El CHUBASCO,
también conocido como aguacero o
chaparrón, es un tipo de precipitación cuyas características principales son su gran
intensidad y la rapidez con la que aparece y con la que finaliza. La
precipitación es en forma líquida, lluvia, y cuando está acompañada de granizo es preferible usar el término de granizada.
Entre las
principales características de los chubascos podemos citar su brevedad, la
intensidad de la lluvia, los fuertes vientos, la intermitencia y su escasa
extensión sobre la superficie terrestre.
Se trata de un típico fenómeno de
convección producido por una nube de desarrollo vertical, generalmente un cumulonimbo.
En el desarrollo de este tipo de nube se presenta inicialmente el ascenso de
aire caliente y húmedo debido a la concentración de calor en un área de la
superficie terrestre relativamente reducida. Dicho ascenso produce
inmediatamente un feedback o retroacción que acelera el proceso
inicial de convección, es decir, de ascenso de calor transportado por la masa
nubosa. Esta retroacción o realimentación se manifiesta mediante el descenso de
aire muy frío y seco desde la cúpula del cumulonimbo hacia abajo alrededor del
mismo y es ese aire frío, pesado y seco el que acelera el proceso de
alimentación del propio cumulonimbo al introducirse como una cuña bajo el aire
caliente de la superficie, fenómeno con el cual se acelera el proceso de convección,
es decir, el proceso de conducción de calor en sentido vertical en la
atmósfera.
En Venezuela y, en especial, durante
la época de lluvias, los chubascos son muy frecuentes y de breve duración.
Precisamente, en la canción Chubasco llanero se hace referencia a la brevedad de
este tipo de lluvia.
Aunque no
se puede decir que existe una correspondencia exacta entre la intensidad de un
chubasco con la menor o mayor duración del mismo, lo cierto es que existe de
alguna manera dicha correspondencia por la sencilla razón de que todos los
fenómenos que originan las depresiones o ciclones atmosféricos tienen el mismo
origen independientemente de su tamaño y duración. Así, un ciclón de reducida
extensión o radio de giro puede dar origen a un tornado de gran violencia y muy
destructivo aunque de breve duración mientras que un cumulonimbo de cierta
extensión tendrá una duración mayor y sus efectos serán menos destructivos pero
repartidos en una superficie mayor. La lluvia, el viento en la base del
chubasco, la tormenta eléctrica y otros meteoros constituyen las maneras por
las que se va disipando la energía almacenada en la masa nubosa.
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