La JÍCARA es un recipiente,
originalmente una "vasija pequeña de loza", empleado para
tomar chocolate.
"vasija pequeña de madera", fabricada artesanalmente con la corteza
del fruto de la güira, y usada como la española de loza. arcilla o bien elaborado a partir del
fruto del jícaro.
Su uso es muy común en el estado de Tabasco,
la península de Yucatán y otros estados del sureste de México y Centroamérica.
Se considera americanismo azteca, del náhuatl xicalli,
pocillo o vasija hecha con la corteza del fruto de la calabaza o de la güira.
En la Península Ibérica se relaciona con la voz levantina
"xicra", del valenciano y catalán, que desembocó en la actual jícara.
La jícara, como pieza de loza de la
alfarería española e iberoamericana suele venir asociada a la mancerina que le sirve de soporte y platillo de
presentación en la ceremonia del chocolate.
Ricamente referenciada en la
literatura desde el siglo XVII, En sus cartas de relación, Hernán Cortés describió
el mercado de Tenochtitlán como "lugar al que concurrían
millares de personas, entre ellos muchos olleros con sus vasijas de barro y
piedra... Comercio que se reflejaba en los suntuosos banquetes de Moctezuma, cuyos cocineros preparaban
trescientos platos para que el emperador escogiese en vajillas de vasos, jícaras y jarras de oro y plata..."
Usada en la antigüedad por mayas y aztecas para servir y tomar chocolate,
continúa utilizándose en México y al norte de Centroamérica para consumir bebidas tradicionales
como el pulque y el pozol.
entre los múltiples ejemplos cabe
elegir unos versos de Gabriela
Mistral de su himno
«Sol del trópico»:
"¡Como el maguey, como la yuca,
como el cántaro del peruano,
como la jícara de Uruapan,
como la quena de mil años,
a tí me vuelvo, a ti me entrego,
en tí me abro, en tí me baño!"
En el estado mexicano de Tabasco,
la zona centro de Chiapas y también en la península de Yucatán, es muy común ver a
la gente removiendo sus jícaras para revolver el muzú, shish o el Shingaste de su pozol.
Este movimiento circular es conocido en algunas regiones como "el
meneadito de la jícara" o "el meneadito pozolero".
En el municipio de Jalpa de
Méndez, los artesanos tallan en la superficie de las jícaras una
sugerente variedad de dibujos exquisitamente labrados. En la ciudad de Chiapa de
Corzo, las jícaras de pozol son finamente ornamentadas con la
técnica tradicional de Laqueado.
Recuerdo cuando hace años en Lerdo se
nos acababa el agua nos bañábamos a jicarazos
No hay comentarios:
Publicar un comentario