miércoles, 4 de noviembre de 2015

RETRETE



Se denomina RETRETE, inodoro o escusado al elemento sanitario utilizado para recoger y evacuar los excrementos y la orina humanos hacia la instalación de saneamiento y que impide, mediante un sistema de sifón de agua limpia, la salida de los olores desagradables de la cloaca hacia los espacios habitados. Generalmente los inodoros se fabrican de porcelana, pero también de acero inoxidable y cualquier otro material impermeable y liso.

El nombre de inodoro viene de que es el primer aparato sanitario que tuvo un cierre hidráulico para evitar la salida de olores, mucho más necesario que en los otros aparatos. Antes de la aparición de este sistema, evidentemente era maloliente, y se encerraba en un local pequeño, exclusivo para ese uso, que tenía el nombre de retrete que viene de retirete, retiro pequeño. Como de todos modos, tras su uso, quedan olores en el local, en los países fríos se conservó esa separación en un local específico, que podía ser ventilado sin necesidad de enfriar el aire del cuarto de aseo o baño, en el que es habitual desnudarse. El resto de los aparatos adoptó también el cierre hidráulico, luego, teóricamente, también podrían llamarse inodoros.

La particularidad del inodoro consiste en que tiene un desagüe acodado, de modo que queda retenida agua en él, formando un cierre hidráulico o sifón, que impide el paso de olores desagradables. El arrastre de la materia orgánica al saneamiento requiere un dispositivo que produce una descarga de gran caudal de agua en tiempo muy corto, dejando nada más que agua limpia en el codo del cierre hidráulico. Este dispositivo puede ser una cisterna o una válvula especial llamada fluxómetro.

Las cisternas, que pueden ser altas fijas a la pared a una altura de casi dos metros o bajas, disponen de un mecanismo de llenado, con una válvula de nivel, que corta la entrada de agua cuando llega a un nivel determinado, y de otro de descarga, accionado por el usuario. Por su posición, la cisterna alta requiere menos cantidad de agua para funcionar.

En algunos aseos públicos y hoteles, para evitar el vandalismo, se emplean cisternas empotradas tras el paramento que sostiene el inodoro, situadas a mayor altura que la cisterna baja y menor que la alta, de modo que de la cisterna solamente se ve el pulsador de accionamiento, siendo lo suficientemente grande como para servir de registro de la cisterna para reparaciones.

En aseos colectivos, en que la frecuencia de uso pueda ser grande, se emplean los fluxómetros, que evitan tener que esperar el tiempo necesario para el llenado de la cisterna entre uso y uso. Sin embargo debe limitarse el uso de este dispositivo, porque exige tuberías de mayor diámetro y, si la instalación tiene muchos aparatos de este tipo conectados, puede exigir una instalación propia, distinta de la normal. Por contra tiene la ventaja, en aseos públicos colectivos, de que es más difícil estropearlo por vandalismo.

El inodoro de pedestal está diseñado para que la persona que lo usa lo haga en posición sentado tanto para defecar como para orinar. Por ello tiene una altura de alrededor de 40 cm y una placa especial para apoyar los muslos con comodidad.

Sin embargo, es tradicional que los varones lo utilicen en posición de pie para orinar usando el pene para orientar la orina hacia el interior del artefacto. Existen opiniones que cuestionan este uso por parte de los varones: la mayoría de los consejos para enseñar a los niños a usar el artefacto y las propuestas de algunos políticos. Según estas propuestas los motivos para alentar el uso del inodoro en posición sentado en los varones son tener cuartos de «baños limpios de charcos y salpicaduras» y el hecho de que en esta posición se evacua la vejiga con mayor eficacia y que reduce el riesgo de problemas de próstata. Han realizado propuestas de este tipo Viggo Hansen del Partido de Izquierda de Suecia y el ministro taiwanés Stephen Shen. El artefacto diseñado para orinar en posición de pie es el mingitorio.

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