La FAMILIA
BURRÓN es una historieta mexicana creada en 1948 por Gabriel Vargas. Tras más de 60 años de publicación
ininterrumpida, finalizó con el número 1616 del 26 de agosto de 2009. Esta
historieta, trata sobre las aventuras de una familia de clase baja de la Ciudad de México, y es
una de las principales representantes del medio en su país.
La Familia
Burrón presenta consistentemente una crítica humorística sobre la sociedad
mexicana y sus cualidades tanto positivas como negativas, desde la perspectiva
de una familia de escasos recursos.
Los Burrón son una típica familia de
clase baja que vive en una vecindad en la Ciudad de México, D.F, ubicada en el
"Callejón del Cuajo número chorrocientos chochenta y chocho".
Sus integrantes son don Regino Burrón,
peluquero de profesión y propietario de la peluquería "El Rizo de
Oro", Borola Tacuche de Burrón, Macuca Burrón Tacuche, Regino Burrón
Tacuche, el niño Foforito Cantarranas adoptado por los Burrón y la mascota de
la familia, el perrito Wilson.
Es la jefa de la familia y el
personaje principal de la historieta. Borola Tacuche nació en el seno de una
muy rica y reconocida familia de la Ciudad de México. Desde pequeña se
distinguía por ser traviesa y alocada, metiendo en problemas a sus amigos, en
especial a Regino Burrón. Borola y Regino se procuraban mucho, a pesar de
pertenecer a clases sociales distintas, y la tía y tutora de la niña, la señora
Cristeta Tacuche, tenía en gran estima al pequeño Regino por ser un niño serio,
educado y trabajador. En algún momento de su juventud, Borola se enamoró del pobretón
de Regino, desdeñando una plétora de acaudalados pretendientes en favor de su
"chaparrín". Cristeta respetó la decisión de Borola.
A pesar de su edad lo cual es un tema
tratado con poca continuidad en la historieta, se considera extremadamente atractiva,
contoneándose en la calle para deleite del "sexo horroroso" de una
manera que a su familia, especialmente a su esposo y a su hija, avergüenza.
Alega haber sido una gran vedette del los teatros, y más de una vez ha vuelto
al negocio de "encueratriz", aunque la mayoría de sus antiguos amigos
y patrones la consideran ya fuera de edad. El ser llamada vieja la molesta de
sobremanera, alegando que es "una chica del siglo veintiuno",
razonamiento que le permite no limitarse y explorar oficios tan diversos como
piloto de carreras, luchadora enmascarada, médico cirujano o ingeniera
empírica.
Creativa, impulsiva y extrovertida,
siempre se mete en problemas, con el fin de sacar a la familia de su eterna
pobreza, además de que por su buen corazón, siempre intenta ayudar a las demás
personas dentro de la vecindad en la que habita, personas que también viven en
condiciones paupérrimas aunque en ocasiones también trata de sacar provecho a
sus costillas. Borola representa el espíritu y la inventiva del mexicano, sabiendo
salir adelante en cuanto proyecto inverosímil se le mete entre manos. Algunas
de sus invenciones y proyectos incluyen un helicóptero de madera movido por un
motor de lavadora; un cañón para viajes personales; un teleférico; una red
alterna de transporte subterráneo; cazar avestruces del zoológico para la cena
navideña; cocinar albóndigas hechas de periódico, gorgojos de frijol y llantas
de auto; hacer un caldo de trozos de llantas de auto y polvo de caucho; usar el
patio de su vecindad como alberca; asaltar tiendas departamentales al estilo
del viejo oeste, y cientos de aventuras más, la mayoría de las cuales terminan
con cientos de heridos y/o Borola en prisión. Incluso en una ocasión llegó a
extirparse el esqueleto del cuerpo, pues le asustaba "traer dentro una
calaca".
A pesar de tener un buen corazón,
Borola es también ambiciosa y pronta para los pleitos. Es notable su fuerza y
habilidad para la pelea callejera es experta en lucha libre, artes marciales y
"patín yucateco", llegando a someter a la vez a varios hombres de
mayor tamaño que ella, aunque no sin sus consecuencias. Acostumbra llevar una
plancha de hierro o la mano del metate en su bolso de mano, y para situaciones
más extremas no tarda en echar mano de su siempre fiel "mosquetón",
cargado con balas expansivas. A pesar de esto, las vecinas siempre la buscan a
ella para que les de consejo o resuelva sus problemas, pues la consideran una
persona inteligente y de buen juicio, así como una refinada dama "de la
alta".
No deja de ser una excelente mujer,
ama de casa que se da su tiempo para cumplir con los deberes de la casa y estar
vigilante de la educación y conducta de sus hijos, a los cuales defiende como
"león de melena negra", experta cocinera que crea increíbles
platillos con el limitado gasto diario que le da su chaparro esposo, famosa por
sus suculentas comidas de campaña, las cuales prepara en menos de 5 minutos y
que invariablemente espera perfectamente arreglada y emperifollada para comer a
las 2 de la tarde a su esposo e hijos que llegan a hacer por la vida.
Extremadamente celosa, no permite que ninguna "lagartona" ronde
alrededor de su Regino.
Con personalidades y caracteres tan
diferentes lo único que mantiene unidos a Borola y Regino es el amor y respeto
que se profesan mutuamente y su debilidad por el baile de cualquier estilo,
pues ambos son buenísimos para sacarle chispas a las pistas de baile.
Don Regis es el padre de la familia, peluquero de profesión, propietario del negocio
"El rizo de Oro". Su tarea como jefe de la familia es llevar el
dinero producto de su trabajo y poner freno a las locuras de su esposa Borola.
De carácter en extremo reposado y conservador, puede llegar a ser apocado (de
lo cual su esposa siempre lo acusa), sin embargo, todos están de acuerdo que su
marca es la decencia, la honestidad y la respetabilidad.
Regino fue amigo de Borola desde niño,
aunque sus familias diferían en clase social.
La situación económica de Regino empeoró tras la muerte de su padre, ante lo
cual abandonó sus estudios para dedicarse al negocio familiar de
"rapabarbas". Al quedar huérfanos, los hermanos de Regino fueron a
vivir con ciertos tíos en provincia, mientras que el joven Burrón permaneció en
la capital a cargo del negocio. Inicialmente, su intención de pretender a
Borola fue rechazada por la familia de ésta, pero después Cristeta reconoció y
respaldo su relación.
A pesar de que su familia vive en la
más completa pobreza, el orgullo de Regino le impide aceptar la ayuda
de su riquísima tía política, usando los recursos de ésta sólo en situaciones
de gran emergencia; lo mismo ocurre con sus amigos los Tinoco. Es patente su
molestia con Borola cuando ésta trata de buscar trabajo o de llevar a cabo un
proyecto para ayudar en la casa, alegando que, como el marido, es su deber el
traer el sustento diario (el que Borola constantemente busque colocación como
bailarina exótica no ayuda mucho). Aunque su peluquería de estilo tradicional recibe menos
clientes cada día, Regino es reticente a cambiar de giro, o de estilo siquiera,
lo cual no impide que de cuando en cuando salga a vender cosméticos hechos en casa o a arreglar mascotas en
casas pudientes cuando la situación es muy crítica.
Regino chico, también llamado "El Tejocote" por su nariz de bola y
pelirroja cabellera, es el primogénito del matrimonio Burrón Tacuche.
En algunos episodios de la historieta
se revela que es un dedicado estudiante de bachillerato, de carácter serio y
formal, aunque sin dejar de mostrar el ímpetu de su edad y algunos otros rasgos
impulsivos, heredados sin duda de su madre, Borola.
Sin embargo, en la gran mayoría de sus
apariciones en la historieta se muestra como la mano derecha de su padre Don
Regino en la peluquería "El Rizo de Oro", a quien "El
Tejocote" respeta y obedece por encima de todo y de todos.
Macuca es la única hija del matrimonio
Burrón y por ende, la consentida de la casa, a quien sus padres y hermanos
celan y protegen con ahínco. Como rasgo particular, es el único personaje de
toda la historieta que no tiene la nariz redonda.
Ingenua e inocente, Macuca, conocida
como "La Pecocha", dedica casi la totalidad de su tiempo en ayudar a
su madre en las tareas del hogar y en acompañarla en sus singulares
iniciativas, de las cuales casi siempre se muestra insegura y en ocasiones
abiertamente avergonzada.
Igualmente, en algunos episodios de la
historieta se revela que es estudiante en una academia "para
señoritas". Macuca Burrón es el personaje arquetípico de las decentes y
honradas "hijas de familia" en la clase media mexicana de mediados
del siglo XX.
En realidad, Foforito es hijo adoptivo
de esta humilde y humana familia. Foforito, al igual que Regino chico, es
ayudante de Regino en "El Rizo de oro".
El verdadero padre de Foforito es Don
Susano Cantarranas, pepenador y consumado borracho que prácticamente abandonó
al niño desde pequeño en manos de esta familia. Cada que puede recurre al chantaje
para "vender" a su hijo aunque esto ha ido cambiando con el paso del
tiempo. De cualquier manera, Fóforo es un miembro más de los Burrón, pues es
querido y tomado como tal, y se le puede considerar como un auténtico Burrón.
La madre biológica de Foforito es Lucy Yadira "la Gitana".
Foforito es un excelente niño. Además
de ayudar a su papá en la peluquería junto con su hermano "El
Tejocote", este pequeño de noble corazón es un estudiante y amante de la
música. Toca la mandolina y estudia música en la academia del
maestro Bibiano Torrija, en donde también estudian sus entrañables amigos
Isidro Cotorrón y Sinfónico Fonseca, además de la niña Alubia Salpicón
Es importante hacer notar la bondad de
la familia, que adopta al niño a pesar de estar "en la última
miseria", como diría alguno de los personajes.
El perrito
de la Familia, de nombre Wilson, no tiene una raza definida, pero siempre está
presente en sus aventuras, teniendo por costumbre acompañar a Don Regino y a
sus hijos al "Rizo de Oro". Por lo menos un capítulo se dedicó a la
mascota, narrando sus peripecias cuando se extravía al no poder acompañar a sus
dueños en el camión, por lo que es atropellado por un ciclista y termina en un
basurero en donde tras platicar en idioma perruno con varios canes, emprende el
viaje de regreso a casa, siendo acogido tras pasar la noche en el quicio de la
puerta de una señora acaudalada y casualmente amante de los perros que ordena
lo bañen y perfumen, pero al tratar de convivir con los perros de la señora es
agredido y escapa de la casa, llegando a manos del señor Burrón, que lo
devuelve a su hogar y termina con la angustia de la familia.
Tía de Borola, es multimillonaria y
vive en París desde hace varios años tras haber emigrado de
México debido a la persecución de millonarios durante el gobierno de Echeverría. Apodada "la Reina de
París" o "la Timborota" por sus amigos de mayor confianza,
emplea a un ejército de mucamas mexicanas comandadas por Boba Licona,
su secretaria personal y amiga más cercana. Tiene como mascotas dos cocodrilos, Pierre y
Marcelo, quienes habitan la alberca de su mansión. Cristeta lucha con ellos a modo de ejercicio matutino
sin que los reptiles parezcan querer devorarla a ella o a sus sirvientas.
Duerme siempre rodeada de sus perritos.
Su eterno enamorado es Toto Roquefort,
el "Rey del Queso", además de
muchos otros pretendientes a quienes galantemente rechaza incluidos el Rey de
la Mostaza y el Rey del Bacalao Noruego, pues siempre encuentra sus manierismos
personales insoportables. Le gusta ir a cenar a lujosos restaurantes de París, como "La Cazuelé",
donde pide regularmente alguno de sus platillos favoritos: torito alcaparrado, ballenato nonato u ojos de canario a la "piripitifir".
Es la única persona en el mundo que se
ha dedicado a recorrer los siete mares para echarles moronas de pan a los peces
Hermano de Borola y sobrino de doña
Cristeta. Un antiguo ladrón, que actualmente se ha regenerado y lleva una vida
decente como maestro panadero en la panadería "La hojaldra". Vive
enamorado de Bella Bellota, una gentil viuda a quien un antiguo compañero de
fechorías le confío al morir junto con el hijo de éste, Robertino.
Su aspecto es extraño, por decir lo
menos. De niño era hiperactivo, lo cual lo llevó a echarse una olla de leche
hirviendo encima por accidente. Desfigurado de por vida, Ruperto entró en una
actitud rebelde y autodestructiva, eventualmente abandonando la casa de su tía
y rodeándose de las malas compañías que lo hicieron caer en el crimen
profesional. A raíz de su accidente, siempre lleva la cara cubierta por una
bufanda, dejando ver solamente una negra faz. A pesar de ser actualmente una
persona de bien, sus antiguos compañeros siempre tratan de hacerlo volver al
oficio, y los corruptos agentes de policía lo buscan, amedrentan y torturan
cada vez que un ilícito se comente relacionado con las actividades y amistades
pasadas del panadero. Ruperto simplemente se resigna a esto, tratando siempre,
aunque sin éxito, de hacer razonar a los "tecos" y convencerlos de la
verdad.
Ruperto es tal vez el personaje más
complejo de la historieta, siempre en el constante dilema de que hacer para
sobrevivir. Su dilema sobre la rectitud y sobre si el fin justifica los medios
se ven reflejados en muchas historias donde trata de conseguir dinero para
ayudar al hijo de Bella Bellota. El diseño en particular de este personaje es
de destacar, ya que tiene más personalidad y refleja de mejor manera el ingenio
de Vargas. Vive en el hotel "El catre".
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