Un ESPERMATOZOIDE
es una célula haploide que constituye el gameto masculino. Es
una de las células más diferenciadas, y su función es la formación de un cigoto totipotente al fusionarse su núcleo con el del gameto
femenino, fenómeno que dará lugar, posteriormente, al embrión y al feto.
En la fecundación humana, los espermatozoides
dan el sexo a la nueva célula diploide, pues pueden llevar cromosoma sexual X o Y, mientras que el
óvulo lleva sólo el cromosoma X. Fueron identificados por primera vez en 1677 por Anton van Leeuwenhoek,
inventor de los primeros microscopios potentes.
Posteriormente, en 1697, Nicolás Hartsocker propuso la teoría del homúnculo, que consistía en la presencia dentro del
espermatozoide de un hombre microscópico con una cabeza de gran tamaño.
La
espermatogénesis es el aumento o crecimiento, maduración, transformación y la
liberación del empaquetamiento del ADN de los espermatozoides en la pubertad.
También es el mecanismo encargado de la producción de espermatozoides; es la
gametogénesis en el hombre. Este proceso se produce en las gónadas, activado
por la hormona GnRH que se produce en el hipotálamo, y la maduración final de
los espermatozoides se produce en el epidídimo. La espermatogénesis tiene una
duración aproximada de 64 días en la especie humana, y consta de tres fases o
etapas: fase proliferativa, meiosis o espermatocitogénesis, y espermiogénesis o
espermiohistogénesis. A veces incluye aterogénesis y retrogénesis.
Los
espermatozoides en el ser humano son de forma piriforme, sólo sobreviven en un medio ambiente cálido,
aunque entre 1 y 3 ºC por debajo de la temperatura corporal, y son las únicas
células en poseer flagelo; esto le ayuda a ser una célula con alta
movilidad, capaz de nadar libremente. Se componen principalmente de dos partes:
una cabeza y su flagelo, pero dentro de ellas podemos distinguir varias
estructuras, las cuales, en orden cefálico-caudal de la cabeza a la cola, es
decir, de arriba a abajo, son: acrosoma, núcleo, membrana, cuello, pieza media, cola y pieza terminal.
Viven de medias 24 horas, aunque es posible que lleguen a fecundar el óvulo
después de tres días.
La cabeza contiene dos partes principales: el acrosoma, que cubre los
dos tercios anteriores de la cabeza; y el núcleo, que contiene la carga
genética del espermatozoide 23 cromosomas, en el pronúcleo, que, unidos a los
23 del óvulo dan lugar a la célula madre, al
sumarse el total de 46 cromosomas, agrupados en pares. En los seres humanos la
medida de la cabeza del espermatozoide es de 5 µm micrómetros de longitud.
Tanto el pronúcleo como el acrosoma están envueltos en medio de una pequeña
cantidad de citoplasma y revestidos por una membrana plasmática que une la
cabeza al cuerpo del espermatozoide. Es la parte más importante adjunto con el
cuerpo.
El acrosoma es una capa formada por
las enzimas hialurodinasa, acrosina y neuraminidasa que favorecerán la rotura de la zona
pelúcida para la penetración, la cual rodea alovocito.
El núcleo, después de que el acrosoma
abra la zona pelúcida del ovocito, es la única parte que entra a su citoplasma,
dejando atrás la membrana ya vacía, para luego fusionarse con el núcleo del
óvulo, completarse como célula diploide y empezar la división celular mitosis.
Por lo tanto, como las mitocondrias y todo lo demás del gameto masculino no se
unen al cigoto, todas las mitocondrias de la nueva célula provienen de la
parte materna.
El cuello es muy corto, por lo que no es visible mediante
el microscopio óptico. Es ligeramente más grueso que las demás partes del
flagelo y contiene residuos citoplasmáticos de la espermática. Tras estos elementos contiene un centriolo, el distal, que origina la pieza media, y el
otro, el proximal, desaparece luego de haber dado origen al flagelo. Contiene
una placa basal de material denso que lo separa de la cabeza y es donde se
anclan 9 columnas proteicas, que son centriolos modificados, continuándose por
toda la cola. De uno de ellos (el distal) se origina la pieza media.
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