EL MERCADER DE VENECIA es una obra teatral
escrita por William Shakespeare entre los años 1596 y 1598, que no se publicó hasta
1600. Su principal fuente es la «Primera Historia del cuarto día» en Il Pecorone (1378), una colección de historias de Giovanni Fiorentino. Otras fuentes son el Zelauto, de Anthony Munday (contemporáneo
y amigo de William Shakespeare), y las Gesta
Romanorum
Bassanio,
un veneciano que pertenece a la nobleza pero es pobre, le pide a su mejor
amigo, Antonio, un rico mercader, que le preste 3000 ducados que le permitan enamorar a la rica
heredera Porcia. Antonio, que tiene todo su dinero empleado en sus barcos en el
extranjero, decide pedirle prestada la suma a Shylock,
un usurero judío. Shylock acepta prestar el
dinero con la condición de que, si la suma no es devuelta en la fecha fijada,
Antonio tendrá que dar una libra de
su propia carne de la parte del cuerpo que Shylock dispusiera.
Por voluntad de su padre,
Porcia debe casarse con aquel pretendiente que escoja de entre tres cofres (uno
de oro, otro de plata y un tercero de plomo) aquel que contenga el retrato de
ella. Bassanio elige el tercero, que es el correcto y se compromete con Porcia.
Ella le da un anillo como muestra de amor, y le hace prometer a Bassanio que no
se lo quitará. Lo mismo hace Nerissa, criada de Porcia, con Graciano, un amigo
de Bassanio.
Los barcos de Antonio se
hunden y la deuda no se paga. Shylock reclama su libra de carne, exigiendo que
sea de la parte más próxima al corazón. Tal situación desemboca en un juicio
presidido por el dux de
Venecia, al que asisten Porcia disfrazada de abogado y Nerissa de
ayudante. Porcia da la razón a Shylock y admite que éste, por ley, puede
cobrarse la libra de carne. Sin embargo sólo puede ser carne, y por lo tanto no
puede derramar ni una sola gota de sangre. Shylock desiste de su reclamo, y
pide luego el doble de lo que le debían, pero le dicen que si no accede al
cumplimiento del contrato se iría preso, salvo que done todas sus riquezas.
Así, el dux le quita sus riquezas, y le da la mitad a Antonio y la mitad al
estado. Antonio dice que le perdona su parte si se convierte al cristianismo y
le da sus propiedades a su hija Jessica, que Shylock ha desheredado por haberse
fugado y casado con Lorenzo, un cristiano.
El abogado y su ayudante
les piden como muestra de gratitud a Bassanio y a Graciano el anillo que lleva
puesto. Ellos al principio se niegan, pero terminan por entregárselo. Cuando
llegan a Belmont, casa de Porcia, ambos aparecen sin el anillo, por lo que son
recriminados; pero al final Porcia y Nerissa les muestran los anillos y
confiesan la verdad. Además, Porcia informa a Antonio que tres de sus barcos
han vuelto sanos y salvos.
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