual del
astuto Brighellay
la pícara Colombina,
formando el grupo más popular de los «zanni» criados.
La personalidad de Arlecchino puede llegar a resultar camaleónica:
astuto y necio, intrigante e indolente, sensual y grosero, brutal y cruel,
ingenuo y pobre de solemnidad, como describe su propio atuendo, mil veces
remendado y parcheado, que con el tiempo tomó ese aspecto de malla de estampado romboidal. Lleva una
máscara negra de nariz geminiana y es un fabuloso acróbata
saltarín. Representa al criado tragón y tonto, siempre en busca de
pelea, comida y mujeres, pero de pronto humanizado ante las humillaciones, el
miedo al hambre, el amor de Colombina y con una inigualable capacidad de
supervivencia.
En su
origen, el traje de Arlequín, nacido visualmente como el prototipo del mendigo
harapiento, estaba hecho de retales irregulares de otras ropas, que demostraban
su estatus de servidor y esclavo. Con el tiempo, se convirtió en
un traje de triángulos multicolores, prevaleciendo el rojo y el verde. Más
tarde, en las arlequinadas siglo
XVIII, el personaje tomó otras características pasando a ser un amante
insidioso, y cuyos parches se convirtieron en cuadros en forma de rombo, de colores muy brillantes. Similares cambios convirtieron el
original sombrero de ala, en ocasiones adornado con un rabo de conejo o de
zorro, en un sombrerete de bufón de
influencia centroeuropea.
La máscara de Arlequín, síntesis de gato y mono, resume todas las
características del personaje, su forma de ser, sus gestos y movimientos; de
ahí su nariz chata y respingona, sus mofletes regordetes y ojos redondos denunciando
su glotonería, o las expresiones mezcla de alegría y sorpresa pero nunca de
enfado. Además, la máscara de Arlequín, por lo general de cuero negro, tiene
una enorme verruga o chichón en la parte alta un posible cuerno cortado,
vestigio de su origen diablesco. El personaje original lucía grandes bigotes atributo
físico que desapareció en la adaptación francesa de la comedia del arte
italiana.
El origen de Arlequín está en
«Hellekin» o «Helle-kin», un reflejo diablesco del dios Odín (padre de todos en la mitología escandinava). También se le
identifica con el demonio del «Car-navalis» o «Carrus-navalis» de las fiestas
del equinoccio de primavera, fiestas que duraron
hasta el siglo XIII en Flandes y Alemania, y en las que se parodiaba
el terror de las escaramuzas vikingas.
En otros estudios se especifica que,
además de "Harlequin, Herlequin o Hellequin", diablo mayor en los misterios medievales franceses,
otras posibles fuentes podrían ser: "Alichino", diablo dantesco; o el gnomo escandinavo "Erlenköning";
o el histrión italiano "Harlayquino, acogido
por el caballero francés Aquiles de Arlay; o un diminutivo del pájaro
multicolor llamado «harle» o «herle».
Su comportamiento social, que sirve de
pauta al resto de los «zanni», es una imitación burlesca de los campesinos pobres de Bérgamo emigrados a la vecina Serenísima República de Venecia para poder ganarse la vida. Como tal, sus intereses no siempre
coinciden con los de sus amos, pues su astucia principal es tener más de uno,
aunque antes que varios salarios acaba recibiendo distintas palizas.
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