El CALENDARIO es una cuenta sistematizada del
transcurso del tiempo,
utilizado para la organización cronológica de actividades. Se trata de un
conjunto de reglas o normas que tratan de hacer coincidir el año civil con el
año trópico.
Antiguamente, muchos estaban basados
en los ciclos
lunares, perdurando su uso en el calendario musulmán, en la fecha de varias
fiestas religiosas cristianas y en el uso de la semana correspondiente a las
cuatro fases lunares.
En la actualidad, la mayor parte de
los calendarios tienen por referencia el ciclo que describe la Tierra alrededor del Sol y se denominan calendarios
solares.
El calendario sideral se fundamenta en
el movimiento terrestre respecto de otros astros diferentes al Sol.
Las
"calendas" eran los primeros días de cada mes. El
"calendario" era pues el registro de las calendas para un año.
El comienzo del año en la era romana era el mes de marzo, y se llamó de esa
manera en honor a "Marte", dios de la guerra; abril, fue llamado por
"Apru" que era la diosa
etrusca de la fertilidad como Aphrodita para los griegos; mayo, en honor a "Maia", la diosa de la primavera; junio, en honor a "Juno", esposa de Júpiter y
diosa del matrimonio.
En la época de Julio César,
Quinctilis se cambió por julio en su honor, y un poco más tarde, en
los años del emperador Augusto,
se cambió Sextilis por agosto. Los
meses de enero y febrero,
como se explica más adelante, se añadieron después. Febrero fue llamado así en
honor a Februa, el
festival de la purificación, y enero por el dios Jano, dios de las puertas.
El calendario más antiguo fue
encontrado en un monumento mesolítico de Aberdeenshire, Escocia por arqueólogos
británicos. Se cree que data de alrededor del año ocho mil, y mide el tiempo a
partir de las fases del Sol y de la Luna.
El calendario egipcio surge a principios del tercer milenio
antes de Cristo y es el primer calendario
solar conocido de la Historia.
El primer año de la era romana,
denominado el Año de Rómulo,
consistía en diez o doce meses, según la bibliografía que se cite. Censorino, Plutarco y otros manifestaban que al principio
el año tenía doce meses, pero debe darse más crédito a Gracano, Fulvio Nobilior,
Varro, Ovidio en varios pasajes de sus Fasti, Gelio,
Macrobio, Solino, Servio Georg, y otros, que mantenían que el primer año romano
tenía solo diez meses.
El principio del año romano no era
enero, como es en la actualidad; era en marzo, y llegaba hasta diciembre. Esto
es confirmado por el hecho del encendido del fuego sagrado en el templo de Vesta, en el primer día del año, el primero de
marzo. Los diez meses del calendario eran llamados Martius,
Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, Septembris, Octobris, Novembris,
Decembris. La duración de
los meses era de treinta y un días para cuatro de ellos Martius, Maius, Quinctilis y Octobris
y treinta días para los demás, de tal manera que la duración de los meses
quedaba en orden sucesivo: 31, 30; 31, 30; 31, 30, 30; 31, 30, 30; con la
duración total del año de 304 días.
Más tarde, se instauró el año de Numa, con doce meses y 355
días. Este año fue creado alrededor del 700 a. C. por el segundo rey de Roma, Numa Pompilio. Censorino
cuenta que al año de Rómulo se le adhirieron cincuenta y un días:
“se les quitó un día a cada uno de los meses huecos antes nombrados, que
entonces sumados hacían 57 días, de los cuales se formaron dos meses, Ianuarius con 29, y Februarius con 28 días. Así todos los meses eran
de este modo plenos, y contenían un número impar de días, salvo Februarius, que era el único hueco, y por eso
considerado más desafortunado que el resto.", quedando el año de la
siguiente manera: Martius, 31 días; Aprilis, 29 días; Maius, 31 días; Iunius, 29 días; Quinctilis, 31 días; Sextilis, 29 días; September, 29 días; October, 31 días; Nouember, 29 días; December, 29 días; Ianuarius, 29 días; y Februarius, 28
días.
Aún de esta manera el año quedaba
corto once días respecto al año solar (estacionario), por lo que Numa
Pompilio ordenó que se le añadiera un mes cada dos años de 22 días en el
segundo y sexto años, y de 23 días en el cuatro y octavo, haciendo un ciclo de
ocho años. El mes intercalar era llamado Mercedonius Plutarco,
Numa, 19; Caes. 59. El año romano estaba basado en los ciclos
lunares y, según Livio, la relación con los
años solares se daba cada 19 años. Este ciclo fue introducido en el 432 a. C. y, aunque este conocimiento carecía de
uso popular, era utilizado por los pontífices para los cultos de los dioses.
En 45 a. C. Julio César encargó al astrónomo alejandrino Sosígenes la elaboración de su calendario. Este
fijó la duración del año en 365 días y seis horas, cálculo asombrosamente
exacto dados los rudimentarios instrumentos de la época, ya que su margen de
error fue sólo de 11 minutos y 9 segundos al año, es decir, menos de un segundo
por día, pero con el fin de evitar complicaciones, se tomó de 365 días de
duración, añadiendo diez días al año de 355 días. Censorino escribió el
siguiente texto al respecto: “La confusión fue al final llevada tan lejos que
C. César, el Pontifex Maximus, en su tercer
consulado, con Lépido como colega, insertó entre noviembre y
diciembre dos meses intercalares de 67 días, habiendo ya recibido el mes de
febrero una intercalación de 23 días, e hizo así que el año completo
consistiera en 445 días. Al mismo tiempo proveyó contra una repetición de
errores similares al renunciar al mes intercalar, y al adaptar el año al curso
solar. Para ello, a los 355 días del año previamente existente, añadió diez
días, que distribuyó entre los siete meses que tenían 29 días, de tal forma que
Enero, Sextilis y Diciembre recibieron dos cada uno, y los otros sólo uno; y
estos días adicionales los colocó al final de cada mes, sin duda con el deseo
de no mover los diversos festivales de aquellas posiciones en cada uno de los
meses que durante tanto tiempo habían ocupado. Así, en el presente calendario,
aunque hay siete meses de 31 días, los cuatro meses que originalmente poseían
ese número aún son distinguibles al tener sus nonas en
el quinto día del mes. Por último, en consideración por el cuarto de día que él
consideraba que completaba el año, estableció la regla de que, al final de cada
cuatro años, un único día debía ser intercalado donde el mes había sido
anteriormente insertado, esto es, inmediatamente después de los Terminalia;
ese día es ahora llamado el Bisextum.". Bissextum viene de bis-sexto. El
24 de febrero era llamado por los romanos "ante diem sextum Kalendas
Martias"; en los años bisiestos, el día 25 era llamado "ante diem bis sextum Kalendas
Martias", a diferencia de los años normales, cuando se le nombraba
"ante diem quintum Kalendas Martias", dando origen al término
bisiesto "bis sextum", dos veces sexto.
Julio César añadió un día a julio, mes
de su nacimiento. Augusto hizo lo mismo con agosto. Ambos días fueron retirados
de febrero, que pasó a tener 28. Ante la disminución de este mes con respecto a
los otros, el día añadido de los años bisiestos se le concedió a él.
Julio César estableció que el año
comenzara el 1 de enero, día en el que los funcionarios del emperador asumían
su cargo.
La imperfección del Calendario Juliano
dio pie para que en el año 1582 el Papa Gregorio XIII encargara a Luis Lilio y al jesuita alemán Christopher Clavius la reforma por la cual se creó el Calendario Gregoriano.
Esta reforma tuvo dos aspectos
principales. Por una parte, dado que el equinoccio de primavera se había adelantado 10
días, se suprimieron estos para ajustar el ciclo de las estaciones. Este ajuste
se llevó a cabo el jueves 4 de octubre de 1582, por lo que el siguiente día se
consideró viernes 15 de octubre. Además para conseguir que este resultado
pudiera mantenerse en el futuro, se acordó que los años bisiestos cuyas dos
últimas cifras fueran ceros no serían bisiestos, excepto si sus dos primeras
son divisibles por cuatro. Así pues de los años 1600, 1700, 1800, 1900 y 2000,
que en el calendario juliano son bisiestos, en el gregoriano lo son sólo el
1600 y el 2000, de modo que cada cuatro siglos quedan suprimidos tres días.
Este calendario fue gradualmente
adoptado por varios países y es en la actualidad el calendario cívico más utilizado en el mundo.
Las aproximaciones del calendario
gregoriano tienen un desfase de 1 día cada 3,300 años respecto al año tropical.
Sin embargo, debido a la precesión de los equinoccios el error respecto al equinoccio de
primavera es de 1 día cada 7,700 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario