domingo, 30 de noviembre de 2014

BERBERÍA



BERBERÍA o costa berberisca es el término que los europeos utilizaron desde el siglo XVI hasta el XIX para referirse a las regiones costeras de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. El nombre deriva de los bereberes, entonces llamados berberiscos.

En Occidente, el término normalmente se usa para hablar de los piratas y los comerciantes de esclavos que poblaban esas costas y basaban en estas actividades su economía y que suponían una amenaza constante para las embarcaciones comerciales e incluso para las ciudades costeras del Mediterráneo. Corresponde, aproximadamente, a lo que es hoy el Magreb.

Aunque fue unificado durante breves espacios de tiempo por el Imperio almohade y por los háfsidas, el territorio prácticamente nunca tuvo un gobierno unificado. Antes del siglo XVI, estaba dividido entre Ifriqiya, en Marruecos, y Tlemcen o Tiaret en Argelia. Los europeos consideraban que su «capital» era Trípoli, en lo que es ahora Libia, aunque Marraquech era la ciudad bereber más importante de la época. Otros consideraban que Algiers o Tánger la capital.

Desde el siglo XVI en adelante, se encontró dividida entre Marruecos, Argelia, Tunicia hoy Túnez y Tripolitania hoy Libia. Entre los gobernantes más célebres de estos territorios estuvieron el pachá o bey de Argel, el bey de Túnez y el bey de Trípoli, todos ellos tributarios del sultán del Imperio otomano, pero con gran autonomía de gobierno.

En la historia de España, la región tiene una gran relevancia como patria de acogida de los moriscos, quienes a lo largo de los gobiernos de Felipe III y Felipe IV fueron especialmente activos en acciones de piratería.

La República de Salé, por ejemplo, estuvo gobernada por piratas berberiscos, que aprovechando los conocimientos de las costas españolas de los moriscos, asolaron el Levante español durante buena parte del siglo XVI.

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