domingo, 9 de noviembre de 2014

BUZO



Un BUZO es un buceador que realiza investigaciones, inspecciones o trabajos bajo el agua. Los buzos pueden trabajar en varios campos, como la ingeniería civil, el ingeniería militar, la perforación o el Gas Natural o la industria petrolera .

En la actualidad los buzos comerciales son trabajadores generalmente polivalentes, con conocimientos en soldadura, corte, explosivos, carpintería, hormigón, compuesto de inyección, las herramientas neumáticas e hidráulicas, el funcionamiento de las cámaras hiperbáricas, vídeo y fotografía submarina, maniobra de barcos, aparte de la utilización y mantenimiento de una amplia variedad de equipos de buceo. 

A diferencia de un buceador, en general, al buzo se le suministra gas respirable desde la superficie a través de una manguera de presión, parte integrante de su escafandra. Utiliza diferentes tipos de cascos y trajes de buceo en función del trabajo que debe realizar o las condiciones en que debe sumergirse. Han existido algunos modelos de "equipos de buzo" que eran autónomos y por tanto no se les suministraba aire desde la superficie, tales como, entre otros, los equipos de Rouquayrol - Denayrouze alimentados por una reserva de aire comprimido y  los trajes espaciales Dräger. 

Hoy en día los buzos que trabajan en el mantenimiento de puertos instalación y mantenimiento de cables submarinos, boyas de superficie, redes, etc. contención. Utilizan escafandra autónoma con chaleco estabilizador que les permite subir o bajar de acuerdo a diferentes profundidades a las que tienen que trabajar a poca profundidad en estos casos, por lo general menos de 10 metros. Mientras los buzos deben trabajar sólo en el lecho marino a profundidades donde el contenido de oxígeno en el aire comprimido no llega a ser tóxico, incluso por hiperoxia, aunque pueden respirar el aire de la superficie, quedando el límite acotado a una profundidad de aproximadamente 66 metros.

Más allá de esta profundidad, limitada por los peligros de la hiperoxia del aire comprimido, el buceador se puede sumergir respirando mezclas de gases que reducen el contenido de oxígeno, tales como Trimix o hydreliox. Si se controlan estrictamente y se preparan con antelación y suficiente cuidado las inmersiones con mezclas de gases permiten a buzos trabajar a profundidades de cerca de 200 o 300 metros, o incluso 500 metros, como los realizados en la década de 1970.

Los buzos comerciales, civiles o militares, también pueden bucear a profundidades de cerca de cien metros utilizando una escafandra, pero este tipo de equipo está diseñado para trabajos especiales y caros de realizar.

La escafandra rígido Newtsuit, es un modelo canadiense que puede trabajar hasta 300 metros de profundidad. Sus derivados, comercializados bajo la marca Hardsuit, pueden funcionar hasta 600 metros.

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