martes, 4 de junio de 2013

AVION DC-3



 
El Douglas DC-3 es un avión que revolucionó el transporte de pasajeros en los años 1930-1940. Fue desarrollado por un grupo de ingenieros encabezados por Arthur E. Raymond y voló por primera vez en 1935. Su diseño fue tan perfecto y avanzado en su época, que aún hiy día, 78 años después de su primer vuelo, se encuentra operando en número considerable en distintas partes del mundo.
 
Su desarrollo se debió en gran parte por la competencia que representó la aparición del Boeing 247, un avión con características similares, hacia 1933. Sin embargo, las prestaciones que ofrecía el Douglas DC-3 le hicieron merecedor del lugar que ocupa en la historia.

El primer paso en el camino a lo que llegaría a ser el más famoso aparato de transporte de la aviación comercial se inició a partir de la necesidad por parte de TWA de dar respuesta al Boeing 247, operado por United con unas prestaciones desconocidas hasta entonces: 150 nudos = 280 km/h de velocidad de crucero , y soluciones de diseño inéditas hasta el momento como tren de aterrizaje totalmente retráctil, construcción monocasco enteramente metálica y ala cantiléver no arriostrada. Sin embargo su capacidad limitada a 10 pasajeros fue el argumento definitivo para que Douglas aceptase el reto de la TWA.

El resultado del primer proyecto, fue el DC-1 Douglas Comercial-1, para 12 pasajeros, construido en un único ejemplar, que voló en julio de 1933. Después de una amplia carrera de 7 años con varios operadores, siendo el último de ellos Iberia resultó severamente dañado en un aterrizaje forzoso en Málaga España en 1940, no siendo reparado por las circunstancias de la época en el país.

A la vista del diseño tan logrado del aparato, TWA encargó un lote de 20 equipado con motores de 900 CV en lugar de los de 700 CV del DC-1, lo que le permitía llevar 14 viajeros. Aparte de esto, el avión era prácticamente el mismo, y se construyeron 200. Este fue el llamado DC-2.

En este momento intervino la American Airlines, que operaba un servicio nocturno transcontinental con literas con el Curtiss Cóndor II , hizo una oferta a Douglas para sustituirlo por un aparato de literas más rápido. El resultado fue un DC-2 de fuselaje ensanchado, de más envergadura y con motores más potentes, llamado "DST" Douglas Sleeper Transport". Este fue el verdadero origen del DC-3, que fue el nombre que se dio a una versión diurna para rutas más cortas, con capacidad para 21 pasajeros. Esta capacidad fue la que lanzó al DC-3 a la conquista definitiva del transporte aéreo de pasajeros anteriormente habían existido en Europa algunos aparatos con mayor capacidad, pero con cruceros de 90 nudos como máximo y alcance menores.

La compañía Douglas vendió 400 de estos aviones a las principales compañías de aviación de la época y rápidamente desplazaron al tren en los viajes de larga distancia dentro de los Estados Unidos de América.

Con este avión, Douglas intentó comenzar una nueva etapa dentro de la aviación civil, ofreciendo niveles de comodidad nunca antes experimentados por los viajeros, acostumbrados a un ambiente menos cómodo, ruidoso, de difícil acceso y en los que pocas veces se podía conciliar el sueño. Sin embargo, muchos de estos viajes de lujo, fueron desapareciendo conforme las aerolíneas no pudieron costear el ofrecer dichas comodidades. No obstante, la sensación de seguridad, la quietud de la estructura y las condiciones de vuelo propias del aparato, distaban mucho de aviones convencionales de la época, otorgando confianza a sus ocupantes. Esto significa que gracias a su velocidad, mantenimiento, rango de alcance, y prestaciones, el DC-3 fue el primer avión civil comercial de éxito para sus operadores sin tener que sacrificar la comodidad de sus pasajeros.

Durante la Segunda Guerra Mundial muchos de estos aviones fueron reconvertidos para su uso militar y se construyeron además miles de unidades de variantes de este avión con suelo reforzado y puerta de carga mucho mayor, denominadas C-47, C-53, R4D . El nombre más popular que se le aplicó, entre otros muchos, fue el de Dakota. Las fuerzas armadas de muchos países lo utilizaron para el transporte de tropas, de carga o como aviones enfermería. Se produjeron unas 11.000 unidades, en USA, además de muchas más bajo licencia como el Showa L2D japonés Unas 500 unidades, o el Lisunov Li-2 soviético unas 5,000 unidades.

Tras la contienda, miles de estos aviones fueron reconvertidos para uso civil y convirtieron al DC-3 en el material estándar durante muchos años de todas las compañías de aviación del mundo.

Entre muchas curiosidades se encuentra el que sea el único avión de tren retráctil en el mundo capaz de aterrizar con sus ruedas dentro sin dañar las superficies o las hélices. Esto se debe a que cuando se guarda parte del sistema sobresale unas 15 pulgadas, ya que tiene como muchos aviones de la época sus trenes principales alojados en un compartimiento inferior del carenaje de los motores. Si al presentarse una falla hidráulica, los trenes principales no descendían de su posición, era posible de todos modos que el suelo hiciera contacto con ellos si era posible apagar los motores y dejar sus hélices detenidas en una "Y" invertida. De esta manera se podía aterrizar de forma segura, sin dañar los motores y sin exponer la estructura.

Otro hecho curioso es que a partir de la invención del motor a reacción, de la llegada del jet, y de la introducción posterior de los motores turbohélice, surgieron diversos tipos de aeronave con la misión de reemplazar al DC-3 como principal caballo de batalla de las aerolíneas comerciales, del transporte de carga y correo y de la entonces joven aviación corporativa de empresa. Todo ello impulsado también por la sustitución de los motores radiales como principales motorizaciones para los aviones, ya que se empezó a disponer de opciones más potentes y fiables como las turbinas o más rentables y con menor consumo de combustible. Sin embargo, y muy a pesar de las ventajas que presentaban las nuevas versiones para el transporte aéreo masivo, muchas desaparecieron en el olvido de la historia bajo distintas circunstancias, mientras que el Douglas DC-3 continúa aún volando en algunos países, e incluso existen versiones remotorizadas a turbohélice como es el Basler BT 67 Este hecho lo convierte para muchos en el mejor avión que haya visto el siglo XX ya que a pesar de todo, ha volado ya más de 75 años en todos los lugares del mundo, siendo un icono de los tiempos pasados y presentes de la aviación.

 


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