El PENTATEUCO es
el conjunto formado por los cinco primeros libros de la Biblia, que la
tradición atribuye al patriarca hebreo Moisés.
El Pentateuco es considerado
canónico por todas las confesiones cristianas y
forma parte de todas las Biblias.
Se corresponde con los que en la
tradición hebrea forman la Torá —La
Ley—, núcleo de la religión judía. Los cinco libros que lo componen son:
1. Génesis.
2. Éxodo.
3. Levítico.
4. Números.
5. Deuteronomio.
Esta contenido a su vez en el Tanaj, el cual es considerado sagrado por todas las religiones abrahámicas judaísmo,
cristianismo e islam. No obstante a lo
anterior y a que es uno de sus tres textos sagrados, los musulmanes creen que
el texto sufrió corrupción por los escribas judíos y cristianos por lo que no
confían del todo en él. Mientras que los hebreos los nombran por la
primera palabra significativa de cada uno, los cristianos han seguido
tradicionalmente la nomenclatura de la versión
griega de los LXX.
Correspondiéndose con la categoría de
los llamados libros históricos de la Biblia, los libros del
Pentateuco narran en forma más o menos ordenada la historia y las vicisitudes
del pueblo de Israel. Los
cinco textos abarcan desde la creación del universo hasta la muerte del
patriarca y legislador Moisés. Estos libros están repletos de leyendas Asirias
y Egipcias remozadas y debe ser considerado como lo que es: un libro fundador
de una religión y de un país Judea. En el aparecen los Diez
Mandamientos en el
libo del Éxodo y los 603 mandamientos del Levítico.
El Pentateuco y su contexto histórico,
son la historia del paso del politeísmo al monoteísmo y de acuerdo con el historiador Arnold
Toynbee previo
una variedad de Henoteísmo.
El Pentateuco pretende probar como la
mayor parte de los libros religiosos judíos la providencial elección del pueblo
judío por Dios como su pueblo elegido, especial entre todas las sociedades
humanas. Paradójicamente, esta elección divina, sería, para los judíos una
amarga serie de desgracias. De esta forma, cuenta el establecimiento de una
teocracia, el otorgamiento de la tierra prometida a sus seguidores, la
entronización de una rígida ley ética, civil y religiosa, y el largo periplo de
los hebreos para salir de su esclavitud en Egipto y llegar a la bendecida tierra de Canaán.
El Pentateuco o Torah en su idioma
original nos enseña la elección del pueblo Israelí por Dios por algo fue
escrito por los hebreos, no para descartar al mundo sino el medio de Dios para
ganar el mundo de la idolatría.
Aunque no debemos caer en el anacronismo de juzgar el Pentateuco con valores
contemporáneos, llama la atención la violencia de muchas de las historias
narradas, vemos a un dios infanticida, regicida, genocida, colérico, vengativo,
que hace recaer en los hijos los pecados de los padres. Se crean las
prohibiciones alimenticias y se prohíbe a los judíos casarse con no judíos creando así una
sociedad etno-centrista.
Con el Pentateuco y el resto del Tanaj aparecería el monoteísmo abrahámico hacia el siglo
IV a. C. y su concepto de verdad única y exclusiva
Aunque comienza de un modo
extremadamente amplio la creación del mundo, a medida que la Humanidad crece,
se esparce, se multiplica y diferencia, el Pentateuco comienza a restringir
cada vez más la línea histórica que seguirá, concentrándose muy pronto única y
exclusivamente en la fracción de la que saldrá el Pueblo Elegido.
A poco de encontrarla, se restringe
aún más, narrando solamente las penurias y éxitos de los judíos desde su salida
de Egipto y su llegada a Canaán.
La mayoría de estas historias sirven de marco y excusa a una prolija y
minuciosa exposición de las normas legislativas que Yahveh otorga a los hebreos, lo que ha valido
a los cinco libros el apelativo de “La Ley”
A principios del siglo XX, la Iglesia católica quiso zanjar la discusión encomendando
a sus teólogos el análisis y evaluación de los argumentos en pro y en contra de
la autoría mosaica del Pentateuco.
La Comisión Bíblica así formada
publicó sus conclusiones en 1906, las cuales dicen que, si bien queda margen
para la duda, los argumentos contra Moisés no son convincentes. Por lo tanto,
la postura oficial del catolicismo es que el Pentateuco es sustancialmente obra de Moisés.
Esta conclusión se apoya en la obvia e
incontrovertible antigüedad de los textos de la colección, aunque nadie discute
que el autor puede haberse servido de escribas y amanuenses, incluso de equipos
completos de ellos, que muy bien pueden haber incluido textos de cosecha
propia, quitado secciones o modificado muchas otras. A ello se agrega la casi
certeza de que, a través de los muchos siglos transcurridos, se han sucedido
las modificaciones, mutilaciones y agregados a los libros en cuestión.
De modo que en la actualidad, para la
Iglesia Católica, a pesar de que la impronta general de los cinco textos puede
muy bien atribuirse a Moisés, parece muy probable que en el Pentateuco se hayan
reunido varias fuentes mediatas que habrían aportado contenido a la esencial
autoría mosaica.
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