domingo, 3 de agosto de 2014

ANDORRA



El Principado de ANDORRA es un pequeño país soberano del suroeste de Europa, constituido en Estado independiente, de derecho, democrático y  social, cuya forma de gobierno es el coprincipado parlamentario. Su territorio está organizado en siete parroquias con una población total de 76 098 habitantes. Su capital es Andorra la Vieja.

Tiene una extensión de 468 km² y está situado en los Pirineos, entre España y Francia, con una altitud media de 1996 metros sobre el nivel del mar. Limita: por el sur con España, con las comarcas catalanas de Cerdaña, Alto Urgel y Pallars Sobirá; y por el norte con Francia, limitando con el departamento de Ariège, en la región de Mediodía-Pirineos.

Su sistema político tiene como jefes de Estado a los copríncipes de Andorra: el obispo de Urgel, actualmente Joan Enric Vives I Sicília; y el presidente de la República Francesa, en la actualidad François Hollande. El actual jefe de Gobierno es Antoni Martí Petit. El idioma oficial es el catalán.

No tiene fuerzas armadas propias y su defensa es responsabilidad de España y Francia. En caso de emergencias o desastres naturales, como por ejemplo las inundaciones que ocurrieron en el año 1982, se convoca al somatén, formado por los cabezas de familia con nacionalidad andorrana.

Durante mucho tiempo pobre y aislado, consiguió una notable prosperidad desde la Segunda Guerra Mundial a través del turismo y, especialmente, por su condición de paraíso fiscal, condición que perdió para España desde el 10 de febrero de 2010.

El origen de la palabra Andorra es desconocido, aunque se han formulado diversas teorías al respecto.
Una teoría sugiere que Andorra podría derivar del árabe al-Darra, cuyo significado es ‘bosque’. Cuando los sarracenos invadieron la Península Ibérica, los valles de los Pirineos estaban formados por grandes extensiones de bosques, y otros pueblos, de regiones también dominadas por los musulmanes, recibieron esta denominación.
Otras teorías sugieren que deriva del término navarro andurrial, que significa ‘tierra cubierta de arbustos’.
Por otro lado, la etimología popular afirma que Carlomagno había nombrado la región en referencia al valle bíblico canaanita de Endor o Andor, donde los madianitas habían sido derrotados.

Durante el periodo del mesolítico, pequeños grupos de humanos se asentaron en grutas próximas al Gran Valira, como en la Balma de la Margineda, y otros puntos del territorio como Pal, La Massana y Ordino, donde el 5 de junio de 2001 se encontró un sarcófago fabricado con losas de pizarra y que contenía restos humanos, brazaletes y recipientes de cerámica con alimentos.

Debido a la fertilidad de las tierras, estos grupos las cultivaron y se establecieron definitivamente, recibiendo de los pueblos que pasaron por su territorio, la cultura del bronceal beneficiarse de los metales que habían en Arinsal.

La primera referencia escrita sobre los andosinos, se encuentra en la descripción que hizo el historiador griego Polibio sobre el paso de Aníbal por los Pirineos. Durante el siglo V, el Imperio romano sucumbe a los visigodos, que ocupan la Galia meridional y parte de Hispania.

Trescientos años después, los musulmanes conquistan ese territorio, traspasando la frontera con el Reino franco. En el año 732, Carlos Martel los derrota en la batalla de Tours, frenando su expansión hacia el Norte, aunque continúan asentados en los Pirineos. Posteriormente Carlomagno crea la Marca Hispánica y su sucesor Luis el Piadoso integra, en el año 817, Andorra en el Imperio carolingio.

En la Edad Media los valles de Andorra pertenecían al Condado de Urgel desde 839, al ser cedidos por Carlos el Calvo de la Francia Occidental, actual Francia a Sunifredo I, en el año 839. Con la expansión de este condado hacia el sur, donde había terrenos más fértiles, las zonas montañosas dejaron de tener interés para el conde y, en el año 1133, Ermengol VI cede todos los bienes y derechos adquiridos sobre los valles de Andorra al obispo de Urgel. En el 1095, el obispado a cambio de protección militar, cedió sus derechos políticos, militares y judiciales a la familia Caboet, aunque conservó la soberanía sobre Andorra, transformando el dominio territorial en un señorío episcopal. En 1185, Arnalda de Caboet contrajo matrimonio con Arnaldo I de Castellbó. El matrimonio de Roger Bernardo II de Foix y Ermesinda de Castellbó, en 1208, supuso el dominio feudal de Andorra por parte de los condes de Foix, quienes irían aumentando su poder en Bearne, Reino de Navarra y, siglos más tarde, el Reino de Francia.

Como consecuencia de los conflictos entre Roger Bernardo III de Foix y Pedro de Urtx, el 8 de septiembre de 1278 se firma el primer pariaje en Lérida, que fija los límites del poder de cada señor, representa la fundación del Principado de Andorra y define las obligaciones de los andorranos en materia de diezmos y asuntos militares, por lo que se formó un "condominio feudal", aunque esto no le preocupa a la Corona de Aragón, ya que el condado de Foix era vasallo suyo y Andorra estaba dentro de las fronteras de la corona. Diez años después, como consecuencia de la construcción de una iglesia fortificada en san Vicente de Enclar por parte del conde de Foix, desde donde podía vigilar las actividades del obispo de Urgel, se firmó el segundo pariaje en 1288. Este segundo tratado otorga, entre otros aspectos, el derecho a nombrar por ambas partes unos notarios que ostenten su representación en el Principado. En 1396 Martín el Humano, se anexionó los valles de Andorra, ya que estaba aumentando el poder de Francia y el del C. Foix, pero se los devolvió a la casa de Foix 4 años más tarde.

En 1419 se creó el Consejo de la Tierra, formado por dos o tres representantes de las 6 parroquias, con el objetivo de defender los intereses locales. De nuevo volvió a anexionárselos Fernando el Católico en 1512, en su lucha contra los Albret de Navarra y contra los condes de Foix; pero los reintegró un año más tarde a Germana de Foix, que había de ser su segunda esposa. Carlos V ratificó esta donación y renunció a todos sus derechos del Principado de Andorra, excepto al de nombrar obispo, que ha sido retenido hasta la actualidad, que fue agregado a la corona francesa por Enrique III de Navarra y IV de Francia ese mismo año, y su hijo en 1620 Luis XIII, lo declara unido a Francia hasta la Revolución, en el que Francia renunció a sus derechos temporalmente y el obispo de Urgel la gobernó para si mismo, hasta que Napoleón volvió a aceptar la soberanía hasta 1814, cuando fue liberada por Inglaterra y sus aliados y se formalizó un condominio entre Urgel y Francia, en el que se reconocía su independencia, y por eso los jefes de Estado serán el obispo de la Seo de Urgel y el Rey de Francia, en la actualidad, el Presidente de la República Francesa.

En la sociedad andorrana anterior al siglo XVII sólo existían dos grupos sociales en el Principado: los focs que eran familias o casas andorranas existentes desde hacía siglos y que tenían recursos económicos suficientes para pagar los impuestos del Consell General o Parlamento, y los casalers, grupo formado por las casas más pobres. En la vida política únicamente podían participar los miembros pertenecientes al primer grupo cuyo número era de 179 casas frente a las 600 de los casalers.

En el año 1866 se inició, por Guillem d'Areny Plandolit y Antón Maestre, un proceso democratizador con la Nova Reforma, que concedió una participación más activa al pueblo andorrano en el gobierno del país. Las principales modificaciones fueron:
Derecho de voto para todos los cabeza de familia.
Incompatibilidad entre el cargo de Consejero General y el de Cònsol o Consejero del Común y duración de los cargos por cuatro años.
Renovación de los consejeros -generales o del Común- cada cuatro años.
Limitación del número de consejeros del Común en cada parroquia.
Creación del cargo de Comisionado del Pueblo, con la finalidad de fiscalizar o controlar a la Administración y las cuentas públicas.

Desde el 18 de agosto hasta el 9 de octubre de 1933, un destacamento de gendarmes franceses ocupó Andorra debido a los altercados producidos para conseguir el sufragio universal y a la lucha, más o menos encubierta, entre el Consejo General, Consell General y los copríncipes. Paralelamente, los obreros de FHASA que construían la carretera desde Andorra la Vieja hasta el Pas de la Casa, y provenientes de España afiliados a la CNT y FAI, iniciaron una huelga para reivindicar mejoras en sus condiciones de trabajo.

El único periodo histórico durante el cual Andorra no dependió de ningún otro estado, salvo un periodo de anexión directa a Francia por Napoleón entre 1812 y 1814, fueron unos días en 1934, en los cuales el Barón de Orange, un ciudadano ruso llamado Boris de Skossyreff, se autoproclamó y coronó rey de Andorra y, en apenas nueve días, proclamó una constitución, un boletín oficial y varios decretos, además de declararle la guerra al Copríncipe episcopal, el Obispo de Urgel. Ante el reinado de Boris I, el 8 de julio Francia comunicó oficialmente que no intervendría en Andorra. El Obispo de Urgel no tardó en actuar por la fuerza el día 21 de ese mismo mes, pidiendo ayuda a cuatro guardias civiles y un sargento españoles con base en el cuartel de la Seo de Urgel, que acompañaron al supuesto monarca hasta la frontera hispano-andorrana. Los habitantes del Principado no hicieron nada por impedirlo, viéndole marchar hacia Seo de Urgel detenido y esposado. A la mañana siguiente fue trasladado a Barcelona y puesto a disposición del juez Bellón. Reaparecería durante febrero de 1938, en Aix-en-Provence, reivindicando el trono andorrano, aunque fue detenido por las autoridades francesas y juzgado el 21 de marzo de 1938.

En 1936, con motivo de la Guerra Civil Española, se repitió la presencia de gendarmes franceses, comandados nuevamente por el coronel René Baulard hasta 1940, año en que Francia se rinde al ejército alemán. La Guerra Civil Española y la consiguiente victoria del bando franquista, además del estallido de la II Guerra Mundial y la invasión de Francia por parte de los alemanes de Hitler, dejó al país en una difícil tesitura, amparada por el Gobierno de Vichy dirigido por el Mariscal Petain, tuvo que simpatizar forzosamente con los regímenes nazi y de Francisco Franco para mantener su neutralidad, aprovechando esta situación para organizar cadenas de evasión destinadas a pasar judíos perseguidos por la Gestapo, así como oficiales y soldados aliados hacia España. Finalmente, en 1944, debido a las incursiones de maquis desde Andorra hacia España, el general de Gaulle envió a un contingente de gendarmes para evitar la invasión franquista de Andorra. A su vez, el Copríncipe episcopal también envió un destacamento de guardias civiles, permaneciendo, tanto franceses como españoles, hasta 1945.

El 14 de enero de 1982 entró en funciones el primer gobierno andorrano, presidido por Òscar Ribas Reig. La última fecha histórica es el 14 de marzo de 1993, cuando se aprobó en referéndum la segunda Constitución escrita de su historia, que desarticuló las últimas reminiscencias feudales del Principado al declarar al pueblo andorrano como único soberano del Estado.

La superficie de Andorra, englobada en la península ibérica, es de 468 km², siendo un país montañoso, con 65 picos de más de 2.500 m de altitud. La montaña más alta es el pico de Comapedrosa que, con una altitud de 2.942 msnm, está situado en la cordillera de los Pirineos, enclavado entre la frontera de España y Francia. Es una región de escarpados picos montañosos y estrechos valles por donde fluyen numerosos cursos de agua que se unen para formar los tres ríos principales: el río Valira del Norte, el río Valira de Oriente y el río Gran Valira. Hay grandes extensiones boscosas de pinos y abedules debido al clima mediterráneo de alta montaña del que goza el país. En 2004, el valle de Madriu-Perafita-Claror fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El idioma oficial de Andorra es el catalán, es el único estado que lo tiene como único idioma oficial. Aunque la realidad lingüística es el resultado de la gran transformación demográfica que ha vivido el país desde la segunda mitad del siglo XX: en 1940 las personas extranjeras residentes en el país representaban sólo el 17%; en 1989 representaban el 75,7% —máximo histórico— y en 2007 son alrededor del 65%. También suele oírse el francés, obviamente por la situación fronteriza del Principado. Recientemente ha habido un incremento significativo de la población de habla portuguesa.

De acuerdo con el Servicio de Política Lingüística del gobierno andorrano, el catalán es la lengua materna del 49,4% de la población de nacionalidad andorrana, pero sólo el 29,9% de la población total lo utiliza. Por el contrario, el español es la lengua materna más extendida entre la población del Principado. A pesar del crecimiento de la población de nacionalidades andorrana y portuguesa, el 43,4% declaró que el español es su lengua materna. El estudio muestra que en los últimos años se ha producido un deterioro de la posición de la lengua catalana en favor del español.

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