El JABEQUE, es una embarcación de vela triangular, con
la que también se podía navegar con remos.
Surge en el
siglo XV, probablemente como barco de pesca, y fue adoptado por los corsarios argelinos
y tunecinos de Berbería en sus incursiones contra las costas y la navegación
cristiana en el Mediterráneo e
incluso las costas de las islas británicas.
Inicialmente el jabeque berberisco era
propulsado por velas y remos, aunque la vela es el sistema preferido de
navegación, empleando los remos solamente para complejas maniobras.
A finales del siglo XVII los corsarios
magrebíes modifican la estructura del jabeque suprimiendo los remos, lo que da
lugar a un buque de casco alargado, fácil para elaborar difíciles maniobras y
de poco calado, con tres mástiles que llevaban como aparejo velas triangulares.
Lo más característico era la inclinación hacia delante del palo de trinquete.
Su velocidad, unida a la artillería
que empezaron a montar en el siglo XVII, lo hacían temible. La artillería solía
ser de unos 20 cañones en una batería descubierta sobre la cubierta. Durante
los siglos XVI, XVII y XVIII, los corsarios argelinos y tunecinos realizaban
frecuentes incursiones contra las costas del Mediterráneo, sembrando el terror
entre las poblaciones costeras. Asimismo, a lo largo de la primera mitad del
siglo XVII, capturaron alrededor de 500 barcos en las costas de las islas
británicas entre 1609 y 1616 fueron capturados 466, además de 27 naves
capturadas cerca de Plymouth en 1625, llegando incluso a atacar
pueblos de, sobre todo, Devon y Cornualles.
En 1631, en un episodio conocido como
el saqueo de Baltimore, 107 habitantes de Baltimore, en el sur de Irlanda,
fueron capturados y llevados como eslavos. En
la segunda mitad del siglo, entre 1677 y 1680, fueron capturados 160 naves
británicos, con entre 7000 y 9000 personas llevadas como eslavos.
Construido en Cartagena 1750, un buen
ejemplo de jabeque español sería el Gitano. Fue Antonio
Barceló quien ordenó la clasificación de los jabeques. Éstos se
distinguían entre: Grandes, de 680 toneladas, y armamento de 38 cañones.
Medianos, de 420 toneladas, y un
armamento similar, para operaciones especiales. De este tipo se construyeron 4:
San Fulgencio, Murciano, San
Raimundo y San
Leandro. Pequeños, de unas 275 toneladas y 20 cañones, destinados a
guardacostas y vigilancia costera.
Además del
jabeque clásico, los españoles y franceses modifican la estructura de éste y
crean, a mediados del siglo XVIII, la llamada polacra-jabeque. La diferencia
fundamental con el jabeque era el aparejo. En lugar de las velas triangulares
portaban velas cuadradas en los palos mayores y trinquete.
Estaban
dotados de una batería de artillería que oscilaba entre 16 y 24 cañones.
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