Annelies
Marie Frank Hollander, conocida en español como ANA FRANK nació
en Fráncfort del Meno el 12 de junio de 1929–Bergen-Belsen. Murió en marzo de 1945, fue una niña judía alemana,
mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición en forma de libro de su diario
íntimo, donde dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó
ocultándose, con su familia y cuatro personas más, de los nazis en Ámsterdam Países Bajos durante la Segunda Guerra Mundial. Su familia fue capturada y llevada a distintos campos de concentración alemanes. El único sobreviviente de los ocho
escondidos fue Otto Frank, su
padre.
Ana fue
enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y,
más tarde, al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde murió de tifus en
marzo de 1945, pocos días antes de que éste fuera liberado. En 1947,
apenas dos años después de terminada la guerra, Otto publicó el diario bajo el
título La casa de atrás en neerlandés,
Het Achterhuis.
Annelies Marie Frank nació en Fráncfort del Meno Hesse, Alemania,
y fue la segunda hija de Otto Heinrich Frank 12 de mayo de 1889 - 19 de agosto de 1980 y su mujer, Edith
Hollander 16 de enero de 1900 - 6 de enero de 1945), una familia de judíos alemanes, cuyo padre, Otto, había
participado como teniente del Ejército Alemán en la Primera Guerra Mundial. Tenía una hermana
mayor, Margot 16 de febrero de 1926 - 9 de marzo de 1945. Junto con su
familia, tuvo que mudarse a la ciudad de Ámsterdam,
huyendo de los nazis. Allí sus padres le
regalaron un diario al cumplir los trece años. Muy poco después, su familia
tuvo que ocultarse en un escondrijo, la Achterhuis o "Anexo de Atrás", como lo
llamó en su diario, situado en un viejo edificio en el Prinsengracht, un canal
en el lado occidental de Ámsterdam, y cuya puerta estaba escondida tras una
estantería. Allí vivieron durante la ocupación alemana, desde el 9 de julio de 1942 hasta el 4 de agosto de 1944.
En el escondite había ocho personas:
sus padres, Otto y Edith Frank; ella y su hermana mayor Margot; Fritz Pfeffer,
un dentista judío al que Ana dio el nombre de Albert Dussel en su Diario,
y la familia van Pels identificado como los van Daan en el Diario,
formada por Hermann y Auguste van Pels y el hijo de ambos, Peter. Durante
aquellos años, Ana escribió su Diario, en el que describía su miedo
a vivir escondida durante años, sus nacientes sentimientos por Peter, los
conflictos con sus padres, y su vocación de escritora. Pocos meses antes de ser
descubiertos, empezó a reescribir su Diario con la idea de publicarlo tras la
guerra.
Después de más de dos años, un
informador holandés guio a la Gestapo a su escondite. Fueron arrestados por
la Grüne Polizei el 4 de agosto de 1944 y un mes después, el 2 de septiembre,
toda la familia fue trasladada en tren de Westerbork campo de concentración en el noreste
de Holanda hacia el Campo de concentración de Auschwitz,
viaje que les llevó tres días. Mientras tanto, Miep Gies y Bep Voskuijl,
dos de las personas que los protegieron mientras estuvieron escondidos,
encontraron y guardaron el Diario y otros papeles de Ana.
Ana, Margot y Edith Frank, la familia
van Pels y Fritz Pfeffer no sobrevivieron a los campos de concentración nazis aunque Auguste van
Pels murió durante las
marchas entre campos de concentración. Margot y Ana pasaron un mes en Auschwitz
II-Birkenau y luego fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde
murieron de tifus en marzo de 1945, poco antes de la
liberación. Sólo Otto logró salir del Holocausto con vida. Miep le dio el diario, que
editaría con el fin de publicarlo con el título Diario de Ana Frank, que ha sido ya
impreso en 70 idiomas.
El Memorial en honor a Ana y Margot Frank está ubicado en el lugar donde estaba
la fosa común correspondiente a la barraca donde murieron en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
Al cumplir trece años, el 12 de junio
de 1942, Ana recibió un pequeño cuaderno que había señalado a su padre en una
vitrina unos días antes. Si bien se trata de un libro de autógrafos,
empastado en tela a cuadros rojo y negro, con una pequeña cerradura en el
frente, Ana ya había decidido que lo utilizaría como diario. Empezó a escribir
en él casi inmediatamente, describiéndose a sí misma y a su familia, así como
su vida diaria en casa y en el colegio. A falta de una «amiga del alma», según
Ana, le escribía a su diario como si estuviera dirigiéndose a una amiga.
Llamaba Kitty a su diario y usaba «Querida Kitty» como fórmula introductoria en
alusión directa a Kathe Zgyedie, una compañera de estudios a quien llamaban
afectuosamente Kitty. Escribió en forma de cartas sobre sus resultados en clase,
sus amigos, chicos con los que simpatizaba y los lugares que prefería visitar
en su vecindario. Si bien estos primeros escritos en su diario muestran que su
vida era en muchas formas la vida típica de una escolar, también reseña los
cambios que se van implantando desde la ocupación alemana. Algunas referencias
parecen casuales y sin gran énfasis; sin embargo, en algunas partes describe
con mayor detalle la opresión que cada día va en aumento. Escribió acerca de
las estrellas que todos los judíos estaban obligados
a portar en público, y también enumeró algunas de las restricciones y persecuciones impuestas en la vida cotidiana de la
población judía de Ámsterdam.
El 5 de julio de 1942, Margot Frank recibió un aviso ordenándole
presentarse para deportación a un campo de trabajo. Ana fue
entonces informada de un plan que Otto había preparado con sus empleados de
mayor confianza, y que ya conocían Edith y Margot desde hacía pocos días. La
familia se escondería en cuartos camuflados en las instalaciones de la empresa
en Prinsengracht, una calle
al borde de uno de los canales de
Ámsterdam.
El 9 de julio de 1942, la familia se
mudó al escondite preparado y su antiguo apartamento fue dejado en desorden
para hacer pensar que había sido abandonado de manera súbita. Otto Frank dejó
una nota de la que se podía deducir que habían logrado escapar hacia Suiza. Como los judíos no
podían utilizar los transportes públicos debieron caminar varios kilómetros
desde su casa hasta el refugio, portando cada uno todas las vestimentas que
pudieron, dado que no podían correr el riesgo de ser vistos con equipajes.
La achterhuis(en holandés huis significa 'casa' y achter,
'más atrás'), era un espacio de tres pisos en la parte posterior del edificio
con acceso a un patio detrás de las oficinas de Opekta. En el primer nivel
había dos pequeñas habitaciones, con un baño adjunto sobre el que se encontraba
una gran habitación, con otra más pequeña adosada. Desde esa habitación más
pequeña se subía hacia el ático. La puerta de la achterhuis quedó disimulada tras una estantería
para que no se la pudiera ver. Ana se referiría más tarde a este espacio como
el anexo secreto. El edificio
principal, situado a una manzana de Westerkerk, era un edificio banal, típico
de los barrios del oeste de Ámsterdam.
Víctor Kugler en ediciones antiguas
nombrado como Kraler, Johannes Kleiman Koophuis, Miep Gies y Elisabeth Bep Voskuijl eran los únicos empleados que
sabían del escondite y, junto con Jan, el esposo de Gies y Johannes Hendrik
Voskuijl, el padre de Bep Voskuijl,
eran quienes ayudaban a los Frank a sobrevivir durante su confinamiento. Ellos
eran el único contacto entre el exterior y los ocupantes de la casa, y los
mantenían informados de las noticias de guerra y de los eventos políticos. Eran
también los proveedores de todo lo necesario para la seguridad y supervivencia
de la familia; el abastecimiento de comida resultaba cada vez más difícil a
medida que el tiempo transcurría. Ana escribió sobre la dedicación y sobre los
esfuerzos para levantarles el ánimo durante los momentos más peligrosos. Todos
eran conscientes de que dar refugio a judíos se penaba en aquel momento con la muerte.
A finales de julio, se les unió la
familia Van Pels Van Daan: Hermann, Auguste, y Peter de 16 años, y más tarde,
en noviembre, llegó Fritz Pfeffer Albert Dussel, dentista y amigo de la familia. Ana escribió
sobre lo bueno que era tener otras personas con quienes hablar, pero las
tensiones rápidamente se presentaron en este grupo de personas que debían
convivir confinados en este escondite. Luego de compartir su habitación con
Pfeffer, Ana terminó por considerarlo insoportable, y se peleó con Auguste van
Pels, a quien consideraba fuera de sus cabales. Su relación con su madre se
hizo difícil también y Ana escribió que sentía tener poco en común con ella por
ser su madre demasiado abstraída. Algunas veces discutió con Margot, y escribió
sobre un lazo inesperado que se había desarrollado entre ellas, aunque a quien
se sentía más cercana era a su padre. Tiempo más tarde, también comenzó a
apreciar la gentileza de Peter van Pels, y hasta llegaron a tener sentimientos
románticos.
Ana pasaba la mayor parte de su tiempo
leyendo y estudiando, al tiempo que continuaba escribiendo en su diario. Además
de narrar los eventos transcurridos, Ana escribía sobre sus sentimientos,
creencias y ambiciones, temas de los que no hablaba con los demás. Al sentirse
más segura sobre su forma de escribir, al mismo tiempo que crecía y maduraba,
escribía sobre temas más abstractos, como sus creencias en Dios, o sobre cómo definía ella la naturaleza
humana. Escribió regularmente hasta su anotación final, el 1 de agosto de 1944.
La mañana del 4 de agosto de 1944 la Grüne Polizei asaltó la achterhuis siguiendo una pista de un informador
que nunca fue identificado. Conducido
por el sargento del Cuerpo de
Protección (SS) Karl
Silberbauer de la Sección IVB4 del Servicio de
Seguridad (SD), el grupo contaba con al menos tres miembros de la Policía
de Seguridad. Los inquilinos fueron introducidos en camiones y
trasladados para someterlos a interrogatorio. Víctor Kugler y Johannes
Kleiman fueron encarcelados, pero a Miep Gies y Bep Voskuijl les permitieron marcharse. Más tarde
regresarían a la achterhuis, donde encontraron las
anotaciones de Ana desparramadas por el suelo. Las recogieron, así como varios
álbumes de fotos de la familia, y Gies se propuso devolvérselos a Ana cuando la
guerra hubiese terminado.
Llevaron a los miembros de la casa a
un campo en Westerbork.
Siendo aparentemente un campo de tránsito por el que hasta ese momento habían
pasado más de 100 000 judíos, el 2 de septiembre el grupo fue deportado,
en el que sería su último traslado, desde Westerbork hasta el campo de concentración de Auschwitz.
Tras tres días de viaje llegaron a su destino, y los hombres y mujeres fueron
separados según su sexo, para no volverse a ver más. De los 1019 recién
llegados, 549 – incluyendo niños menores de 15 años – fueron seleccionados y
enviados directamente a las cámaras de
gas, en las que fueron asesinados. Ana había cumplido 15 años tres
meses antes y se libró, y aunque todos los de la achterhuis sobrevivieron a la selección, Ana
creyó que su padre había sido asesinado.
Junto con las otras mujeres no
seleccionadas para la muerte inmediata, Ana fue obligada a permanecer desnuda
para desinfectarla, le raparon la cabeza y le tatuaron un número de identificación en el brazo.
Durante el día empleaban a las mujeres en realizar trabajos forzados y por la
noche las hacinaban en barracones frigoríficos. Las enfermedades se propagaban
velozmente y en poco tiempo Ana terminó con la piel cubierta de costras.
El 28 de octubre comenzó la selección
para reubicar a las mujeres en Bergen-Belsen. Más de 8000
mujeres, Ana Frank, Margot Frank y Auguste van Pels incluidas, fueron
trasladadas, pero Edith Frank se quedó atrás. Se levantaron tiendas para acoger
la afluencia de prisioneros, entre ellos Ana y Margot, y a medida que la
población aumentaba el índice de mortandad debido a enfermedades se incrementó rápidamente.
Ana pudo juntarse por un breve periodo con dos amigas, Hanneli Pick Goslar
llamada «Lies» en el diario y Nanette Blitz, quienes sobrevivieron a la guerra.
Contaron cómo Ana, desnuda salvo por un trozo de manta, les explicó que,
infestada de piojos, se había despojado
de sus ropas. La describieron como calva, demacrada y temblorosa, pero a pesar
de su enfermedad les dijo que estaba más preocupada por Margot, cuyo estado
parecía más grave. Goslar y Blitz no llegaron a ver a Margot, que permaneció en
su litera, demasiado débil. Asimismo, Ana les dijo que estaban solas, y que sus
padres habían muerto.
En marzo de 1945, una epidemia de tifus se propagó por todo el campo; se
estima que terminó con la vida de 17 000 prisioneros. Los testigos
contaron más tarde que Margot, debilitada como estaba, se cayó de su litera y
murió como consecuencia del golpe, y que pocos días después Ana también murió.
Pocas semanas después el campo sería liberado por tropas británicas, el 15 de abril de 1945.
Tras la guerra, de los aproximadamente
110 000 judíos que fueron deportados desde los Países Bajos durante la ocupación nazi, solo 5000
sobrevivieron. De los ocho inquilinos de la achterhuis, sólo el padre de Ana
sobrevivió. Herman Van Pels fue gaseado justo tras la llegada del grupo a Auschwitz-Birkenau, el 6 de
septiembre de 1944. Su esposa Auguste
murió entre el 9 de abril y el 8 de mayo de 1945, en Alemania o en Checoslovaquia.
Su hijo Peter murió el 5 de mayo de 1945 en el campo de concentración de Mauthausen,
en Austria,
después de ser trasladado andando desde Auschwitz.
El Dr. Friedrich Pfeffer murió el 20
de diciembre de 1944 en el campo de concentración de Neuengamme.
La madre de Ana, Edith Hollander, murió el 6 de enero de 1945, en Birkenau. Johannes
Kleiman y Víctor Kugler, socios
comerciales de Otto Frank que ayudaron a los anteriores mientras permanecieron
escondidos, fueron arrestados por ayudar a la familia Frank. Ambos fueron
sentenciados a realizar un Arbeitseinsatz servicio de trabajo en Alemania,
y sobrevivieron a la guerra.
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