La Torre Eiffel es una construcción de hierro de 300 metros de altura que fue creada para la Exposición Universal de París de 1889.
Actualmente constituye el símbolo más representativo de París.
Con un diseño creado por Gustave Eiffel, la construcción
de la Torre Eiffel duró poco más de dos
años y en ella trabajaron 250 obreros.
Inicialmente la torre fue objeto de controversia: los
artistas del momento la consideraron monstruosa y, dada su baja rentabilidad al
terminar la exposición, se planteó la
posibilidad de derruirla en diferentes ocasiones.
A principios del siglo XX, con la llegada de las guerras
mundiales, las autoridades encontraron su utilidad como antena de radiodifusión y con ella captaron mensajes
que ayudaron a los aliados de forma decisiva.
Actualmente y gracias al auge de París como destino
turístico internacional, la Torre Eiffel es el monumento más visitado del mundo con más de 7 millones de visitantes
anuales.
Excepto para aquellos que sufran de vértigo, subir a la
Torre Eiffel es una experiencia única
prácticamente obligatoria para todos los visitantes de París.
Es posible acceder a la torre tanto en ascensor como por las escaleras, aunque antes de
decidirse por la segunda opción es necesario saber que se trata de 1.665 escalones.
Utilizando las escaleras sólo
es posible acceder hasta las dos primeras plantas de la torre. Aunque
el precio de subir por las escaleras es algo más bajo, a no ser que se trate de
un reto la diferencia no merece la pena.
Los mejores momentos para subir a la torre son la primera hora de la mañana, cuando aún
no se han formado interminables colas, o bien al anochecer para disfrutar de la ciudad de las luces en todo su
esplendor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario