En la mitología griega, CERBERO, también conocido como Can Cerbero, era el perro de Hades,
un monstruo de tres cabezas en la tradición más común pero de cincuenta cabezas
según Hesíodo, con una serpiente en lugar de cola.
Cerbero guardaba la puerta del Hades el inframundo
griego y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no
pudieran entrar. Era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Ortro. La existencia de un
perro infernal en la entrada de los infiernos parece que ya estaba presente en
la mitología indoeuropea original, pues aparece en los mitos de otros pueblos
indoeuropeos, como es el caso del perro ensangrentado Garm en la mitología escandinava.
El último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerbero. Viajó primero
a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir
vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber
matado a sus hijos. Encontró la entrada al inframundo en Tenaro. Atenea y Hermes le ayudaron a traspasar la entrada a
la ida y a la vuelta. Gracias a la insistencia de Hermes y a su propio aspecto
fiero, Caronte le
llevó en su barca a través del Aqueronte.
Mientras estaba en el inframundo,
Heracles liberó a Teseo, pero la tierra
tembló cuando intentó liberar a Piritoo,
por lo que tuvo que dejarlo atrás. Ambos habían sido encarcelados por Hades,
quien los había sujetado mágicamente a un banco cuando intentaron secuestrar a Perséfone.
Dicha magia era tan fuerte que cuando Heracles tiró de Teseo para liberarlo,
parte de los muslos de éste quedaron pegados al banco, lo que explicaría por
qué sus descendientes tenían muslos notablemente delgados.
Algunas versiones cuentan que, para
llevarse a Cerbero, Heracles simplemente pide permiso al dios Hades, y éste accede con
la condición de que Heracles no haga daño al perro. Pero en otras versiones,
Heracles dispara una flecha a Hades. Tras esto, en algunas versiones Heracles
lucha contra el perro y lo arrastra fuera del Hades, pasando por la cueva Aquerusia.
En otras, Heracles trata con amabilidad al fiero perro, y éste, al ser tratado
así por primera vez, lo acompaña afuera dócilmente.
La constelación de Piscis no
estuvo siempre asociada con dos peces, pues el pez estelar original era Piscis
Austrinus. También se creyó que eran dos personas, unidas que en
algunas historias eran transformadas en peces, lo que terminó evolucionando a
simples peces. Ambas estarían unidas bajo la eclíptica,
el área que se creía que representaba el inframundo. La eclíptica, el tránsito
del sol, corta dicho vínculo. Uno de ellos queda prácticamente fuera el más
occidental y el otro parece seguir unido a la eclíptica y dirigirse hacia abajo
el más oriental. Sin embargo, parte del primero sigue unida.
El que la persona que Heracles logró
liberar de su trampa en el inframundo sea Teseo indica el conocimiento de que los
mitos sobre él le relacionan con la reina de las amazonas, y de que por tanto deben aparecer en
la siguiente historia como compañero de Heracles. Este énfasis en la
continuidad está posiblemente relacionado con el hecho de que la constelación
que representa la siguiente historia también aparece parcialmente sobre Piscis.
Bajo Piscis está la constelación de la Ballena, criatura que normalmente
es considerada un monstruo
marino o precisamente
una ballena.
Sin embargo, es igualmente posible verla como dos puertas cerradas con sus
postes y un grupo de tres estrellas tras el centro de ambas. Dado que miran
hacia la eclíptica y están muy cerca de ella, dichas puertas serían las del
inframundo, que estaría bajo la eclíptica. El guardián de las puertas del Hades
era tradicionalmente Cerbero, que tenía tres cabezas, una asociación que
requiere el uso de las tres principales aunque comparativamente débiles
estrellas de la constelación moderna de Fornax a modo de cola.
Dado que Cerbero era considerado un
elemento permanente del Hades, poco podía ocurrirle que le hiciese daño. Al no
haber ninguna otra constelación en esta región, poca historia más podía dársele
aparte de la de hacer algo no permanente, como moverle al otro lado de las
puertas.
Alternativamente, una versión anterior
podría no haber incluido la historia de Teseo encarcelado, lo que podría haber
sido una reelaboración posterior del papel de las constelaciones en la
historia. En tal caso, la rama de Piscis que no escapa de la eclíptica podría
haberse destinado a representar el consiguiente ascenso de Cerbero pero aún
atado, y teniendo por tanto que volver al final.
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