jueves, 5 de marzo de 2015

ANASAZI



Los ANASAZI eran un pueblo amerindio de la súper área cultural de Oasis América. Ocupaban, en varios grupos, la superficie de los estados actuales de Colorado, Utah, Arizona y Nuevo México.

Su civilización ha dejado varios vestigios monumentales y litúrgicos en distintos lugares, de los cuales dos han sido clasificados como patrimonio mundial por la Unesco. Los restos encontrados por los arqueólogos demuestran un conocimiento de la cerámica, el tejido y la irrigación.

Además, dibujaban símbolos que no han sido descifrados y observaban los desplazamientos solares. Se considera que los descendientes actuales de los anasazi son los indios pueblo entre ellos los zuñi y los hopi; aunque no se conoce con seguridad si hay continuidad étnica entre ellos y los antiguos anasazi, o si la continuidad es sólo geográfica.

La civilización de los anasazi desapareció completamente antes de la llegada de los europeos a América. Se ignora, ya que no hay pruebas escritas, con qué nombre se designaban a sí mismos los anasazi, y su posible conexión étnica con los pueblos modernos es materia de debate.

De hecho, el término anasazi es sólo el nombre que le dan los navajos contemporáneos al antiguo pueblo constructor de ciudades.

La palabra anasazi significa «antiguos enemigos», y con toda probabilidad no habría estado relacionado étnicamente con los navajos sino con los indios pueblo. Se usa el término "indios pueblo" para referirse a todas las civilizaciones indias autóctonas con una arquitectura típica en pequeños pueblos, presumiblemente descendientes de los anasazi.

Los indios hopi utilizan más bien la palabra Hisatsinom, ya que consideran la palabra anasazi como despectiva. Por último, los historiadores reagrupan bajo la designación «anasazi» a distintas culturas similares que residieron en la misma zona: los hohokam, los mogollón y los pataya, desaparecidos todos antes del siglo XVI.

Se dispone de distintas fuentes para reconstruir la existencia de los anasazi:

Los relatos tradicionales de los pueblos amerindios transmitidos oralmente. La artesanía y las creencias de los descendientes de los anasazi permiten formular una serie de hipótesis serias.

El testimonio de los conquistadores españoles que exploraron la región a partir del siglo XVI. La expedición más importante fue la de Francisco Vázquez de Coronado, que buscaba la ciudad de oro de Cíbola. Las crónicas y cartas enviadas por los exploradores son una fuente muy importante de informaciones siempre que se tomen con precaución.

A finales del siglo XIX, los granjeros Charley Mason y los hermanos Wetherill descubrieron los principales emplazamientos anasazi. Las excavaciones arqueológicas empezaron realmente con el sueco Gustav Nordenskjöld. El clima árido de la región permitió una buena conservación de millares de objetos en fibra vegetal lanzaderas —atlatl— de maderaflechas de caña, tejidos de algodónanimaltendonescueros. Varios esqueletos han sido estudiados por los antropólogos, lo que ha proporcionado datos sobre la salud, la alimentación y la morfología de los anasazi.

Según las últimas teorías, los primeros asentamientos humanos en América datan de al menos veinte mil años. Los paleo indios se sedentarizaron en el suroeste de América del Norte hace unos doce mil años. Los arqueólogos han desenterrado herramientas líticas de esta población en el asentamiento de Clovis. Cazaban grandes animales que se extinguieron rápidamente, mamuts.

Tras la última glaciación, el clima se hizo más seco y caluroso. En América Central los olmecas practicaban las plantaciones de maíz desde el segundo milenio antes de Cristo. Fueron sustituidos por las sucesivas civilizaciones de Teotihuacán, zapotecas, y aztecas. Estos últimos eran contemporáneos del apogeo de la civilización anasazi. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, las culturas amerindias sufrieron mutaciones radicales. Los grandes imperios desaparecieron y las distintas tribus Pueblos sustituyeron a los anasazi.

La historia de los anasazi sigue siendo un misterio debido a la ausencia de rastros escritos. La arqueología permite sin embargo establecer unas fases cronológicas de fechas aproximativas. La región del suroeste de los Estados Unidos fue ocupada por poblaciones de tradición Sohara 5500 a. C. - siglo IV.

Los Basketmakers —cesteros— se implantaron en los territorios montañosos y semiáridos poco antes de la era cristiana. Los anasazi sucedieron a los Cesteros hacia el siglo VIII. La sedentarización progresiva de los cazadores-recolectores asociada al desarrollo de la agricultura, produce la emergencia de una nueva cultura llamada de los Pueblos, en referencia a las poblaciones construidas con ladrillos que los anasazi de Mesa Verde instalan abrigándose en los acantilados de los grandes cañones de Colorado. El inicio de esta cultura periodo Pueblo I, del 700 al 900 se caracteriza por pequeñas casas solitarias y el cultivo del algodón. El periodo Pueblo II del 900 al 1100 marca el apogeo de la cultura anasazi, firmado por un enriquecimiento de los adornos. El periodo Pueblo III del 1110 al 1300 marca el deterioro de la cultura y su repliegue a Mesa Verde con unos poblados trogloditas rudimentarios.

A partir del año 1300, los anasazi se refugian en el valle de Río Grande y en el centro de Arizona. Se pierden sus huellas poco antes de la llegada de los españoles. Las razones de este éxodo no son conocidas. Existen varias hipótesis: un cambio climático que amenazó las cosechas, un medio deteriorado que redujo las tierras cultivables disponibles, sobrepoblación, problemas políticos, tal vez guerras. No obstante, dada la ausencia de documentos escritos y la limitación de los conocimientos actuales no es posible probar ninguna de dichas hipótesis.

Si bien muchos aspectos de la historia de los anasazi no son conocidos debido a la inexistencia de fuentes escritas, existe evidencia material de que ejercieron una presión creciente sobre el ambiente. Esto podría haber provocado un "colapso" ecológico provocado por la sobrexplotación de los bosques cercanos, lo cual a largo plazo podría haber tenido efectos adversos en el clima de la región y el nivel de erosión del terreno. De hecho el caso de la cultura anasazi es uno de los ejemplos arquetípicos tratados por Jared Diamond en su libro Colapso: por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen dedicado al colapso social de diversas culturas antiguas por problemas de falta de sostenibilidad ecológica.

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