lunes, 22 de agosto de 2016

CHIRIMOYO



El chirimoyo es un árbol caducifolio de crecimiento lento, que puede adquirir en su madurez una altura de 7 a 8 m, y exuberante follaje; de porte erguido y a veces ramificado irregularmente. El tallo es cilíndrico, de corteza gruesa. Posee un sistema radicular muy superficial y ramificado, originando dos o tres pisos a diferentes profundidades, pero poco profundos.
Las hojas, con peciolos de 6-12 mm, son simples, enteras, muy finas, de disposición alterna y de forma ovalada u ovada-lanceolada y con el envés tomentoso. Las yemas son compuestas y pueden originar brotes mixtos.
Las flores, de seis pétalos amarillentos jaspeados de púrpura, hermafroditas, son muy aromáticas, poco llamativas, solitarias o en ramilletes de dos o tres, sobre un corto e inclinado pedúnculo inserto en las axilas de las hojas. El cáliz consta de 3 sépalos de color verde oscuro, pequeños (2-4 mm) y de forma triangular. La corola está formada por seis pétalos dispuestos en dos verticilos; los tres pétalos exteriores bien desarrollados son carnosos, miden de 2,5 a 4 cm de longitud y la parte superior tiene forma aquillada o triangular; los tres pétalos internos son rudimentarios, en forma de escama, ovalados o triangulares, e incluso ausentes. La parte masculina de la flor consta de numerosos estambres (150-200), dispuestos helicoidalmente muy juntos sobre un receptáculo, formando una masa compacta y blanca oprimida por los pétalos. La parte femenina posee también elevado de número de carpelos (de 100 a 200), con un solo óvulo, dispuestos en espiral, formando un cono compacto en cuyos extremos se encuentran los estilos y estigmas. Al fecundarse los óvulos se desarrolla un fruto compuesto sincárpico, como consecuencia de la fusión de los carpelos alrededor de un receptáculo carnoso de forma alargada y cónica. Cuando la polinización es inadecuada y sólo se fecundan algunos óvulos de manera irregular, los frutos que se forman son asimétricos y deformes. La piel es fina y delicada, la superficie del fruto presenta marcas en forma de U que se corresponden con la zona de unión de los carpelos, pudiendo ser lisa o con pequeñas protuberancias. El peso puede oscilar entre 200 y 800 g. El color del fruto, según la variedad, puede ir de verde claro a verde oscuro. La pulpa es blanca, cremosa y moderadamente jugosa, con numerosas semillas de 1 cm de color desde marrón muy oscuro a negro, volviéndose de color chocolate en unas pocas horas al aire y la luz. Son obovoidas, ligeramente aplanadas, de superficie brillante con hinchazones y con un rodete ecuatorial periférico más o menos continuo e interrumpido en el ápice, ápice que es oblicuamente truncado al nivel del hilo. El endospermo es ruminado y envuelto en un tegumento fibroso íntimamente pegado a este último y al endocarpio, penetrando en las profundas fisuras e irregularidades (ruminaciones laminiformes) de su superficie.
Originario de Perú, el fruto se distribuyó hacia Ecuador y Colombia, en áreas comprendidas entre los 1.500 y 2.200 msnm -donde ya era cultivada desde el año 200 d.C.-, aunque, a falta de estudios complementarios, no se puede descartar que América Central y México sea un centro de origen secundario.
Se introdujo en el sur de España antes de 1751,8 en la zona de Motril,Salobreña, Almuñécar y parte de Málaga, de donde probablemente se llevó a Italia y a la lsla de Madeira (Portugal).
En la zona mediterránea también se encuentra bien adaptado en Israel,Egipto, Grecia, Reggio Calabria (Italia) y Argelia, pero, de hecho, su cultivo se ha extendido a todos los continentes.
El árbol de chirimoyo requiere de climas secos donde no llueva mucho y donde la temperatura no presente extremos de calor ni de frío. En el trópico busca para crecer alturas entre 1000 y 2000 msnm y es sensible a los ataques de hongos y otras plagas.
Los emplazamientos sin grandes fluctuaciones de temperatura y humedad son los más propicios para este cultivo. Las condiciones ideales para obtener un buen cuajado de frutos son temperaturas entre 25 y 28 °C y humedades relativas entre 60-70 % durante la época de floración. La temperatura media que se acepta como límite para el cultivo de esta especie es la de 13 °C, en los meses más fríos. Por debajo de esta temperatura existe mayor dificultad para obtener frutos comestibles. Es un árbol muy susceptible a las heladas y a temperaturas por debajo de -2 °C, se pueden ocasionar daños tanto en la madera como en las hojas y frutos, irreparables si estas temperaturas permanecen durante algunas horas. En época de floración las temperaturas superiores a 30 °C, junto con bajas humedades relativas, afectan negativamente a la fecundación al provocar pérdida de receptividad estigmática.
Los vientos fuertes también son perjudiciales para el chirimoyo ya que sus ramas más jóvenes pueden doblarse por acción del mismo, provocando una mala formación del árbol. También el viento puede tener un efecto negativo sobre los frutos en su etapa de maduración en el árbol, ya que la piel puede verse dañada debido a los roces que se producen con la ramas.
El chirimoyo, igual que las demás especies del géneroAnnona que se cultivan, se adapta a diversos tipos de suelos, como pueden ser arenosos, limo-arenosos, o arcillosos, e incluso se ha visto que crecen bien en suelos pedregosos, con la única exigencia de que éstos tengan un buen drenaje, puesto que no soportan los encharcamientos.

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