jueves, 4 de diciembre de 2014

MAFIA



MAFIA es un término utilizado a nivel mundial que se refiere a una clase especial de crimen organizado, extendido desde su origen en Italia meridional a cualquier grupo del crimen organizado con similares características independientemente de su origen o lugar de acción.

La Mafia nació en la región de Sicilia, Italia, en donde se autodenominó Cosa Nostra. En su origen era una confederación dedicada a la protección y el ejercicio autónomo de la ley, justicia vigilante y, más adelante, al crimen organizado. Sus miembros se denominaban a sí mismos «mafiosos», es decir, ‘hombres de honor’. Los miembros de los distintos clanes mafiosos emplean una serie de «códigos de honor», inviolables, de los cuales el más conocido es la omertà o ley del silencio.

Según el historiador Paul Veyne el Imperio Romano tenía la estructura de una gran mafia, en la cual no existían restricciones para la ley del más fuerte y sólo el clientelismo permitía la supervivencia de los débiles, pobres o pequeños. El fraude, la estafa, el robo y la violencia, incluyendo las violaciones, no eran considerados delitos criminales o penales sino privados, civiles y, al no existir la policía, cada ciudadano debía tomarse la justicia por mano propia. Los jueces se dedicaban únicamente a dirigir el proceso para que un jurado decidiera la inocencia o culpabilidad pero la búsqueda del culpable así como la ejecución de la sentencia corría por cuenta de la víctima. No existía un poder público que pudiera poner un límite a una venganza personal. No existía un estado como lo conocemos ahora, el imperio estaba dominado por clanes. Todos estaban bajo la protección de otro jefe más fuerte. El derecho romano era una acumulación de jurisprudencias, muy diferentes en cada región del imperio. Lo único invariable era el proceso. Por eso el derecho penal era arbitrario.

Durante siglos, la región de Sicilia estuvo dominada por un sistema feudal que explotaba a miles de campesinos mientras una minoría gozaba de privilegios. Estas circunstancias se consideran decisivas para el surgimiento de la mafia. Por otro, la conducta delictiva se revelaba como la única manera de obtener privilegios en una sociedad que los reservaba sólo para los ricos terratenientes aliados de las autoridades políticas; pues a falta de una estructura de gobierno organizada y capaz de proteger a los habitantes de la isla, éstos se vieron obligados a fortalecer los vínculos familiares como alternativa para obtener seguridad. Por esta razón los lazos de sangre son tan importantes en la mafia.

En el siglo XIX, surgió una figura clave: los gabellotti o recolectores de impuestos, que administraban las propiedades de los aristócratas. Ellos obtenían a cambio un porcentaje de las cosechas obtenidas, pero para acrecentar sus ganancias dividían las tierras en pequeñas áreas y las arrendaban a los campesinos, quienes también les otorgaban un porcentaje de la cosecha obtenida. De tal manera, los gabellotti cumplían la importante función social de mediadores entre los propietarios y los campesinos. Poco a poco se volvieron cada vez más poderosos e incurrieron en actos de corrupción: extorsionaban a los labriegos, se apropiaban indebidamente de pastizales para dar de comer al ganado y organizaban grupos de ladrones y cuatreros. Al mismo tiempo, de ellos dependía el abasto de alimentos en las ciudades, lo que les permitía llevar a cabo prácticas de extorsión y especulación en el mercado. Por esta razón se les considera a los gabellotti como antecedente directo de la mafia y su manera de hacer negocios.

Con la unificación italiana, la situación no mejoró y las promesas de bienestar y desarrollo se vieron incumplidas. Los jóvenes eran reclutados para el servicio militar y la mayor parte de la población vivía en la miseria, a merced de la nueva clase que ostentaba el poder político y económico. Una vez más, necesitaba hallar alguna forma de protegerse del gobierno y encontrar medios eficaces de subsistencia. La naciente mafia se reveló como la posibilidad más efectiva para lograrlo, cobró mayor fuerza y se fue estableciendo como un poder alterno.

En 1874 los índices de criminalidad en Sicilia habían crecido a un grado alarmante. El gobierno de Italia decidió poner orden y envió a cientos de efectivos militares a la isla. El conflicto provocó la caída del gobierno conservador y la emergencia de un gobierno de izquierda en el que la mafia se hallaba bien representada. La mafia siciliana se consolidó y ofreció al gobierno restablecer la calma en Sicilia. En realidad aprovechó la oportunidad para borrar del mapa a otros grupos enemigos.

La mafia, ahora aliada del Estado, aplastó movimientos obreros y miles de personas abandonaron la isla en busca de mejores condiciones de vida; la mayoría a Estados Unidos.

Los inmigrantes italianos trasladaron los esquemas y prácticas de la mafia en actividades ilegales y estrechar los lazos con los integrantes de la comunidad italiana. De esta forma surgieron las organizaciones mafiosas estadounidenses que llegaron a rivalizar con la siciliana; florecieron con la llegada de la Ley Seca, en los años veinte.

Con el paso del tiempo, el término mafia se ha generalizado y, en la actualidad, se emplea para denominar a grandes grupos dedicados al crimen organizado u otras actividades sospechosas por ejemplo la mafia rusa, la Tríada china o los Yakuza japoneses.

Existen numerosas teorías sobre el posible origen de la palabra mafia, cuyo uso comenzó a extenderse a mediados del siglo XIX.

Una hipótesis es que mafia procede del vocablo árabe mahya, ‘bravuconería, jactancia, chulería’. En refuerzo a esta teoría hay que recordar que los árabes ocuparon Sicilia entre los años 965 y 1060.

Otros creen más probable que este término provenga de la antigua expresión toscana mafia, que querría decir ‘miseria’. O del sustantivo árabe mu'afah, que significa ‘protección de los débiles’.

De acuerdo con algunas versiones, su primera mención aparece en un texto italiano del siglo XVIII contra la brujería, donde se le asociaba a las ideas de ambición y arrogancia. Otros etimólogos aseguran que es un vestigio del dominio árabe en Sicilia en el siglo IX, pues en esa lengua el vocablo mohios significa ‘hombre rudo y agresivo’.

En el siglo XIX cobró una nueva connotación. Cuando Giuseppe Garibaldi, el unificador italiano, viajó a Sicilia para integrarla a la Italia continental, tuvo que enfrentarse a rebeldes que él habría llamado «mafiosos».

Otros creen que el concepto alcanzó su significado actual en 1862 con el estreno de una obra teatral, llamada Los mafiosos de la vicaría. La popularidad de la obra fue tan grande que en Europa comenzó a llamarse mafia al crimen organizado, y ya en 1865 la policía usaba la palabra para referirse a esas agrupaciones.

Otros aseguran que 'mafia' es el acrónimo de la frase: Mazzini Autorizza Furti, Incendi, Avvelenamenti ‘Mazzini autoriza robos, incendios y envenenamientos’, en referencia a Giuseppe Mazzini, promotor de la unidad italiana. La mafia se habría iniciado como tal, según Heckethorn, a partir de una asociación de indigentes sicilianos que, bajo la tutela de Mazzini, comenzaron a organizarse y a realizar actividades criminales bajo la protección de la flota británica.

Otro acrónimo barajado es de la frase Morte Alla Francia, Italia Anela! en castellano: ¡Muerte a Francia, Italia Anhela!, acuñada como lema de un ejército clandestino de campesinos, que resistió a la invasión de Sicilia por parte de Carlos de Anjou en 1282.

En Italia hay cuatro mafias principales:


Durante el fascismo en Italia, Cesare Mori, prefecto de Palermo, usó los poderes especiales que le fueron otorgados para procesar a la mafia, forzando a muchos mafiosos a huir al extranjero o arriesgarse a ser encarcelados. Muchos huyeron a los Estados Unidos, entre ellos Joseph Bonanno, alias Joe Bananas, que llegaría a dominar la rama estadounidense de la mafia.

La principal división entre la mafia siciliana, hoy en día, es entre aquellos jefes que han sido condenados o están en la cárcel, principalmente Salvatore 'Toto' Riina y Antonio Biffa 'Tony', el capo di tutti capi desde 1993 hasta 1995, y aquellos como Bernardo Provenzano, capturado en 2006, aunque no ha sido aún procesado ni condenado. Además de Fabrizzio Molinari "Fab" y Benito Lorenzetti "Pad". Aunque los mismos siguen clandestinos, al igual que Laureano Spollanzoni, un secuaz, conocido como "El Tesorero". Los jefes encarcelados están sujetos a un fuerte control en sus contactos con el mundo exterior, limitando su capacidad para dirigir operaciones desde la cárcel, bajo la ley italiana 41. En agosto de 2010 llegó la información de que "Padrino", mejor conocido como "Pad" y Fabrizzio, cortaron los lazos de negocios, aunque siguen ambos clandestinos.

Antonio Giuffrè, un confidente cercano a Provenzano, sostiene que en 1993, Cosa Nostra tenía contacto directo con representantes de Silvio Berlusconi mientras creaba su nuevo partido Forza Italia, llegando a revocar la 41 en el Parlamento; pero nada sugiere una conexión directa entre Berlusconi y Cosa Nostra. Incluso si se demuestra que las alegaciones no tienen ningún fundamento, los miembros de Cosa Nostra se sienten decepcionados por un gobierno que piensan que, correcta o incorrectamente, tiene elementos a favor de ellos.

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