RIGOBERTA MENCHÚ TUM nació en Uspantán, el 9 de enero de 1959 es una líder indígena guatemalteca, miembro del
grupo maya quiché,
defensora de los derechos humanos; embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992 y el Premio
Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998.
Se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el
ámbito nacional e internacional. El 12 de febrero de2007, anunció que se
postularía en las elecciones presidenciales de
Guatemala del 2007, por la coalición de partidos WINAQy Encuentro por Guatemala; quedó en quinto
lugar con un 3,09 %. Pese a la derrota, el 7 de mayo de 2011 el partido indígena WINAQ junto a otros partidos la proclamó
como candidata presidencial para las elecciones presidenciales del 11 de
septiembre de 2011 en el Frente Amplio de Guatemala.
Menchú nació en San Miguel Uspantán, ubicada en el
departamento de El Quiché.
Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana Tum Kótoja, dos personajes muy
respetados en su comunidad. Según su autobiografía, su padre fue un campesino
indígena activista en la defensa de las tierras y los derechos de su pueblo y
su madre era una indígena partera tradición indígena pasada de generación en
generación, por lo general realizada en zonas rurales donde no llegan los
servicios médicos.
Desde muy pequeña conoció las
injusticias, la discriminación y la explotación a la que son sometidos los
indígenas de Guatemala, que viven en la pobreza extrema. A los cinco años
comenzó a trabajar en una finca de café, en condiciones tan
pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como
de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes
y miembros del ejército de Guatemala.
Desde joven se involucró en las luchas
reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió
persecución política y el exilio. En 1979, fue miembro
fundadora del Comité de Unidad Campesina y de la RUOG, Representación Unitaria
de la Oposición Guatemalteca, de la que formó parte de su dirección hasta 1992.
La Guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque
la violencia estalló años antes.
Varios miembros de su familia,
incluida su madre, fueron torturados y asesinados por los militares o por la
policía paralela de los «Escuadrones de la muerte». El 31 de enero de1980, su padre Vicente fue
uno de las 37 personas ―entre las que se contaba el cónsul español Jaime Ruiz
del Árbol― que la Policía Nacional de Guatemala quemó vivas con fósforo blanco
en la Masacre de la embajada española en la ciudad de Guatemala. Mientras sus hermanos
optaban por unirse a la guerrilla, Rigoberta Menchú inició una campaña pacífica
de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los
derechos humanos de que eran objeto los campesinos indígenas, sin otra
ideología que el cristianismo revolucionario de la «teología de la liberación»;
ella misma personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e
inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer
indígena en Hispanoamérica.
Para escapar a la represión se exilió
en México, donde publicó su autobiografía en 1983; recorrió el mundo con su
mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a
Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando
las injusticias. En 1992 la labor de Rigoberta Menchú fue reconocida con el
Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto
centenario del descubrimiento de América, a la que Menchú se había opuesto por
ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indios
americanos. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz
entre el Gobierno y la guerrilla iniciado en los años siguientes.
Gran parte de la popularidad le vino
de su libro autobiográfico de 1982-1983 Me
llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, escrito por Elizabeth
Burgos a partir de sus
conversaciones con Rigoberta Menchú.
Su candidatura fue sostenida por el
premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país fue
visitado por Rigoberta Menchú en agosto de 1992. Su recorrida y la campaña pro
nobel contó con la organización de Ana González antropóloga, hija del también
antropólogo Rex González
y de Lucrecia Lomban secretaria de la APDH Quilmes, entre otros activistas y
organizaciones humanitarias.
El Premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su
lucha por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el
respeto a los derechos de los indígenas,
coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de Colón a América,
y con la declaración de 1993 como Año Internacional de los Pueblos
Indios. Con los recursos financieros que recibió de este galardón estableció la
fundación Rigoberta Menchú Tum, con sede en Guatemala; una filial en México, bajo la figura
jurídica de Institución de Asistencia Privada y otra
en Nueva York
En la lectura del premio, reivindicó
los derechos históricos negados a los pueblos indígenas y denunció la
persecución sufrida desde la llegada de los europeos al continente americano,
momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del
conocimiento; también reflejó la necesidad de la desmilitarización y la
justicia social en su país, Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad
para las mujeres. El discurso en el acto de la aceptación del Premio se
encuentra en el sitio Nobel. Y
también en este mismo sitio se puede dar con una breve biografía en inglés de
la premiada.
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