CUAUHTÉMOC fue el último tlatoani
mexica de México-Tenochtitlan. Asumió el poder en 1520, un año antes de la
toma de Tenochtitlan por Hernán Cortés y
sus tropas.
El nombre Cuāuhtémōc que significa literalmente 'Águila que
descendió. La forma honorífica de Cuāuhtémōc es Cuāuhtémōctzīn el sufijo -tzīn se usa para
designar una dignidad similar a "Don" o "Señor" en español.
Cuāuhtémōc hijo de Ahuizotl y primo de Moctezuma Xocoyotzin y como Cuitláhuac,
tendría que haber sido marido de su hija Tecuichpo náhuatl, 'copo de algodón' al llegar
ésta a la nubilidad. Cuando asumió el poder, los conquistadores ya habían sido
expulsados de Tenochtitlan,
pero la ciudad estaba devastada por el hambre, la viruela,
y la falta de agua dulce. Cuauhtémoc llegaba a este momento tras haber sido tlacatlecutli jefe de armas de la resistencia a los
conquistadores, dado que desde la muerte de Moctezuma previo a la Noche Triste,
se le identifica como líder militar de los mexicas.
Cuauhtémoc se dio a la tarea de
reorganizar el ejército mexica, reconstruir la ciudad y fortificarla para la
guerra contra los españoles, pues suponía que éstos regresarían a pelear contra
los mexicas. Envió embajadores a todos los pueblos solicitando aliados,
disminuyendo sus contribuciones y aun eliminándolas para algunos.
Los españoles regresaron un año
después de haber sido expulsados y con ellos venía un contingente de más de
cien mil aliados indígenas, la
mayoría de ellos tlaxcaltecas,
históricamente enemigos de los mexicas.
Después de sitiar Tenochtitlán por 90 días, el 13 de agosto de1521, los españoles, que
eran comandados por Hernán Cortés, lo capturaron en Tlatelolco.
La canoa en la cual huían de Tenochtitlan él, su familia y sus más allegados
guerreros, fue alcanzada por un bergantín español pilotado por García Holguín.
Cuauhtémoc exigió ser llevado ante "Malinche" así llamaban a Cortés
los mexicas, que es un término patronímico de Malintzin su traductora indígena doña Marina.
Una vez en su presencia, señalando el
puñal que el conquistador llevaba al cinto, le pidió que lo matara con él, pues
no habiendo sido capaz de defender su ciudad y a sus vasallos, prefería morir a
manos del invasor. Este hecho fue descrito por el propio Hernán Cortés en
su tercera carta de relación a Carlos I de España:
“…llegóse a mi y díjome en su lengua
que ya él había hecho todo lo que de su parte era obligado para defenderse a sí
y a los suyos hasta venir a aquel estado, que ahora hiciese de él lo que yo
quisiese; y puso la mano en un puñal que yo tenía, diciéndome que le diese de
puñaladas y le matase…”
A Cortés no
le interesó en ese momento la muerte de Cuauhtémoc. Prefería utilizar ante los
mexicas su dignidad de Tlatoani, ahora subsidiaria del emperador Carlos V y
del propio Cortés. Así lo hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder
de Cuauhtémoc para asegurar la colaboración de los mexicas en los trabajos de
limpieza y restauración de la ciudad. En los cuatro años que siguieron, la
administración codiciosa por parte de los españoles, la desconfianza en Cortés,
y los temores del propio Cortés, le llevaron repetidamente a tomar decisiones
indignas y finalmente le llevaron a aprobar el tormento y la muerte del último tlatoani azteca.
A Cortés no
le interesó en ese momento la muerte de Cuauhtémoc. Prefería utilizar ante los
mexicas su dignidad de Tlatoani, ahora subsidiaria del emperador Carlos V y
del propio Cortés. Así lo hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder
de Cuauhtémoc para asegurar la colaboración de los mexicas en los trabajos de
limpieza y restauración de la ciudad. En los cuatro años que siguieron, la
administración codiciosa por parte de los españoles, la desconfianza en Cortés,
y los temores del propio Cortés, le llevaron repetidamente a tomar decisiones
indignas y finalmente le llevaron a aprobar el tormento y la muerte del último tlatoani azteca.
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