jueves, 4 de diciembre de 2014

ALOPECIA



ALOPECIA es la pérdida anormal o rarefacción del cabello, por lo que el término se considera un sinónimo de calvicie. Puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, como las pestañas, axilas, región genital y barba.

La alopecia puede clasificarse en multitud de grupos, según su origen y manifestaciones, pero la forma más frecuente es la alopecia androgénica, también llamada alopecia androgénetica o calvicie común, que es responsable del 95% de los casos y afecta principalmente a los varones, menos frecuentemente a las mujeres, y debe su nombre a que está provocada por la acción de las hormonas masculinas o andrógenos sobre el folículo piloso, provocando su miniaturización progresiva. Otras formas comunes de alopecia son la alopecia areata, en la que la perdida del pelo no es definitiva y se circunscribe comúnmente a un área determinada; la alopecia universal que es la forma extensa de la alopecia areata; y la alopecia cicatricial que está provocada por una destrucción del folículo piloso y es por lo tanto irreversible. Existen muchas variedades de alopecia de presentación menos frecuente que pueden estar originadas por causas genéticas, medicamentos, infecciones cutáneas, traumatismos, deficiencias nutritivas y ciertas enfermedades de la piel o generales.

El término alopecia fue descrito por el dermatólogo francés Raymond Sabouraud y deriva del griego alopex zorro, debido a que este animal cambia de pelo dos veces al año.

El pelo humano presenta tres etapas en su desarrollo normal. La primera y más larga es la fase anágeno o anágena o de crecimiento, que dura entre 2 y 6 años, durante la cual el pelo crece un centímetro al mes por término medio; le sigue la fase catágeno o catágena o de reposo, que dura unos 20 días; y, por último, la fase de telógeno o telógena o de caída, período que dura alrededor de 3 meses. Por término medio en un día se pierden alrededor de 40-60 cabellos, que en condiciones normales van siendo sustituidos por otros nuevos que genera el folículo piloso.

Cada cabello crece de un folículo piloso, y cada folículo piloso sigue su propio ciclo, que es independiente de los que están a su alrededor. Por ello, en un momento determinado, cada cabello se encuentra en una fase diferente de su ciclo de vida. En el cuero cabelludo de una persona sin alopecia existen entre 100.000 y 150.000 cabellos, de los que un 85% están en fase anagén o período de crecimiento, un 1-2% en catagén o fase de reposo y un 13-14% en fase telogén o de caída.

Debido a que las enfermedades que pueden producir alopecias son múltiples, es importante en dermatología establecer una clasificación de las mismas para facilitar su diagnóstico y tratamiento. En general, las alopecias se dividen en 2 grandes grupos: alopecias cicatriciales y alopecias no cicatriciales. En las alopecias no cicatriciales que constituyen la inmensa mayoría de los casos, el pelo se pierde, pero el folículo piloso que lo produce está intacto, por lo que son potencialmente reversibles y es posible la recuperación con algún tratamiento. En cambio, en las alopecias cicatriciales tiene lugar la destrucción del folículo piloso por algún mecanismo, bien de tipo inflamatorio, infeccioso o traumático, y en consecuencia, la pérdida de pelo es irreversible. Algunas enfermedades crónicas del cuero cabelludo pueden provocar en una primera fase alopecia no cicatricial y después de un período de evolución más o menos largo, ésta se convierte en cicatricial.  Las alopecias no cicatriciales más frecuentes son la alopecia androgénica o calvicie común, la alopecia areata, el efluvio telógeno y algunos tipos de tinea capitis que son infecciones por hongos que afectan al cuero cabelludo. Las alopecias cicatriciales son poco frecuentes, pueden ser congénitas, como la aplasia cutis congénita, provocadas por ciertos agentes infecciosos, como en el caso del favus, la lepra o el querion de Celso, originadas por tumores malignos que afectan al cuero cabelludo o debidas a otras enfermedades de la piel o generales, como el lupus eritematoso cutáneo, la esclerodermia, el liquen plano, la pseudo pelada de Brocq y la foliculitis de calvante.

Otra forma de realizar la clasificación es basándose en su extensión, si afectan a una región concreta se llama alopecia circunscrita, mientras que si la afectación es más general, se denomina alopecia difusa. También pueden dividirse en alopecias congénitas cuando se deben a algún trastorno presente desde el momento del nacimiento y adquiridas cuando se desarrollan en la vida adulta. Basándose en la causa, se clasifican como hereditarias, de origen infeccioso, tumorales, por dermatosis, por enfermedades generales y de causa traumática.

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