XOCHICALCO es un sitio arqueológico que se ubica en el Municipio de Miacatlan en el estado de Morelos, México,
a 38 km al sudoeste de la ciudad de Cuernavaca.
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999. El apogeo de
Xochicalco tiene lugar en el período llamado Epiclásico 650 - 900. Durante este lapso se
construyó la mayoría de la arquitectura monumental visible hoy en día; su
desarrollo y surgimiento se debe entender a partir de su relación con Teotihuacán,
el asentamiento dominante en Mesoamérica a lo largo del período clásico.
De acuerdo con algunos investigadores,
Xochicalco surgió tras el abandono de Teotihuacán para ocupar el vacío de poder
económico y político provocado por ese hecho.
Se especula que Xochicalco debió haber
tenido una comunidad de artistas provenientes de otras partes de Mesoamérica.
Son de especial interés los relieves
esculpidos en los lados de algunos edificios. El templo de la Serpiente
Emplumada tiene finas y estilizadas representaciones de la deidad, en un estilo
que incluye una aparente influencia teotihuacana y maya.
El principal atractivo del Sitio
Arqueológico un observatorio dentro de una cueva con escalones labrados hacia
el interior, en donde en el Equinoccio los rayos solares la iluminan creando un
haz de luz extremadamente brillante.
Fuera de este día y de la hora
cenital; el rayo de luz que posee un punto de enfoque de aproximadamente
cincuenta centímetros de piso, si el observador disminuye la distancia del
punto de enfoque de la sombra al acercar, por ejemplo la mano al suelo, se crea
un fenómeno óptico que difumina el haz hacia los lados creando en el suelo un
asombra difusa con más luz al centro del objeto dando el aspecto radiopaco de
los huesos de los dedos y brazos como si se tratase de una radiografía, siendo
esto sólo una ilusión óptica.
Los otros monumentos en el sitio son:
los templos piramidales, palacios, tres juegos de pelota, temazcales, una
inusual fila de altares circulares. También hay algunas estelas esculpidas con
los nombres y escenas de tres reyes de Xochicalco.
Algunas estelas han sido removidas de
sus lugares originales, y ahora se exhiben el Museo Antropología e Historia del INAH en la Ciudad de México o en el museo
de sitio.
Plaza Central. Posiblemente fue el espacio
cívico-religioso más importante de la ciudad. Al centro de la plaza se ubica un
adoratorio que contenía una estela con dos glifos, a los costados los edificios
Este y Oeste, y al fondo la Gran Pirámide, que es la construcción de mayores
dimensiones del sitio.
La Malinche. En esta área se localiza el Juego de
Pelota Sur, el más grande de los tres que se conocen en el sitio, así como
veinte altares redondos y uno cuadrado que tal vez se utilizaban para el
cálculo del calendario ritual de 260 días, y un conjunto habitacional conocido
como El Palacio, que quizá era ocupado por un grupo de nobles.
Plaza Principal. Con un carácter básicamente político
y ceremonial, este espacio contaba con un acceso sumamente restringido.
En su interior se encuentran las
estructuras más importantes del sitio, como la Pirámide de la Serpiente
Emplumada, edificio de extraordinaria belleza y enorme significado, decorado
con relieves por sus cuatro caras; el Templo de las Estelas, donde se
descubrieron las tres estelas relacionadas con Quetzalcóatl y que actualmente
se exhiben en el Museo Nacional de Antropología, y la Acrópolis, residencia de
los principales señores de la ciudad, que se localiza en la parte más alta del
sitio.
Conjunto Este. En él encontramos el Juego de Pelota
Este, la Rampa de los Animales, integrada por 255 losas con representaciones de
animales, y el Conjunto Central, área donde se localiza un altar policromado,
un complejo temascal o baño de vapor y una cisterna para almacenar agua de
lluvia, la cual era distribuida hacia todo el conjunto, mediante un elaborado
sistema de drenaje.
Conjunto Oeste. Integrado por estructuras situadas
sobre la cueva del Observatorio, el cual fue utilizado para la exploración
astronómica.
La gran cantidad de cuevas que se
encuentran en las laderas del cerro, no son naturales, fueron excavadas por los
xochicalcas para obtener materiales para la construcción; muchas de ellas,
fueron acondicionadas para ser usadas con diferentes propósitos, tal es el caso
de la cueva en donde se encuentra el Observatorio, en donde se estudiaba el
movimiento del sol.
Presenta en su interior un pasillo y
una gran cámara con una chimenea que mide de la base a la superficie 8.7
metros, cuya boca del tiro es hexagonal; dicho tiro tiene una ligera
inclinación para que los rayos penetren y se vea el hexágono proyectado en el
piso de la cueva, además se encontraba recubierta con estuco y pintado de
colores negro, amarillo y rojo.
En el período de 105 días, que va
desde el 30 de abril al 15 de agosto, el sol penetra por la boca de la
chimenea. En el movimiento del sol hacia el Trópico de Cáncer y a su regreso,
respectivamente los días 14/15 de mayo y 28/29 de julio, el astro está en su
cenit y en el mediodía astronómico: el haz de luz cae directamente a través del
tubo proyectando la imagen del sol en el piso del subterráneo.
Seguramente aprovechando el fenómeno
solar, el lugar fue usado también para ceremonias religiosas.
Actualmente el observatorio se
encuentra abierto al público, ya han concluido las labores de conservación.
Un aspecto muy
importante en Xochicalco es que tiene una serie de drenajes pluviales para
almacenar el agua en cisternas y así ser usada en el momento en que fuese
requerida por la falta de lluvia, que es aproximadamente de 7 meses al año.
Todos estos drenajes estaban hechos con tubos preconstruidos que se ensamblaban
de forma muy similar a los de hoy en día.
Xochicalco, palabra náhuatl que
significa “en el lugar de la casa de las flores”, es un centro urbano de
Mesoamérica cuidadosamente trazado y construido en una serie de terrazas
artificiales sobre un grupo de cerros como La Bodega, La Malinche y Xochicalco
cuya ubicación aunada a la construcción de fosos, murallas y otros elementos
defensivos permitiría contener posibles ataques.
Este importante centro, referido por
algunos estudiosos como el mítico Tamoanchán de los relatos prehispánicos, tuvo su
apogeo entre los años 650 y 900 de nuestra era, justo entre la caída de Teotihuacán y el surgimiento de Tula.
Dada su ubicación geográfica,
Xochicalco goza de fama a nivel mundial y es muy visitado, sobre todo al inicio
de verano, en que los rayos del sol penetran perpendicularmente e iluminan de
manera particular las cuevas, creando un ambiente misterioso.
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