BETTE DAVIS nació en Lowell, Massachusetts
el 5 de abril de 1908 murió en Neuilly-sur-Seine, París, el 6 de octubre de 1989 fue el seudónimo de Ruth
Elizabeth Davis, una actriz estadounidense de cine, televisión y teatro. Se
destacó por su fluidez al interpretar personajes antipáticos y fue ampliamente
apreciada por sus actuaciones en filmes melodramáticos, históricos y ocasionalmente de comedia,
aunque sus mayores éxitos ocurrieron en dramas románticos.
Después de aparecer en obras de teatro
de Broadway, Davis se trasladó a Hollywood en 1930, donde sus primeros filmes
para Universal Studios tuvieron poca aceptación. Se incorporó a Warner Bros. en 1932 y fortaleció su carrera con
varias actuaciones aclamadas por la crítica. En 1937, intentó liberarse de su
contrato y aunque perdió un procedimiento legal muy publicitado, dio inicio al período más exitoso de
su carrera. Hasta finales de los años de 1940, fue una de las actrices del cine
norteamericano más importantes, reconocida
por su desenvolvimiento apasionado y decidido. Davis fue calificada como una
perfeccionista que podía ser muy combativa y a menudo se hicieron públicos sus
enfrentamientos con ejecutivos de los estudios, directores de cine y
coprotagonistas. Su manera de ser
frontal, su estilo vocal entrecortado y su cigarrillo ubicuo contribuyeron a
forjar una imagen pública que a menudo fue imitada y satirizada.
Davis fue cofundadora de la Cantina de
Hollywood y fue la primera mujer
presidente de la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas. Obtuvo
el premio de la
Academia como Mejor
Actriz en dos ocasiones, fue la primera persona en alcanzar 10 nominaciones a
los Óscar por sus actuaciones y fue la primera mujer en recibir el premio a la
Trayectoria del American Film Institute. Su carrera pasó por varios períodos de
declive y catástrofes personales. Casada en cuatro ocasiones, viuda una vez y
divorciada otras tres, crio a sus
hijos prácticamente como madre soltera.
Sus últimos años estuvieron signados por un largo período de mala salud, pero
continuó actuando hasta poco antes de su muerte por cáncer de
mama, con más de 100 películas, ciclos televisivos y obras teatrales
en su haber. En 1999, Davis fue seleccionada como la segunda mejor actriz de
todos los tiempos en la lista del American Film Institute,
solamente precedida por Katharine
Hepburn.
Ruth Elizabeth Davis, conocida desde
su infancia como «Betty», nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachusetts,
como la primera hija de Ruth Augusta «Ruthie» de soltera, Favor;
1885-1961 y del abogado de patentes Harlow Morrell Davis 1885-1938. Su única hermana, Barbara «Bobby», nació
el 25 de octubre de 1909. La
familia era protestante,
con ascendencia inglesa, francesa y galesa. En 1915, los padres de Davis se
separaron y Betty y Bobby permanecieron en un internado llamado Crestalban en Lanesborough, en las montañas Berkshires hasta que en 1921, Ruth se trasladó
con sus hijas a Nueva York, donde trabajó como fotógrafa
retratista. Betty decidió convertirse en actriz con el apoyo de su madre luego de ver a Rodolfo
Valentino en Los cuatro
jinetes del Apocalipsis 1921
y a Mary Pickford en Little Lord Fauntleroy 1921; por otra parte, decidió cambiar su
apodo a «Bette» por el libro La prima
Bette de Honoré de Balzac.
A principios de la década de 1920,
Davis asistió a la Cushing Academy, un internado
en Ashburnham, Massachusetts, donde conoció a
su futuro esposo, Harmon O. Nelson conocido como «Ham». En 1926, asistió a la presentación de
la obra El pato silvestre de Henrik Ibsen,
con Blanche Yurka y Peg Entwistle.
Según Davis recordó más adelante, esa obra le inspiró el pleno compromiso con
su carrera: «Antes de esa actuación, quería ser actriz. Después de la misma,
tenía que ser una actriz exactamente como Peg Entwistle».
Realizó una audición para ser admitida
en el Manhattan Civic Repertory de Eva Le
Gallienne, pero fue rechazada por que Le Gallienne consideró que
tenía una actitud «poco sincera y frívola». Sin
embargo, estudió danza con Martha Graham y fue aceptada en la escuela de teatro
de John Murray Anderson,
donde fue compañera de Lucille Ball.
También participó en una audición para
la compañía de teatro de George Cukor,
y aunque no impresionó al director, obtuvo su primer papel remunerado durante
una estadía de una semana como una de las chicas del coro en la obra Broadway. Luego, fue elegida para representar a
Hedwig, el personaje que Davis había visto interpretar a Entwistle, en El
pato silvestre. Tras
actuar en Filadelfia, Washington y Boston, debutó
en Broadway en 1929 con Broken
Dishes y continuó con Solid
South. Un buscador de talentos de Universal
Studios vio su
actuación y la invitó a Hollywood para realizar una prueba de cámara.
Davis y su madre viajaron en tren a
Hollywood y arribaron el 13 de diciembre de 1930. Más tarde, recordó que le había
sorprendido el hecho de que nadie del estudio hubiese ido a recogerla a la
estación; en realidad, un empleado del estudio sí había ido, pero se fue porque
no vio a nadie que «pareciese una actriz». Davis
no pasó su primera prueba de cámara, pero participó en muchas otras pruebas
dando la réplica a otros actores. En una entrevista de 1971 con Dick Cavett, relató la
experiencia: «Yo era la más yanqui del este, la virgen más modesta que haya
pisado la tierra. Me pusieron en un sofá, y ensayé con quince hombres... Todos
ellos tenían que echarse sobre mí y darme un beso apasionado. ¡Oh! pensé que
iba a morir. Sólo pensaba que iba a morir». Se
le dispuso una segunda prueba para la película La casa de la discordia 1931 donde, vestida apresuradamente
con un traje de escote bajo mal ajustado, fue rechazada por el director William Wyler,
quien comentó en voz alta al equipo reunido: «¿Qué piensan ustedes de estas
damas que creen que pueden conseguir un trabajo mostrando sus pechos?». Carl Laemmle,
jefe de Universal Studios, consideró poner fin al empleo de Davis, pero el
director de fotografía Karl Freund le dijo que tenía unos «ojos
encantadores» y sería adecuada para Mala hermana 1931, filme con el que debutó en el
mundo del cine. El nerviosismo de
Davis se agravó cuando escuchó al jefe de producción, Carl Laemmle Jr.,
comentar a otro ejecutivo que «tenía casi el mismo atractivo sexual que Slim Summerville», una de
las coestrellas de la película. El
filme no tuvo éxito y su siguiente papel en Semilla 1931 fue demasiado breve como para
llamar la atención.
Universal Studios renovó su contrato
por tres meses y Davis apareció en un pequeño papel en El puente de Waterloo (1931) antes de ser cedida a Columbia
Pictures para La amenaza y a Capital Films para La casa del infierno (ambas rodadas en 1932). Después de nueve meses y seis
películas sin éxito, Laemmle decidió no renovar su contrato, aunque George Arliss la eligió para el papel femenino
principal de La oculta providencia 1932. Por el resto de su vida, Davis
atribuyó a Arliss su consolidación artística en Hollywood. The
Saturday Evening Post escribió
que «no sólo es hermosa, sino que bulle de encanto», y la comparó con Constance
Bennett y Olive Borden. Poco después, Warner Bros. firmó con ella un contrato por siete
años.
En 1932, se casó con Harmon «Ham»
Nelson, que recibió duras
críticas por parte de la prensa; sus ganancias semanales de 100 USD eran
comparadas desfavorablemente con los ingresos semanales de 1000 USD de Davis.
La actriz tocó el tema en una entrevista, señalando que muchas mujeres de
Hollywood ganaban más dinero que sus maridos, pero la situación fue difícil
para Nelson, quien se negó a permitir que su esposa comprara una casa hasta que
pudiera darse el lujo de pagarla por sí mismo. Davis tuvo varios abortos espontáneos durante su matrimonio
Después de más de 20 papeles en cine,
el rol de la viciosa y desaliñada Mildred Rogers en la producción de RKO Radio Pictures, Cautivo del deseo 1934, una adaptación cinematográfica
de la novela de W. Somerset Maugham, le dio a Davis su primera
gran aclamación por parte de la crítica. Muchas
actrices temían interpretar personajes antipáticos y varias habían rechazado el
papel, pero Davis lo vio como una oportunidad para demostrar la gama de sus
habilidades interpretativas. Su
compañero de reparto, Leslie Howard, fue inicialmente despectivo
con Davis pero a medida que avanzó el rodaje su actitud fue cambiando y
posteriormente habló muy bien de ella. El
director John Cromwell le dio una «relativa» libertad y
comentó: «Dejé que Bette fuera su propia guía. Confié en sus instintos». Davis
insistió en que fuera expuesta de manera realista en la escena de su muerte,
aclarando que «las últimas escenas de tuberculosis,
pobreza y abandono no son bonitas e intenté ofrecer una imagen convincente».
La película fue un éxito y la
caracterización a cargo de Davis ganó los elogios de la crítica. De hecho, la
revista Life publicó
que su actuación «fue probablemente la mejor jamás registrada en la pantalla
por una actriz de EEUU». Davis
pensó que la recepción que tuvo su caracterización animaría a Warner Bros. a
darle papeles más importantes. Sin embargo, se sintió decepcionada cuando Jack Warner se negó a cederla a los estudios
Columbia para aparecer en Sucedió una noche y, en su lugar, debió participar en el melodrama
Ama de casa. Cuando no fue nominada para los
premios de la Academia por Cautivo del deseo, el periódico The
Hollywood Citizen News cuestionó
el hecho y la también candidata Norma Shearer inició una campaña para que Davis
fuera nominada. Esto llevó a que el presidente de la Academia, Howard Estabrook,
pronunciara un discurso diciendo que bajo las circunstancias «cualquier
votante... puede escribir en la votación su opción personal para los
ganadores», lo que permitió por esta sola ocasión en la historia de la Academia
la consideración de un candidato oficialmente no nominado para un premio. Claudette
Colbert ganó el premio
por Sucedió una noche pero
el escándalo provocó que se llevara a cabo un cambio en los procedimientos de
votación de la Academia al año siguiente. Las nominaciones pasaron a ser
decididas por los miembros de la Academia de cada especialidad en lugar de por
un pequeño comité, y los
resultados fueron controlados de forma independiente por la empresa auditora Price
Waterhouse.
En 1935, Davis apareció interpretando
a una actriz perturbada en Peligrosa y recibió muy buenas críticas. E.
Arnot Robertson escribió en Picture Post: «Creo que Bette Davis
probablemente hubiera sido quemada por brujería si hubiera vivido hace
doscientos o trescientos años atrás. Me da la curiosa sensación de que está
cargada de un poder que no puede encontrar una salida común». The New York Times escribió que estaba «convirtiéndose en
una de nuestras actrices de cine más interesantes». Davis ganó el premio de la Academia a
la Mejor Actriz por el papel pero comentó que era un reconocimiento tardío por Cautivo
del deseo, calificando a su galardón como un «premio consuelo». Por el resto de su vida, sostuvo que
fue ella misma quien le dio el nombre de «Óscar» a la estatuilla cuando dijo
que la parte posterior del galardón se parecía al trasero de su marido, cuyo
segundo nombre era Oscar. Su
afirmación fue puesta en duda por la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas. La versión más fiable es la de Margaret
Herrick, bibliotecaria de la Academia, que habría bautizado a la
estatuilla como Oscar luego de apreciar un parecido con su tío del mismo
nombre. En su siguiente película, El bosque petrificado 1936, Davis compartió cartel con
Leslie Howard y Humphrey
Bogart, quien recibió la mayor parte de los elogios de la crítica al
ser su primer papel importante
En 1983, después de filmar un episodio
piloto para la serie Hotel, Davis fue diagnosticada de cáncer de
mama y se sometió a
una mastectomía. Dos semanas después de la cirugía,
padeció cuatro accidentes cerebro vasculares que le causaron una parálisis en el lado izquierdo de la cara y en
el brazo izquierdo que la dejaron con dificultad para hablar. Comenzó un largo período de terapia
física y con la ayuda de su asistente personal, Kathryn Sermak, logró
recuperarse parcialmente de la parálisis.
Durante este tiempo, su relación con
su hija, B.D. Hyman, se deterioró cuando esta última se convirtió en una cristiana renacida y trató de persuadir a Davis a seguir
su ejemplo. Con su salud estable,
viajó a Inglaterra para filmar Murder with Mirrors 1985, basada en la obra de misterio de
Agatha Christie. A su regreso, se enteró de que su hija había publicado un
libro de memorias, El guardián de mi madre, en el que
hablaba de la difícil relación madre-hija, el comportamiento prepotente y los
episodios de alcoholismo de su madre. Varios
de los amigos de Davis comentaron que las descripciones de Hyman sobre los
hechos no eran exactas; uno de ellos dijo que «la mayor parte del libro está
fuera de contexto». Mike Wallace retransmitió una entrevista de 60
minutos que había grabado con Hyman unos años antes, donde la elogió en sus
habilidades como madre y dijo que había adoptado varios de los principios de
Davis en la crianza de sus propios hijos.199 Los
críticos de Hyman señalaron que Davis había apoyado económicamente a la familia
de su hija durante muchos años y recientemente los había salvado de perder su
casa. A pesar de las asperezas de
los primeros años de divorcio, Gary Merrill también defendió a Davis;
entrevistado por CNN, Merrill dijo que
Hyman fue motivada por «la crueldad y la codicia». El hijo adoptivo de Davis, Michael
Merrill, terminó todo contacto con Hyman y se negó a hablar con ella de nuevo,
al igual que Davis, que la desheredó.
En sus segundas memorias, This
'N That 1987, Davis
escribió: «Todavía me estoy recuperando del hecho de que una hija mía escriba
sobre mí a mis espaldas, no diré nada sobre el tipo de libro que es. Nunca me
recuperaré completamente del libro de BD como lo hice con el accidente cerebro vascular.
Ambas fueron experiencias demoledoras». Sus
memorias concluyeron con una carta a su hija, en la que se dirigió a ella
varias veces como «Hyman» y describió sus acciones como «una notoria falta de
lealtad y agradecimiento por la vida privilegiada que creo que te he dado».
Para concluir con una referencia al título del libro de Hyman, expresó: «Si se
refiere al dinero, si mi memoria no falla, he sido tu guardián todos estos
años. Sigo siéndolo, ya que mi nombre ha hecho de tu libro un éxito»
Davis se
desmayó durante la entrega de los premios American Cinema en 1989 y poco
después descubrió que el cáncer había reaparecido. Se recuperó lo suficiente
como para viajar a España, donde fue galardonada con el premio Donostia en
el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, pero
durante su estadía su salud se deterioró rápidamente. Demasiado débil para hacer el largo
viaje de regreso a EEUU, viajó a Francia, donde murió a las 23.20 h del 6 de
octubre de 1989 a los 81 años, en el Hospital Americano de Neuilly-sur-Seine. Sus
restos fueron sepultados en el Forest Lawn—Hollywood Hills Cemetery de Los
Ángeles, al lado de su madre, su hermana Bobby (fallecida en 1979) y con su
nombre grabado en una letra más grande con respecto a las otras dos. El epitafio de Davis dice: «Lo hizo a
la manera difícil», que
también fue mencionado en su libro de memorias Mother Goddam por sugerencia de Joseph L. Mankiewicz poco
después de haber terminado de filmar Eva al desnudo.
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