lunes, 22 de septiembre de 2014

CUAUHTÉMOC



CUAUHTÉMOC fue el último tlatoani mexica de México-Tenochtitlan. Asumió el poder en 1520, un año antes de la toma de Tenochtitlan por Hernán Cortés y sus tropas.

El nombre Cuāuhtémōc que significa literalmente 'Águila que descendió. La forma honorífica de Cuāuhtémōc es Cuāuhtémōctzīn el sufijo -tzīn se usa para designar una dignidad similar a "Don" o "Señor" en español.

Cuāuhtémōc hijo de Ahuizotl y primo de Moctezuma Xocoyotzin y como Cuitláhuac, tendría que haber sido marido de su hija Tecuichpo náhuatl, 'copo de algodón' al llegar ésta a la nubilidad. Cuando asumió el poder, los conquistadores ya habían sido expulsados de Tenochtitlan, pero la ciudad estaba devastada por el hambre, la viruela, y la falta de agua dulce. Cuauhtémoc llegaba a este momento tras haber sido tlacatlecutli jefe de armas de la resistencia a los conquistadores, dado que desde la muerte de Moctezuma previo a la Noche Triste, se le identifica como líder militar de los mexicas.

Cuauhtémoc se dio a la tarea de reorganizar el ejército mexica, reconstruir la ciudad y fortificarla para la guerra contra los españoles, pues suponía que éstos regresarían a pelear contra los mexicas. Envió embajadores a todos los pueblos solicitando aliados, disminuyendo sus contribuciones y aun eliminándolas para algunos.

Los españoles regresaron un año después de haber sido expulsados y con ellos venía un contingente de más de cien mil aliados indígenas, la mayoría de ellos tlaxcaltecas, históricamente enemigos de los mexicas.

Después de sitiar Tenochtitlán por 90 días, el 13 de agosto de1521, los españoles, que eran comandados por Hernán Cortés, lo capturaron en Tlatelolco.

La canoa en la cual huían de Tenochtitlan él, su familia y sus más allegados guerreros, fue alcanzada por un bergantín español pilotado por García Holguín. Cuauhtémoc exigió ser llevado ante "Malinche" así llamaban a Cortés los mexicas, que es un término patronímico de Malintzin su traductora indígena doña Marina.

Una vez en su presencia, señalando el puñal que el conquistador llevaba al cinto, le pidió que lo matara con él, pues no habiendo sido capaz de defender su ciudad y a sus vasallos, prefería morir a manos del invasor. Este hecho fue descrito por el propio Hernán Cortés en su tercera carta de relación a Carlos I de España:
“…llegóse a mi y díjome en su lengua que ya él había hecho todo lo que de su parte era obligado para defenderse a sí y a los suyos hasta venir a aquel estado, que ahora hiciese de él lo que yo quisiese; y puso la mano en un puñal que yo tenía, diciéndome que le diese de puñaladas y le matase…”

A Cortés no le interesó en ese momento la muerte de Cuauhtémoc. Prefería utilizar ante los mexicas su dignidad de Tlatoani, ahora subsidiaria del emperador Carlos V y del propio Cortés. Así lo hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder de Cuauhtémoc para asegurar la colaboración de los mexicas en los trabajos de limpieza y restauración de la ciudad. En los cuatro años que siguieron, la administración codiciosa por parte de los españoles, la desconfianza en Cortés, y los temores del propio Cortés, le llevaron repetidamente a tomar decisiones indignas y finalmente le llevaron a aprobar el tormento y la muerte del último tlatoani azteca.

A Cortés no le interesó en ese momento la muerte de Cuauhtémoc. Prefería utilizar ante los mexicas su dignidad de Tlatoani, ahora subsidiaria del emperador Carlos V y del propio Cortés. Así lo hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder de Cuauhtémoc para asegurar la colaboración de los mexicas en los trabajos de limpieza y restauración de la ciudad. En los cuatro años que siguieron, la administración codiciosa por parte de los españoles, la desconfianza en Cortés, y los temores del propio Cortés, le llevaron repetidamente a tomar decisiones indignas y finalmente le llevaron a aprobar el tormento y la muerte del último tlatoani azteca.

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