Las ORQUÍDEAS u orquidáceas son una familia de
plantas mono cotiledóneas
que se distinguen por la complejidad de sus flores y por sus interacciones
ecológicas con los
agentes polinizadores y con los hongos con los que forman micorrizas.
La familia comprende aproximadamente
25.000 algunas fuentes informan de 30.000 especies,
y quizá otros 60.000 híbridos y
variedades producidas por los horticultores,
por lo que resulta ser una de las familias con mayor riqueza de especies entre
las angiospermas.
Pueden ser reconocidas por sus flores de simetría fuertemente bilateral, en
las que la pieza media del verticilo interno de tépalos —llamada labelo—
está profundamente modificada, y el o los estambres están fusionados al estilo, al menos en la base.
Las orquídeas constituyen un grupo
extremadamente diverso de plantas, que pueden tener desde unos pocos milímetros
de longitud, ciertas especies de los géneros Bulbophyllum y Platystele
hasta constituir gigantescas agregaciones de varios cientos de kilogramos de
peso, algunas especies de Grammatophyllum
o presentar longitudes de hasta 13,4 m, como es el caso de Sobralia altissima, una orquídea recién
descrita en 1999 en el Perú. Del mismo modo, las flores de las
orquídeas varían en tamaño desde menos de 1 mm y difícilmente visibles a
simple vista, Platystele
pasando por las grandes flores de 15 a 20 cm de diámetro en muchas
especies de los géneros Paphiopedilum, Phragmipedium y Cattleya hasta los 76 cm de las flores de Phragmipedium caudatum. La
fragancia de sus flores no es menos variable, desde el delicado aroma de Cattleya hasta el repulsivo hedor de las flores
de ciertas especies de Bulbophyllum.
Se encuentran en la mayor parte del mundo, si bien son
especialmente abundantes en los trópicos.
No obstante, su capacidad de adaptación les ha permitido conquistar un
sinnúmero de nichos
ecológicos, desde los más secos y calientes del planeta hasta los
más húmedos y fríos ya que, literalmente, se distribuyen desde las regiones
polares hasta el ecuador.
Las orquídeas son plantas herbáceas, perennes raramente anuales, terrestres o epífitas,
ocasionalmente trepadoras, algunas veces saprófitas o, raramente, mico
heterotróficas. Con respecto a las orquídeas epífitas, se dice que pueden
llegar a ser eternas. De hecho, en la naturaleza, su supervivencia está ligada
a la vida del árbol que las sostiene. Se conocen plantas recolectadas a
mediados del siglo XIX que todavía están creciendo y floreciendo
en muchas colecciones.7
Los tallos son rizomas o cormos en
las especies terrestres. En las especies epífitas, en cambio, las hojas se
hallan engrosadas en la base formando pseudo
bulbos que sirven para almacenar agua y
nutrientes y que, por lo general, están recubiertos por las vainas foliares
membranosas que se secan con la edad.
Existen dos tipos básicos de
crecimiento dentro de la familia: el tipo simpodial,
que origina tallos múltiples, y el tipo monopodial,
que origina un solo tallo. El
tipo simpodial de crecimiento es el más común dentro de la familia. La mayoría
de estas orquídeas presentan pseudo bulbos que funcionan como reservorios de
agua y nutrientes. La planta sostiene los pseudo bulbos casi verticalmente y el
crecimiento y desarrollo posterior de nuevos tallos se produce horizontalmente,
entre los pseudo bulbos preexistentes. Cada nuevo pseudo bulbo se origina en la
base de los anteriores y, con su crecimiento, origina nuevas hojas y raíces.
Las hojas originadas en cada pseudo bulbo pueden durar muchos años, proveyendo
nutrientes para toda la planta, hasta que se tornan marrones y mueren. Aún sin
hojas, cada pseudo bulbo continúa sosteniendo el crecimiento y suministrando la
energía necesaria para el crecimiento del resto de la planta y para la
floración. Algunos ejemplos de orquídeas con este tipo de crecimiento son los
géneros Cattleya,
Dendrobium y Oncidium. Las orquídeas con crecimiento
monopodial, a diferencia de las anteriores, presentan un solo tallo principal
que crece erecto e indefinidamente desde el centro de la planta. Normalmente,
el tallo va creciendo hacia arriba y se originan raíces en los nudos, las cuales
crecen hacia abajo. La planta, conforme va creciendo, pierde las hojas
inferiores a medida que se forman nuevas hojas en el extremo superior. Algunas
especies de orquídeas con este tipo de crecimiento son aquellas pertenecientes
a los géneros Ascocentrum, Phalaenopsis y Vanda.
Las
orquídeas terrestres a veces presentan raíces tuberosas. En las orquídeas epífitas, en cambio, las raíces son
aéreas y están muy desarrolladas, cuelgan de los árboles y son verdes y
gruesas. Las raíces de las epífitas tienen una doble función, son las
estructuras que se encargan de captar los nutrientes que
la planta necesita y funcionan, además, como elementos de fijación. Las raíces
en este tipo de orquídeas típicamente poseen una epidermis esponjosa, formado por muchas capas de células muertas
a la madurez y con paredes celulares engrosadas, llamada velamen. El velamen constituye una vaina esponjosa y
blanquecina que rodea por completo a la raíz. Si el tiempo está seco, sus células están
llenas de aire; pero cuando llueve se llenan de agua. Según algunos autores el velamen es un
tejido que absorbe agua, según otros nunca se ha observado el paso de agua del
velamen al córtex de la raíz. Su función principal parece ser la de protección
mecánica, además de impedir la excesiva pérdida de agua de la raíz en períodos
de deficiencia hídrica. Además, cuando el velamen se llena de agua se vuelve
transparente permitiendo a la luz alcanzar el tejido verde de las raíces y, por
ende, facilita la fotosíntesis
Del rizoma
o de los tallos aéreos nacen las hojas, las cuales son simples y de margen entero,
generalmente alternas, espiraladas, dísticas o verticiladas, muchas veces aplicadas,
basales o a lo largo del tallo, a veces reducidas a vainas o a escamas,
usualmente con venación paralela y envainadoras en la base. Pueden presentar pecíolo o
ser sésiles y no presentan estípulas. Las especies
adaptadas a períodos de sequía tienen hojas carnosas que cumplen la función de
reserva de agua en épocas de escasez.
Ninguna
familia de plantas tiene una gama de flores tan variada. Las flores están
altamente especializadas en relación a sus polinizadores. Son bien
conocidas las variaciones estructurales que facilitan la polinización por una
determinada especie de insecto, pájaro o murciélago.
Las flores pueden surgir, dependiendo
del género y la especie,
de la base de la hoja, del rizoma o de algún entrenudo del pseudo bulbo.
Son hermafroditas raramente unisexuales, en general zigomorfas
de simetría bilateral, usualmente resupinadas es decir, las partes florales giran
180° durante el desarrollo, muchas veces conspicuas y epíginas es decir, las
piezas del perianto se disponen por encima del ovario.
En la gran mayoría de los géneros, las flores están formadas por tres piezas
externas llamadas sépalos,
dos laterales y uno dorsal, y tres elementos internos llamados pétalos,
el inferior modificado en un labio o labelo de tamaño mayor y color más intenso
que los demás. Algunos autores interpretan al perianto de las orquídeas como un perigonio,
formado por seis tépalos dispuestos en dos verticilos.16 17 Las diferentes piezas del perianto
pueden estar separadas entre sí o fusionadas en la base.
Los sépalos, o tépalos externos, son
usualmente petaloideos (similares a pétalos), imbricados. A veces los dos
sépalos laterales se encuentran fusionados en un solo elemento llamado
«sinsépalo». Los pétalos, o tépalos internos, están siempre separados, a veces
presentan puntos, manchas y colores muy variados. El llamado «labelo» es el
pétalo medio, es de tamaño mayor que los dos pétalos laterales y su forma es
extremadamente variable. Es la pieza más compleja y, en cierto modo, un órgano
característico de las orquídeas. Puede ser lobulado, y entonces se dice que
existe un lóbulo central y dos laterales (Orchis, Dactylorhiza).
En otras oportunidades, como enEpipactis,
se diferencian transversalmente dos partes que se denominan «hipoquilo» la
basal y «epiquilo» la distal. Puede tener áreas brillantes, crestas, quillas u
otras protuberancias que se suelen denominar como «callo» o «callus». También
es frecuente que desarrolle un espolón dirigido hacia atrás o hacia abajo en
donde se aloja un nectario.
Este espolón puede ser largo y fino (Gymnadenia, Orchis),
o como un saco redondeado (Coeloglossum viride). También hay especies
en que el espolón no tiene néctar o puede haber nectarios no incluidos en el
espolón.
El androceo está usualmente formado por uno o dos estambres (a veces tres), si es uno solo deriva
del estambre medio del verticilo externo ancestral y usualmente con dos estaminodios vestigiales derivados de los estambres
laterales de un verticilo interno ancestral. En algunas subfamilias, como en Apostasioideae oCypripedioideae,
hay dos o tres estambres fértiles. Cuando son dos, han derivado de los dos
estambres laterales del verticilo interno ancestral, y cuando son tres, se han
originado de los dos laterales del verticilo interno y del estambre medio del
verticilo externo. El androceo se halla fusionado al estilo y
al estigma, los cuales se hallan altamente
modificados, formando una estructura conocida como «columna», «ginostemo» o
«ginostegio». Las tecas de las anteras se disponen en la
porción del ginostemo denominada «clinandro» o «androclino». El polen es granular, en tétradas o aglutinado
en grupos de dos a ocho masas suaves o duras llamadas polinias.
Estas polinias presentan un apéndice filiforme —llamado «caudícula»— que se une
con una masa pegajosa —«retináculo» o «viscidium»— sobre el «rostelo»,
estructura derivada del estigma con forma de lóbulo alargado y que se sitúa
sobre la porción receptiva del estigma. El conjunto de polinios, caudículas y
retináculos se denomina «polinario», el cual es la unidad de transporte del polen durante lapolinización.
Las anteras son de dehiscencia longitudinal y su
conectivo muchas veces se halla modificado en un «opérculo» que cubre la antera
hasta la polinización.
El gineceo está formado por tres carpelos fusionados entre sí, con el ovario ínfero,
que puede presentar un lóculo o tres, y numerosos óvulos (hasta
millones) de placentación usualmente parietal, pero
ocasionalmente de placentación axilar.
Las orquídeas son, en general,
productoras de néctar, sustancia que utilizan como recompensa
a lospolinizadores.
Los nectarios son variables en posición y tipo. Por
ejemplo, se encuentran en el espolón del labelo, o en los ápices de los
sépalos, o en las paredes internas del gineceo. Las especies que no producen
néctar son autógamas o apomícticas,
es decir, no necesitan de polinizadores para producir semillas.
Las
orquídeas llevan sus flores de diversos modos. Aun dentro del mismo género, las
diferentes especies pueden tener distintos modos de disponer las flores en inflorescencias, las cuales son
indeterminadas y, a veces, reducidas a una única flor, terminal o axilar. La
mayoría de las orquídeas tienen inflorescencias que llevan dos o más flores,
las que usualmente nacen de un eje floral más o menos alargado que comprende un
tallo denominado pedúnculo y una porción que lleva las flores,
llamada raquis. En la mayoría de las especies las flores se disponen en
un racimo erecto y alargado, con las flores arregladas en una
espiral laxa alrededor del raquis (como, por ejemplo, en Cymbidium).
En esos racimos las flores individuales se enlazan con el eje floral a través
de un corto tallito llamado pedicelo. Puede ser que las
flores se articulen con el raquis directamente, sin pedicelo, y —en ese caso—
la inflorescencia se denomina espiga, como puede observarse en los géneros Peristylus y Neuwiedia. Un grupo de orquídeas pertenecientes
al género Bulbophyllum,
bastante espectacular por su floración, presenta el raquis tan contraído que
todas las flores parecen salir del mismo punto, como en una umbela. Algunas otras orquídeas (Oncidium, Renanthera),
finalmente, presentan inflorescencias ramificadas que se denominan panículas.
El fruto es una cápsula loculícida, que se abre mediante tres
o seis ranuras longitudinales (a veces una sola); en raras ocasiones, el fruto
de las orquídeas es una baya.
Las semillas son diminutas y numerosas. El
tegumento es crustoso o membranoso, sin fitomelaninas,
con sólo la capa externa persistente y los tejidos internos colapsados. Las
semillas son muchas veces membranosas y aladas, los que les permite ser dispersadas por el viento. El embrión es
muy pequeño y no se halla acompañado por endosperma,
ya que este tejido aborta muy temprano en el desarrollo embrionario.
La palabra orquídea deriva del griego ορχις (orchis = testículo),
vocablo que se encontró por primera vez en los manuscritos de la obra De causis plantarum del filósofo griego Teofrasto y que datan aproximadamente del año
375 antes de Cristo.10 Tal vocablo hace referencia a la forma
de los tubérculos de las especies del géneroOrchis,
orquídeas de hábito terrestre cuyos tubérculos dobles parecentestículos,20 como puede apreciarse en la imagen de
la derecha.
Fueron conocidas y apreciadas por los
seres humanos desde laAntigüedad. Existen escritos chinos de
1.500 años de antigüedad donde se hace referencia al cultivo de las
orquídeas. En la antiguaGrecia se le
atribuían propiedades curativas y afrodisíacas.10 Losaztecas utilizaban una orquídea —la vainilla—
para enriquecer una bebida espesa hecha a base de cacao, destinada a los
nobles y a los guerreros y era conocida con el nombre de xocoatl.21 22
En Europa, el interés por ellas se
despertó hacia 1731 cuando floreció la primera orquídea tropical del Nuevo
Mundo, Bletia purpurea (sin.Bletia
verecunda), en la colección del almirante inglés Charles Wagerquien la
obtuvo del Jardín botánico de Chelsea.23 Desde ese momento, se suscitó un
interés sin igual por la adquisición y cultivo de orquídeas exóticas, en
particular por los miembros de las clases sociales más acomodadas, quienes
debían construir un orquideario como una obligación acorde con su estatus. De
hecho, cuando una orquídea florecía en tales colecciones, el evento daba lugar
a grandes fiestas y la noticia cubría las primeras planas de la prensa. Para
satisfacer este consumo de orquídeas raras y exóticas, durante muchos años los
recolectores profesionales provenientes en su mayoría de Francia eInglaterra se dedicaron a saquear sin
misericordia los bosques americanos, poniendo a muchas especies en peligro de
extinción. A principios del siglo XX, no obstante, la era de la denominada «orquideomanía»
llegaba a su fin. El costo para calefaccionar los invernaderos en los que se
debían cultivar estas plantas era extremadamente alto y la carestía energética
—agudizada por la primera guerra mundial— dificultó el
mantenimiento de los orquidarios privados. Con la depresión de 1929, el cultivo de orquídeas a
gran escala definitivamente pasó a manos de empresarios comerciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario