viernes, 14 de junio de 2013

SIGUE EL CAMINO



Sigue el camino: ¿Has seguido alguna vez aquellos senderos trazados y surcados por generaciones de pies de hombres y animales que son como la huella viva, todavía de una humanidad que supera la historia?

A través de los prados así como en los flancos de las pendientes, no hay una solución única, un camino exclusivo, sino senderos caprichosos, más o menos paralelos y en cada recodo, un abanico de caminos que se abren hacia otros horizontes. Si en un momento el abanico se cierra, es señal de que el paso se hace difícil, que el sendero va a meterse en un desfiladero o parar al único puente de leños que atraviesa el torrente.

Pero una vez, superado el obstáculo, como una flor que se abre, se extienden de nuevo los senderos aventurados que parten al asalto de la montaña que debemos de conquistar. De esta forma la vida ofrece su plenitud a quien quiere afrontarla. No reduzcas arbitrariamente de antemano los tanteos y múltiples soluciones a los problemas complicados que se nos plantean. No agraves la monotonía de una vida cotidiana en la que el abanico se ha cerrado sobre la perspectiva gris de la calle que nos conduce a la nada. No te desesperes haciendo de tu vida un desfiladero de una sola vía.

Desde ahora y todas las mañanas abre tu sendero, para que tu caminar sea mejor y puedas acceder al triunfo en tu vida. Te doy mi vieja experiencia de pastor. El ganado no sufre más cuando se amontona en los lugares difíciles que cuando camina por los mejores senderos, calmado y satisfecho.

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