martes, 13 de mayo de 2014

HERNÁN CORTÉS



HERNÁN CORTÉS Monroy Pizarro Altamirano nació en Medellín, Corona de Castilla en  1485. Murió en  Castilleja de la Cuesta, Sevilla, el 2 de diciembre de 1547, conquistador español del imperio mexica hoy el centro de México. Primer marqués del Valle de Oaxaca, gobernador y capitán general de  la Nueva España.

Fue hijo único de un hidalgo extremeño, llamado Martín Cortés y de Catalina Pizarro Altamirano. Por vía materna era primo segundo de Francisco Pizarro, quien posteriormente conquistó el imperio inca no confundir con otro Francisco Pizarro, quien se unió a Cortés en la conquista de los mexicas. Como otros hidalgos, su padre lo envió a los catorce años a estudiar latín en Salamanca, ciudad que abandonó dos años más tarde, movido por su afán de aventuras. Estos estudios preparatorios y los conocimientos prácticos de la ley que granjeó en su aprendizaje con un escribano en Valladolid han dado pie al mito que Cortés cursó leyes en la Universidad de Salamanca. Tras varios intentos fallidos, por una parte, de embarcar para las Indias, y, por otra, de participar en las campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba en Italia, finalmente, en la primavera de 1504, zarpó hacia la isla de La Española, donde se instaló como plantador y funcionario colonial.

Hernán Cortés se casó dos veces y tuvo once hijos documentados en seis relaciones diferentes. Su primera esposa, doña Catalina Juárez Marcaida, murió tras cinco años de matrimonio estéril el 1 de noviembre de 1522, bajo misteriosas circunstancias. Previamente y durante este enlace, Cortés tuvo cinco hijos extramatrimoniales:
Catalina Pizarro, nacida en 1514 o 1515 en Santiago de Cuba, o quizás más tarde en la Nueva España. Su madre fue Leonor Pizarro, probable pariente de Cortés. Fue legitimada junto con sus hermanos Martín y Luis en una bula papal de Clemente VII en 1529.
Martín Cortés, nacido en Coyoacán en 1522. Su madre fue La Malinche, la compañera y traductora indígena de Cortés. Fue legitimado junto con sus hermanos Catalina y Luis en una bula papal de Clemente VII en 1529.

Luis Cortés, nacido en 1525, y es hijo de la española Antonia o Elvira Hermosillo, y quien también será legitimado junto con Martín y Catalina. Se casó con doña Guiomar Vázquez de Escobar, sobrina del conquistador Bernardino Vázquez de Tapia.

Leonor Cortés y Moctezuma, nacida en 1527 en la Ciudad de México. Hija de Tecuichpo o Ichcaxóchitl, quien fuera bautizada con el nombre de doña Isabel de Moctezuma, hija de Moctezuma II. Rechazada por su madre desde el nacimiento, fue su padre quien la reconoció posteriormente. Se casó con el vizcaíno Juan de Tolosa, conquistador de Zacatecas.
María Cortés, hija de una princesa mexica cuyo nombre se ignora. Bernal Díaz del Castillo menciona que nació con alguna deformación.

En abril de 1528 Cortés contrae segundas nupcias con doña Juana Ramírez de Arellano de Zúñiga, hija del conde de Aguilar y sobrina del Duque de Béjar. Doña Juana se establece en el pueblo de Cuernavaca, viviendo en el palacio construido en 1526. De este matrimonio nacieron seis hijos:
Luis Cortés y Ramírez de Arellano, nacido en Texcoco en 1530 y fallecido poco después de nacer.
Catalina Cortés de Zúñiga, nacida en Cuernavaca en 1531 y fallecida poco después de nacer.
Martín Cortés y Ramírez de Arellano, nacido en Cuernavaca en 1532. Sucesor de su padre como Marqués del Valle de Oaxaca.
María Cortés de Zúñiga, nacida en Cuernavaca entre 1533 y 1536. Su padre había pactado su casamiento con Alvar Pérez Osorio, hijo del Marqués de Astorga, sin embargo, estos cancelaron a último momento, causándole un grave enfado a Cortés, del que incluso se presume le causó la enfermedad de la que muere. Después María se casó con Luis de Quiñones, quinto Conde de Luna.
Catalina Cortés de Zúñiga, nacida en Cuernavaca entre 1533 y 1536. Fallecida soltera en Sevilla después de muerto su padre.
Juana Cortés de Zúñiga, nacida en Cuernavaca entre 1533 y 1536. Se casó en 1564 con don Fernando Enríquez de Ribera, segundo Duque de Alcalá.

En 1511 participó en la expedición de conquista de Cuba dirigida por el gobernador Diego de Velázquez, de quien recibió tierras y esclavos en la isla. Llegó a ser nombrado alcalde de Santiago de Cuba, aunque fue después encarcelado por el gobernador, acusado de conspirar en su contra. Liberado, se casó con la cuñada del propio Diego Velázquez, de nombre Catalina Suárez Marcaida.

A finales de 1518 Velázquez le confió el mando de la tercera expedición, tras las de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva, para continuar sus descubrimientos en la costa de Yucatán. Pero Velázquez pronto desconfió de él.

Cuenta Bernal Díaz del Castillo, autor de Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, que un bufón de Velázquez, llamado Cervantes el loco, le dijo a su señor, a la manera de los bufones: «A la gala de mi amo Diego, Diego, ¿qué capitán has elegido? Que es de Medellín de Extremadura, capitán de gran. Más temo, Diego, no se te alce con la armada, que le juzgo por muy gran varón en sus cosas».

Hernán Cortés seguía, sin embargo, con los preparativos de la expedición, y debido a su gran elocuencia, dotes de persuasión y sugestión, pronto logró reclutar a más de 600 hombres para su causa.

Adelantándose a que le cesase Diego Velázquez, la armada de Cortés partió precipitadamente del puerto de Santiago de Cuba el 18 de noviembre de 1518. Como iba escasa de bastimentos, tuvo que aprovisionarse de estos en el puerto de Trinidad y otros lugares.

Finalmente, el 10 de febrero de 1519, la flota abandonó las costas de Cuba. Consistía aquella armada en 11 naves, con 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros, 110 marineros y unos 200 indios y negros como auxiliares de tropa. Llevaban 32 caballos, 10 cañones de bronce y 4 falconetes. Por capitanes iban Alonso Hernández Portocarrero al que entregaría más tarde la india doña Marina, Alonso Dávila, Diego de Ordás, Francisco de Morla, Francisco de Saucedo, Juan de Escalante, Juan Velázquez de León pariente del gobernador, Cristóbal de Olid, Gonzalo de Sandoval y Pedro de Alvarado. Muchos de estos eran veteranos de la guerra de Italia. Por piloto principal iba Antón de Alaminos con experiencia en las dos expediciones anteriores de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva.

El primer contacto con las civilizaciones mesoamericanas lo tuvo en la isla de Cozumel, un importante puerto naviero y centro religioso maya que formaba parte de la jurisdicción de Ecab, y donde se encontraba el santuario dedicado a Ixchel, diosa de la fertilidad. Los españoles llegaron durante el Período Posclásico de la Cultura maya poco después de la caída de Mayapán en 1480, que llevó a la fragmentación de la península de Yucatán en 16 pequeños estados, cada uno con su propio gobernante denominado «halach uinik», y en constante conflicto entre sí.

Inmediatamente después de presentarse al «batab» gobernante local de la ciudad Cortés le pidió que dejaran su religión y adoptaran el cristianismo mandando a sus hombres a destruir los ídolos religiosos mayas y poner cruces e imágenes de la Virgen María en el templo. Una biografía del rey Carlos I escrita en 1603 relata el momento así:
“Espantáronse los isleños de ver aquella flota y metiéronse al monte,  dejando desamparadas sus casas y haciendas. Entraron algunos españoles la tierra adentro y hallaron cuatro mujeres con tres criaturas y trajéronlas a Cortés, y por señas de los indios que consigo llevaba, entendió que la una dellas era la señora de aquella tierra y madre de los niños. Hízole Cortés buen tratamiento, y ella hizo venir allí a su marido, el cual mandó dar a los españoles buenas posadas y regalarlos mucho. Y cuando vio Cortés que ya estaban asegurados y contentos, comenzó a predicarles la fe de Cristo. Mandó a la lengua que llevaba, que les dijese que les quería dar otro mejor Dios que el que tenían. Rogoles que adorasen la Cruz y una imagen de Nuestra Señora, y dijeron que les placía. Llevolos a su templo y quebrantoles los ídolos y puso en lugar dellos cruces y imágines de Nuestra Señora, lo cual todo tuvieron los indios por bueno. Estando allí Cortés nunca sacrificaron hombres, que lo solían hacer cada día”
Historia de la vida y hechos del Emperador Carlos V 1519, de Prudencio de Sandoval
“Hernán Cortés utilizaba de intérprete a un joven maya tomado prisionero en la Isla Mujeres, cuyo nombre ningún cronista de Indias recogió pero al que los españoles apodaban «Melchorejo». A través de él tuvo noticias de la existencia de unos hombres barbudos en poder de un cacicazgo maya cercano y envió emisarios a rescatarlos. En 1519 encontraron a Gerónimo de Aguilar superviviente del naufragio del buque Santa María de la Barca. Aguilar entonces, se dirigió a buscar a otro sobreviviente, Gonzalo Guerrero, quien vivía en Chetumal y donde había logrado escapar de la esclavitud ganándose la confianza del cacique Nachán Can, para volverse él mismo un nacom o jefe militar maya y casarse con la princesa maya Zazil Há, con la que había tenido varios hijos, hoy considerados los primeros mexicanos modernos. Aguilar decidió volver con Cortés convirtiéndose en uno de sus intérpretes de mayense, pero Guerrero decidió quedarse con los mayas y murió hacia 1536. Algunos historiadores creen que peleó contra los conquistadores españoles”

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