LAPITA es el nombre de una cultura neolítica que se extendió desde puntos de la
costa norte de Nueva Guinea y el archipiélago Bismarck hasta Nueva
Caledonia, y las islas Samoa y Tonga, en el oeste del océano Pacífico. Es considerada la precursora de diversas
culturas contemporáneas de parte de Oceanía
Cercana y
posteriormente de Polinesia.
El lugar arqueológico modelo de esta
cultura está situado cerca del pueblo de Koné, Nueva Caledonia, y fue
descubierto en 1952. El nombre "Lapita"
deriva de la palabra "sapita”, que significa ‘excavar un hoyo’ en el
dialecto Haveke de Nueva Caledonia. Esa palabra fue malentendida por los
primeros arqueólogos norteamericanos que creyeron que el sitio se llamaba
«Lapita».
Es un tipo de alfarería de barro de
fuego lento, a menudo templada con conchas o arena, y decorada con incisiones
superficiales realizadas con sellos dentados. Alrededor del 15% de las piezas
son decoradas, y las demás son lisas. Suelen estar cubiertas con un engobe rojizo, una técnica empleada en la
misma época en Taiwán y en el norte de Filipinas. Los fragmentos de piezas
encontrados corresponden a jarrones, ollas, cuencos, fuentes y platos, muchos
de ellos con un pie o base cilíndrica. Aparte de su decoración, todos comparten
las mismas formas, la misma composición y la misma técnica de fabricación modelado
a mano y posterior bruñido.
Los motivos consisten mayoritariamente
en series geométricas repetitivas, ondas y representaciones antropomórficas
estilizadas. Según algunas teorías, estas decoraciones pueden haber sido
transferidas a o desde medios menos duros como tejidos hechos de fibra vegetal,
tapetes o tatuajes. Los arqueólogos han catalogado hasta 150 motivos
diferentes, dispuestos según estrictas convenciones, y se han realizado mapas
de su distribución en Oceanía. Esta amplía distribución las excavaciones se
reparten en islas que cubren un área de más de 4000 km de largo ha permitido
afirmar que los pobladores de Melanesia y Polinesia compartían una misma
cultura común, lo que borra su tradicional división étnica heredada del
siglo XIX.
La alfarería clásica lapita fue
producida entre el 1350 y el 750 a. C. y su producción más temprana se
encontró en el archipiélago de Bismarck. Estilos locales de esta primera
alfarería lapita se encuentran en Vanuatu y Nueva Caledonia. En la Polinesia Occidental se encuentra alfarería
lapita desde el 800 a. C. en el área de Fiyi, Samoa y Tonga,
límite oriental de su difusión. Alrededor de 500 años más tarde, variantes
lapitoides se habrían difundido desde Tonga y Samoa hasta las Marquesas y las Islas de la
Sociedad.
Si toda la alfarería lapita con
decoraciones data de una época anterior a 500 años a. C., a partir de las
primeras décadas d. C. la alfarería lapita presente en Oceanía
Lejana ofrece un diseño liso sin decoraciones. A principios del
siglo X d. C., ya no se encuentran restos de alfarería lapita en
Polinesia. Se baraja la hipótesis
de que fuese debido a la falta de arcilla apropiada en las islas más centrales
y orientales del Pacífico, dado que los restos arqueológicos encontrados en las
islas Samoa, su límite de expansión, revelan intentos de lograr otras
proporciones de arcilla y arena.
Los pueblos lapita eran cazadores y
recolectores, pero los últimos descubrimientos ponen de relieve su dominio de
la agricultura.
Su horticultura se basaba en cultivos de semillas,
raíces y árboles, especialmente taro, batata, coco, plátano y variedades del árbol del pan.
El entorno de los yacimientos lapita demuestra que roturaban las tierras para
su cultivo.
Domesticaban animales como los cerdos,
perros y pollos, que llevaban consigo en sus migraciones. De las cantidades
importantes de espinas de peces y conchas de moluscos encontradas en los asentamientos
lapita, se sabe que practicaban la pesca y la recolección de moluscos.
Se llevaba a cabo comercio a larga
distancia de obsidiana para elaborar hachas y otras
herramientas. La obsidiana tiene la particularidad de que su análisis permite
rastrear su origen con precisión, y reconstruir por lo tanto el recorrido de
los pobladores lapita que llevaban consigo estas piezas. Entre 1976 y 2002, se
han encontrados restos en las islas Santa
Cruz, Fiyi, Nueva Caledonia y en las Vanuatu, que procederían de
yacimientos situados en la isla de Nueva Bretaña en el archipiélago Bismarck y en varias islas del Almirantazgo.
Aparte de restos de herramientas
astilladas de obsidiana, se han encontrado en los yacimientos lapita azuelas de piedra, artefactos y adornos hechos
de conchas y huesos, anzuelos de pesca, herramientas destinadas a raspar, pelar
y cortar, hechas con conchas y sílex u otros tipos de roca disponible
localmente.
Las migraciones lapitas representan
saltos entre islas muy distantes, lo que implica que dominaban la navegación de
altura. Este tipo de navegación sólo se podría haber hecho con embarcaciones
estables y resistentes como las canoas de doble casco catamaranes
o canoas provistas de un casco lateral más pequeño (praos). Al tener que
navegar sin tener referencias terrestres, se piensa que los lapitas se
orientaban basándose en la posición de los astros.
En Oceanía Cercana, los pobladores
lapita vivían en aldeas situadas en la orilla de las playas, aprovechando la
poca profundidad de las lagunas de los arrecifes de coral. Se encontraron
restos de pilotes que sustentaban sus casas en Papúa Nueva Guinea asentamiento
de Mussau en el archipiélago Bismarck, en las islas Salomón y en las islas
Santa Cruz. Esto puede haberse debido al deseo de evitar áreas ya pobladas en
la costa de Nueva Guinea, o mosquitos portadores de malaria contra la que el pueblo lapita no
tenía defensas inmunológicas. En Nueva Bretaña en
el archipiélago Bismarck también se
encontraron asentamientos tierra adentro, cerca de yacimientos de obsidiana,
pero siempre con acceso directo al mar.
En los archipiélagos más orientales,
todos los asentamientos se encuentran en el interior de las islas, a poca
distancia de las playas. Los yacimientos encontrados en las islas de Vanuatu yacimientos
de las islas Malo, Aore; Efate, islas Malo, Malakula y Erromango,
sitúan los poblados de tipo Lapita en terrazas situadas hasta casi 1 km tierra
adentro, que antiguamente correspondían a promontorios bañados por el mar como
en Santo y Teouma. Los
asentamientos lapita descubiertos hasta 2008 muestran que el tamaño de las
aldeas variaba desde pueblos de cierta importancia como en Talepakemalai, en
las islas Mussau, Papúa Nueva Guinea hasta
aldeas muy pequeñas habitadas por una docena de individuos.
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