LUJURIA es el deseo sexual desordenado e incontrolable. Existe un sentido no
sexual de la lujuria que se refiere a un deseo apasionado de algo.
La lujuria, en contraposición con las
conductas sexuales consideradas normales o aceptadas socialmente, es la
exacerbación, desorden o falta de control de los deseos sexuales que se
manifiesta en lo que podría calificarse como conducta sexual patológica.
La consideración legal, ética y moral
de los comportamientos considerados lujuriosos tiene características personales
y sociales. Así, hay que distinguir el comportamiento sexual humano que puede considerarse delito -según
la legislación de distintos países- como en general son la violación, pedofilia,
parafilia e incesto y dependiendo de los países el adulterio, la prostitución o
la pornografía, etc. de aquellos comportamientos sexuales individuales o
colectivos que pueden practicarse legalmente y pueden ser considerados
inadecuados o lujuriosos por otros individuos.
En general los comportamientos
lujuriosos tienen la exacerbación y el descontrol sexual como característica
fundamental que puede manifestarse en cualquier comportamiento sexual.
Esto tiene su explicación en el hecho
de que casi todo comportamiento que involucre estimulación sexual, dependiendo
de su intensidad, genera un goce cuya magnitud difícilmente puede compararse
con el goce generado por otras actividades, por lo que, bajo el supuesto de que
se comprenda el funcionamiento del mecanismo que origina dicho goce, surge
naturalmente lo cual a su vez depende del grado de egoísmo del sujeto que
experimenta el goce el deseo de experimentar un goce igual, o a ser posible
superior, mediante la repetición, constante o no, de dicho estímulo, siendo en
consecuencia la codicia por dicho goce lo que impulsa o puede impulsar a
abandonar la responsabilidad de controlarse en el ejercicio de la actividad
sexual, en pos de prolongar el goce experimentado.
En general
la moral sexual religiosa
es muy restrictiva en el comportamiento sexual humano considerado aceptable. Así califica muchas prácticas y
comportamientos sexuales como desordenados y lujuriosos. Sin embargo, muchas
religiones tenían y tienen deidades de la lujuria -a veces del amor y la
belleza-, sin que fueran moralmente reprobables.
La revolución sexual desarrollada durante la segunda mitad
del siglo XX en numerosos países del mundo
occidental desafió los
códigos tradicionales relacionados con la concepción de la moral sexual,
el comportamiento sexual humano, y las relaciones sexuales.
Los comportamientos sexuales
anteriormente considerados condenables, no solamente por las religiones sino
también socialmente, serán aceptados siempre que se produzcan con el
consentimiento de los participantes y se cumpla la edad de consentimiento
sexual. Desde este punto de vista la lujuria deja de ser considerada un desorden
sexual si no incumple ninguna de los límites anteriormente indicados.
La revolución sexual supuso la igualdad entre los sexos y la generalización en el uso de métodos anticonceptivos que supuso una separación clara de
reproducción y sexualidad.
Muchos de los cambios revolucionarios
en las normas sexuales de este período se han convertido con el paso de los
años en normas aceptadas, legítimas y legales en el comportamiento sexual.
La liberación sexual supuso la
reivindicación y recuperación plena del cuerpo humano y su desnudez,
de la sexualidad como parte integral de la condición
humana individual y social cuestionando el papel tradicional de la mujer y por tanto del hombre y de la institución por excelencia, el matrimonio.
La revolución sexual ha propiciado la generalización de
todo tipo de relaciones sexuales y la aceptación general de las relaciones sexuales prematrimoniales,
el reconocimiento y normalización de la homosexualidad y otras formas de sexualidad.
Asimismo se ha producido un aumento de
las parejas de
hecho -uniones sin
matrimonio-, el retraso en la edad de contraer matrimonio, la aparición de
hijos fuera del matrimonio, uniones
civiles y matrimonio entre personas del mismo
sexo, así como la aparición de nuevos tipos de familias
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