viernes, 16 de mayo de 2014

LA FAMILIA BURRÓN



La FAMILIA BURRÓN es una historieta mexicana creada en 1948 por Gabriel Vargas. Tras más de 60 años de publicación ininterrumpida, finalizó con el número 1616 del 26 de agosto de 2009. Esta historieta, trata sobre las aventuras de una familia de clase baja de la Ciudad de México, y es una de las principales representantes del medio en su país.

La Familia Burrón presenta consistentemente una crítica humorística sobre la sociedad mexicana y sus cualidades tanto positivas como negativas, desde la perspectiva de una familia de escasos recursos. 

Los Burrón son una típica familia de clase baja que vive en una vecindad en la Ciudad de México, D.F, ubicada en el "Callejón del Cuajo número chorrocientos chochenta y chocho".

Sus integrantes son don Regino Burrón, peluquero de profesión y propietario de la peluquería "El Rizo de Oro", Borola Tacuche de Burrón, Macuca Burrón Tacuche, Regino Burrón Tacuche, el niño Foforito Cantarranas adoptado por los Burrón y la mascota de la familia, el perrito Wilson.

Es la jefa de la familia y el personaje principal de la historieta. Borola Tacuche nació en el seno de una muy rica y reconocida familia de la Ciudad de México. Desde pequeña se distinguía por ser traviesa y alocada, metiendo en problemas a sus amigos, en especial a Regino Burrón. Borola y Regino se procuraban mucho, a pesar de pertenecer a clases sociales distintas, y la tía y tutora de la niña, la señora Cristeta Tacuche, tenía en gran estima al pequeño Regino por ser un niño serio, educado y trabajador. En algún momento de su juventud, Borola se enamoró del pobretón de Regino, desdeñando una plétora de acaudalados pretendientes en favor de su "chaparrín". Cristeta respetó la decisión de Borola.

A pesar de su edad lo cual es un tema tratado con poca continuidad en la historieta, se considera extremadamente atractiva, contoneándose en la calle para deleite del "sexo horroroso" de una manera que a su familia, especialmente a su esposo y a su hija, avergüenza. Alega haber sido una gran vedette del los teatros, y más de una vez ha vuelto al negocio de "encueratriz", aunque la mayoría de sus antiguos amigos y patrones la consideran ya fuera de edad. El ser llamada vieja la molesta de sobremanera, alegando que es "una chica del siglo veintiuno", razonamiento que le permite no limitarse y explorar oficios tan diversos como piloto de carreras, luchadora enmascarada, médico cirujano o ingeniera empírica.

Creativa, impulsiva y extrovertida, siempre se mete en problemas, con el fin de sacar a la familia de su eterna pobreza, además de que por su buen corazón, siempre intenta ayudar a las demás personas dentro de la vecindad en la que habita, personas que también viven en condiciones paupérrimas aunque en ocasiones también trata de sacar provecho a sus costillas. Borola representa el espíritu y la inventiva del mexicano, sabiendo salir adelante en cuanto proyecto inverosímil se le mete entre manos. Algunas de sus invenciones y proyectos incluyen un helicóptero de madera movido por un motor de lavadora; un cañón para viajes personales; un teleférico; una red alterna de transporte subterráneo; cazar avestruces del zoológico para la cena navideña; cocinar albóndigas hechas de periódico, gorgojos de frijol y llantas de auto; hacer un caldo de trozos de llantas de auto y polvo de caucho; usar el patio de su vecindad como alberca; asaltar tiendas departamentales al estilo del viejo oeste, y cientos de aventuras más, la mayoría de las cuales terminan con cientos de heridos y/o Borola en prisión. Incluso en una ocasión llegó a extirparse el esqueleto del cuerpo, pues le asustaba "traer dentro una calaca".

A pesar de tener un buen corazón, Borola es también ambiciosa y pronta para los pleitos. Es notable su fuerza y habilidad para la pelea callejera es experta en lucha libre, artes marciales y "patín yucateco", llegando a someter a la vez a varios hombres de mayor tamaño que ella, aunque no sin sus consecuencias. Acostumbra llevar una plancha de hierro o la mano del metate en su bolso de mano, y para situaciones más extremas no tarda en echar mano de su siempre fiel "mosquetón", cargado con balas expansivas. A pesar de esto, las vecinas siempre la buscan a ella para que les de consejo o resuelva sus problemas, pues la consideran una persona inteligente y de buen juicio, así como una refinada dama "de la alta".

No deja de ser una excelente mujer, ama de casa que se da su tiempo para cumplir con los deberes de la casa y estar vigilante de la educación y conducta de sus hijos, a los cuales defiende como "león de melena negra", experta cocinera que crea increíbles platillos con el limitado gasto diario que le da su chaparro esposo, famosa por sus suculentas comidas de campaña, las cuales prepara en menos de 5 minutos y que invariablemente espera perfectamente arreglada y emperifollada para comer a las 2 de la tarde a su esposo e hijos que llegan a hacer por la vida. Extremadamente celosa, no permite que ninguna "lagartona" ronde alrededor de su Regino.

Con personalidades y caracteres tan diferentes lo único que mantiene unidos a Borola y Regino es el amor y respeto que se profesan mutuamente y su debilidad por el baile de cualquier estilo, pues ambos son buenísimos para sacarle chispas a las pistas de baile.

Don Regis es el padre de la familia, peluquero de profesión, propietario del negocio "El rizo de Oro". Su tarea como jefe de la familia es llevar el dinero producto de su trabajo y poner freno a las locuras de su esposa Borola. De carácter en extremo reposado y conservador, puede llegar a ser apocado (de lo cual su esposa siempre lo acusa), sin embargo, todos están de acuerdo que su marca es la decencia, la honestidad y la respetabilidad.

Regino fue amigo de Borola desde niño, aunque sus familias diferían en clase social. La situación económica de Regino empeoró tras la muerte de su padre, ante lo cual abandonó sus estudios para dedicarse al negocio familiar de "rapabarbas". Al quedar huérfanos, los hermanos de Regino fueron a vivir con ciertos tíos en provincia, mientras que el joven Burrón permaneció en la capital a cargo del negocio. Inicialmente, su intención de pretender a Borola fue rechazada por la familia de ésta, pero después Cristeta reconoció y respaldo su relación.

A pesar de que su familia vive en la más completa pobreza, el orgullo de Regino le impide aceptar la ayuda de su riquísima tía política, usando los recursos de ésta sólo en situaciones de gran emergencia; lo mismo ocurre con sus amigos los Tinoco. Es patente su molestia con Borola cuando ésta trata de buscar trabajo o de llevar a cabo un proyecto para ayudar en la casa, alegando que, como el marido, es su deber el traer el sustento diario (el que Borola constantemente busque colocación como bailarina exótica no ayuda mucho). Aunque su peluquería de estilo tradicional recibe menos clientes cada día, Regino es reticente a cambiar de giro, o de estilo siquiera, lo cual no impide que de cuando en cuando salga a vender cosméticos hechos en casa o a arreglar mascotas en casas pudientes cuando la situación es muy crítica.

Regino chico, también llamado "El Tejocote" por su nariz de bola y pelirroja cabellera, es el primogénito del matrimonio Burrón Tacuche.

En algunos episodios de la historieta se revela que es un dedicado estudiante de bachillerato, de carácter serio y formal, aunque sin dejar de mostrar el ímpetu de su edad y algunos otros rasgos impulsivos, heredados sin duda de su madre, Borola.

Sin embargo, en la gran mayoría de sus apariciones en la historieta se muestra como la mano derecha de su padre Don Regino en la peluquería "El Rizo de Oro", a quien "El Tejocote" respeta y obedece por encima de todo y de todos.

Macuca es la única hija del matrimonio Burrón y por ende, la consentida de la casa, a quien sus padres y hermanos celan y protegen con ahínco. Como rasgo particular, es el único personaje de toda la historieta que no tiene la nariz redonda.

Ingenua e inocente, Macuca, conocida como "La Pecocha", dedica casi la totalidad de su tiempo en ayudar a su madre en las tareas del hogar y en acompañarla en sus singulares iniciativas, de las cuales casi siempre se muestra insegura y en ocasiones abiertamente avergonzada.

Igualmente, en algunos episodios de la historieta se revela que es estudiante en una academia "para señoritas". Macuca Burrón es el personaje arquetípico de las decentes y honradas "hijas de familia" en la clase media mexicana de mediados del siglo XX.

En realidad, Foforito es hijo adoptivo de esta humilde y humana familia. Foforito, al igual que Regino chico, es ayudante de Regino en "El Rizo de oro".

El verdadero padre de Foforito es Don Susano Cantarranas, pepenador y consumado borracho que prácticamente abandonó al niño desde pequeño en manos de esta familia. Cada que puede recurre al chantaje para "vender" a su hijo aunque esto ha ido cambiando con el paso del tiempo. De cualquier manera, Fóforo es un miembro más de los Burrón, pues es querido y tomado como tal, y se le puede considerar como un auténtico Burrón. La madre biológica de Foforito es Lucy Yadira "la Gitana".

Foforito es un excelente niño. Además de ayudar a su papá en la peluquería junto con su hermano "El Tejocote", este pequeño de noble corazón es un estudiante y amante de la música. Toca la mandolina y estudia música en la academia del maestro Bibiano Torrija, en donde también estudian sus entrañables amigos Isidro Cotorrón y Sinfónico Fonseca, además de la niña Alubia Salpicón

Es importante hacer notar la bondad de la familia, que adopta al niño a pesar de estar "en la última miseria", como diría alguno de los personajes.

El perrito de la Familia, de nombre Wilson, no tiene una raza definida, pero siempre está presente en sus aventuras, teniendo por costumbre acompañar a Don Regino y a sus hijos al "Rizo de Oro". Por lo menos un capítulo se dedicó a la mascota, narrando sus peripecias cuando se extravía al no poder acompañar a sus dueños en el camión, por lo que es atropellado por un ciclista y termina en un basurero en donde tras platicar en idioma perruno con varios canes, emprende el viaje de regreso a casa, siendo acogido tras pasar la noche en el quicio de la puerta de una señora acaudalada y casualmente amante de los perros que ordena lo bañen y perfumen, pero al tratar de convivir con los perros de la señora es agredido y escapa de la casa, llegando a manos del señor Burrón, que lo devuelve a su hogar y termina con la angustia de la familia.

Tía de Borola, es multimillonaria y vive en París desde hace varios años tras haber emigrado de México debido a la persecución de millonarios durante el gobierno de Echeverría. Apodada "la Reina de París" o "la Timborota" por sus amigos de mayor confianza, emplea a un ejército de mucamas mexicanas comandadas por Boba Licona, su secretaria personal y amiga más cercana. Tiene como mascotas dos cocodrilos, Pierre y Marcelo, quienes habitan la alberca de su mansión. Cristeta lucha con ellos a modo de ejercicio matutino sin que los reptiles parezcan querer devorarla a ella o a sus sirvientas. Duerme siempre rodeada de sus perritos.

Su eterno enamorado es Toto Roquefort, el "Rey del Queso", además de muchos otros pretendientes a quienes galantemente rechaza incluidos el Rey de la Mostaza y el Rey del Bacalao Noruego, pues siempre encuentra sus manierismos personales insoportables. Le gusta ir a cenar a lujosos restaurantes de París, como "La Cazuelé", donde pide regularmente alguno de sus platillos favoritos: torito alcaparrado, ballenato nonato u ojos de canario a la "piripitifir".

Es la única persona en el mundo que se ha dedicado a recorrer los siete mares para echarles moronas de pan a los peces

Hermano de Borola y sobrino de doña Cristeta. Un antiguo ladrón, que actualmente se ha regenerado y lleva una vida decente como maestro panadero en la panadería "La hojaldra". Vive enamorado de Bella Bellota, una gentil viuda a quien un antiguo compañero de fechorías le confío al morir junto con el hijo de éste, Robertino.

Su aspecto es extraño, por decir lo menos. De niño era hiperactivo, lo cual lo llevó a echarse una olla de leche hirviendo encima por accidente. Desfigurado de por vida, Ruperto entró en una actitud rebelde y autodestructiva, eventualmente abandonando la casa de su tía y rodeándose de las malas compañías que lo hicieron caer en el crimen profesional. A raíz de su accidente, siempre lleva la cara cubierta por una bufanda, dejando ver solamente una negra faz. A pesar de ser actualmente una persona de bien, sus antiguos compañeros siempre tratan de hacerlo volver al oficio, y los corruptos agentes de policía lo buscan, amedrentan y torturan cada vez que un ilícito se comente relacionado con las actividades y amistades pasadas del panadero. Ruperto simplemente se resigna a esto, tratando siempre, aunque sin éxito, de hacer razonar a los "tecos" y convencerlos de la verdad.

Ruperto es tal vez el personaje más complejo de la historieta, siempre en el constante dilema de que hacer para sobrevivir. Su dilema sobre la rectitud y sobre si el fin justifica los medios se ven reflejados en muchas historias donde trata de conseguir dinero para ayudar al hijo de Bella Bellota. El diseño en particular de este personaje es de destacar, ya que tiene más personalidad y refleja de mejor manera el ingenio de Vargas. Vive en el hotel "El catre".

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