lunes, 12 de mayo de 2014

RIGOBERTA MENCHÚ TUM



RIGOBERTA MENCHÚ TUM nació en Uspantán, el 9 de enero de 1959 es una líder indígena guatemalteca, miembro del grupo maya quiché, defensora de los derechos humanos; embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992 y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998.

Se ha destacado por su liderazgo al frente de las luchas sociales en el ámbito nacional e internacional. El 12 de febrero de2007, anunció que se postularía en las elecciones presidenciales de Guatemala del 2007, por la coalición de partidos WINAQy Encuentro por Guatemala; quedó en quinto lugar con un 3,09 %. Pese a la derrota, el 7 de mayo de 2011 el partido indígena WINAQ junto a otros partidos la proclamó como candidata presidencial para las elecciones presidenciales del 11 de septiembre de 2011 en el Frente Amplio de Guatemala.

Menchú nació en San Miguel Uspantán, ubicada en el departamento de El Quiché. Es hija de Vicente Menchú Pérez y Juana Tum Kótoja, dos personajes muy respetados en su comunidad. Según su autobiografía, su padre fue un campesino indígena activista en la defensa de las tierras y los derechos de su pueblo y su madre era una indígena partera tradición indígena pasada de generación en generación, por lo general realizada en zonas rurales donde no llegan los servicios médicos.

Desde muy pequeña conoció las injusticias, la discriminación y la explotación a la que son sometidos los indígenas de Guatemala, que viven en la pobreza extrema. A los cinco años comenzó a trabajar en una finca de café, en condiciones tan pésimas que fueron la causa de la muerte de hermanos y amigos suyos, así como de la represión de la que fue víctima su comunidad por parte de terratenientes y miembros del ejército de Guatemala.

Desde joven se involucró en las luchas reivindicativas de los pueblos indígenas y campesinos lo que le valió persecución política y el exilio. En 1979, fue miembro fundadora del Comité de Unidad Campesina y de la RUOG, Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca, de la que formó parte de su dirección hasta 1992.

La Guerra civil de Guatemala tuvo lugar entre 1962 y 1996, aunque la violencia estalló años antes.

Varios miembros de su familia, incluida su madre, fueron torturados y asesinados por los militares o por la policía paralela de los «Escuadrones de la muerte». El 31 de enero de1980, su padre Vicente fue uno de las 37 personas ―entre las que se contaba el cónsul español Jaime Ruiz del Árbol― que la Policía Nacional de Guatemala quemó vivas con fósforo blanco en la Masacre de la embajada española en la ciudad de Guatemala. Mientras sus hermanos optaban por unirse a la guerrilla, Rigoberta Menchú inició una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los derechos humanos de que eran objeto los campesinos indígenas, sin otra ideología que el cristianismo revolucionario de la «teología de la liberación»; ella misma personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer indígena en Hispanoamérica.

Para escapar a la represión se exilió en México, donde publicó su autobiografía en 1983; recorrió el mundo con su mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias. En 1992 la labor de Rigoberta Menchú fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del descubrimiento de América, a la que Menchú se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indios americanos. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla iniciado en los años siguientes.

Gran parte de la popularidad le vino de su libro autobiográfico de 1982-1983 Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, escrito por Elizabeth Burgos a partir de sus conversaciones con Rigoberta Menchú.

Su candidatura fue sostenida por el premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país fue visitado por Rigoberta Menchú en agosto de 1992. Su recorrida y la campaña pro nobel contó con la organización de Ana González antropóloga, hija del también antropólogo Rex González y de Lucrecia Lomban secretaria de la APDH Quilmes, entre otros activistas y organizaciones humanitarias.

El Premio Nobel le fue otorgado en reconocimiento a su lucha por la justicia social y reconciliación etno-cultural basado en el respeto a los derechos de los indígenas, coincidiendo con el quinto centenario de la llegada de Colón a América, y con la declaración de 1993 como Año Internacional de los Pueblos Indios. Con los recursos financieros que recibió de este galardón estableció la fundación Rigoberta Menchú Tum, con sede en Guatemala; una filial en México, bajo la figura jurídica de Institución de Asistencia Privada y otra en Nueva York

En la lectura del premio, reivindicó los derechos históricos negados a los pueblos indígenas y denunció la persecución sufrida desde la llegada de los europeos al continente americano, momento en que concluyó una civilización desarrollada en todos los ámbitos del conocimiento; también reflejó la necesidad de la desmilitarización y la justicia social en su país, Guatemala, así como el respeto por la naturaleza y la igualdad para las mujeres. El discurso en el acto de la aceptación del Premio se encuentra en el sitio Nobel. Y también en este mismo sitio se puede dar con una breve biografía en inglés de la premiada.

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