El RESFRIADO es una enfermedad infecciosa viral leve del aparato respiratorio superior que afecta a
personas de todas las edades, altamente contagiosa, causada fundamentalmente
por rinovirus y coronavirus.
Los síntomas principales son estornudos, secreción
nasal, dolor de
cabeza, goteo y congestión nasal, ojos llorosos, picor,
dolor o flema en la garganta, tos, cansancio y una
sensación de malestar general. Es una de las enfermedades más comunes que, por
lo general, dura entre 3 y 10 días. Aunque el resfriado común no tiene cura,
los síntomas generalmente se resuelven espontáneamente en 7 a 10 días, con
algunos síntomas que pueden permanecer hasta por tres semanas.
El resfriado es distinto de la gripe, una infección viral
más grave del tracto respiratorio que muestra síntomas adicionales: fiebre en aumento, temblores y
dolores musculares, aun cuando muchas personas confunden ambos términos.
El tratamiento del catarro consiste en
el alivio de los síntomas, lo que conlleva al uso frecuente de medicamentos
tanto de prescripción como de venta libre, y remedios caseros. La codeína es eficaz para tratar la tos
improductiva, ya que disminuye la respuesta cerebral que desencadena la tos. El
dextrometorfano,
aunque químicamente emparentado con los opiáceos, no actúa sobre los mismos
receptores, puede ser beneficioso en adultos con tos, pero su efectividad no ha
sido demostrada en niños y adolescentes. Aunque la hidrocodonase
indica a pacientes resfriados y se ha demostrado que es eficaz para la tos en
otras enfermedades, no ha sido estudiado bien en pacientes con resfriados. Los
descongestionantes nasales orales e intranasales han demostrado ser capaces de
aliviar los síntomas nasales con rapidez y pueden usarse en adolescentes y
adultos por hasta tres días. Los antihistamínicos y los antihistamínicos
combinación / terapias descongestionante pueden mejorar modestamente los
síntomas en adultos, sin embargo, los beneficios deben sopesarse a los posibles
efectos secundarios. Los antihistamínicos no sedantes más nuevos no son
eficaces contra la tos. El ipratropio tópico, alivia los síntomas nasales en
niños mayores y adultos. Los antibióticos no han demostrado mejorar los
síntomas o acortar la duración del trastorno. No se recomiendan ciertas
terapias complementarias y alternativas, incluyendo el uso de Echinacea y zinc, para el tratamiento
de los síntomas del resfriado común. En contra de la creencia popular, la vitamina C no reduce ni previene los síntomas de
la enfermedad.
El resfriado común es una enfermedad
de origen viral y la epidemiología es, por lo tanto, la propia de ese tipo de
enfermedades. Las infecciones del tracto respiratorio superior son muy comunes
y constituyen uno de los cinco diagnósticos más frecuentes en las visitas de
atención médica ambulatoria. A
pesar de tratarse de infecciones leves, auto limitada y de corta duración, son
la principal causa de morbilidad aguda en el absentismo laboral y escolar.
Algunos factores que influyen en la
gravedad de los síntomas son: el estrés psicológico y las carencias socioeconómicas. Además, una salud débil en general u
otras condiciones preexistentes, como las alergias,
pueden agravarse debido a una infección. El personal de salud, incluyendo el
odontológico tiene un riesgo, al menos potencial, de enfermar de una enfermedad
respiratoria como el resfriado común, la gripe, etc.
La mejor forma de evitar los
resfriados es mantener el sistema inmunitario en condiciones óptimas: durmiendo lo
suficiente para sentirse descansado,
reduciendo el estrés,
llevando una alimentación adecuada y evitando el exceso de consumo de
alcohol.
El pasar tiempo en un lugar cerrado
con personas infectadas o en contacto cercano con una persona infectada aumenta
el riesgo de contraer un resfriado. El catarro común es una infección
transmitida por gotas,
lo que significa que se transmite principalmente a través de la inhalación de
pequeñas partículas que emite la persona infectada cuando tose, estornuda, o
exhala.
La poca humedad ambiental aumenta las
tasas de transmisión viral. Una teoría es que el aire seco provoca la
evaporación de agua, lo que permite que pequeñas gotitas con virus puedan
dispersarse a mayor distancia y permanecer en el aire por un periodo de tiempo
más prolongado.
Con
frecuencia el tocarse los ojos, la nariz o la boca con los dedos contaminados
transmite el virus. Este comportamiento aumenta un tanto la probabilidad de
transferencia de los virus de la superficie de las manos, lugar donde los virus
resultan inofensivos, hacia el tracto respiratorio superior, donde pueden
infectar los tejidos nasales. Algunos
estudios muestran que el lavarse las manos con frecuencia y disminuir el tocar
las membranas mucosas puede reducir la probabilidad de contraer un resfriado en
adultos.
Aunque los resfriados comunes son
estacionales, con más casos en invierno, no hay pruebas científicas de que una
exposición corta al frío incremente la susceptibilidad a la infección, lo cual implica que la variación por
estaciones viene dada por un cambio en el comportamiento, como por ejemplo el
hecho de pasar mayor tiempo en espacios cerrados, en contacto cercano con los
demás.
Un estudio demostró que la exposición
al frío hace que aparezcan síntomas del resfriado en un 10% de las personas así
expuestas, y que los sujetos que experimentan este efecto reportan con más
frecuencia la aparición de resfriados en general que aquellos no afectados por
exposición al frío.
Con respecto a la causa de los
síntomas, las investigaciones en el Centro del Resfriado Común de la Universidad de Cardiff condujeron a un estudio para
"probar las hipótesis de que un enfriamiento agudo de los pies causa el
comienzo de los síntomas del resfriado común". El estudio evidenció que los sujetos
tenían más síntomas de resfriado al cabo de 5 días, probablemente porque la
constricción de los vasos sanguíneos de los orificios nasales pueden llevar a
reducir la capacidad inmunológica en el tracto respiratorio superior.
Por otro lado, se sabe que en épocas
invernales el movimiento rítmico acelerado de los cilios nasales disminuye en presencia del
frío del otoño-invierno, lo que daría más tiempo para que los virus y las bacterias
pasen a través del moco y logren infectar células corporales.
Se suma a que las aves migratorias,
importantes vectores de los virus desde el otro hemisferio, dejan una estela de
virus en el aire, favoreciendo la aparición de epidemias.
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