El CARAMELO es un alimento preparado generalmente a base de azúcar.
El caramelo se consigue mediante la cocción de
azúcares. Éste puede consumirse tanto líquido tal es el caso del
caramelo que se añade por encima del flan, en este caso se
denomina almíbar,
como sólido.
El caramelo solidificado se consume
habitualmente dejándolo deshacer en la boca. A éste se le suelen añadir sabores
de frutas, hierbas u otros aromas. También existen caramelos sin azúcar, que
gracias a los edulcorantes consiguen
un sabor dulce,
sin producir obesidad ni dañar la dentadura. Estos últimos
están especialmente elaborados para personas en régimen como por ejemplo los diabéticos.
Desde la Antigüedad y debido a la
necesidad del ser humano de encontrar alimentos ligeros y que proporcionen energía para sus largos viajes ya se hacían
dulces a base de sustancias como la miel, el jengibre, el regaliz o la lactosa ya que no se conocía el azúcar como
actualmente.
El caramelo se inventó en 1820.
Estados Unidos comenzó con la producción industrial de caramelos en 1850, pero
hasta 1930 se aplicó en España. A partir de 1960, las nuevas tecnologías se
empezaron a imponer en la fabricación.
Los caramelos clásicos son: el chicle,
que surge de la costumbre que tenían en la antigüedad de masticar cosas
diferentes a los alimentos. Tenía dos propiedades: mayor elasticidad y
capacidad para retener el sabor. Esto permitió que salieran al mercado chicles
con distintos sabores. Otro clásico son las pastillas Juanola, creadas por el
farmacéutico Manuel Juanola, eran unas pastillas romboides que mezclaban
regaliz, mentol y eucalipto para calmar la tos. Los caramelos Solano son otro
ejemplo de caramelo clásico, creados con leche y una parte de café, este
remedio triunfó entre los acatarrados de Logroño. Otros caramelos son: los Pez,
las pastillas de hierbas Ricolá, los Sugus, los Werther’s Original, los
Conguitos, los Chupa Chups Kojak y las Piruletas de Corazón.
En la actualidad, los niños siguen
comiendo algunos caramelos clásicos como los Chupa Chups, los Solano y los
Sugus.
Existen muchos tipos de caramelo:
normal, macizo, con chicle, piruleta, bombón, gelatina, algodón de azúcar, con chocolate,
de fruta, de regaliz, sin azúcar, picantes,
de ajo, de mal sabor, que manchan de colores, etc. En
estos últimos casos se utilizan para hacer bromas; principalmente en carnaval o cada 28 de
diciembre, Día de los
Inocentes.
Todos estos tipos de caramelos o
dulces tienen un distinto sabor y en su mayoría es agradable para el paladar.
En la fabricación industrial de
caramelos se suelen usar como materias primas azúcar, glucosa y agua, que se combinan en
las proporciones adecuadas para generar un jarabe almíbar
que posteriormente se cuece a altas temperaturas. Una evaporación rápida
produce la eliminación del agua presente en el jarabe cocido, quedando una
pasta de caramelo que puede ser modelada en diferentes formas. El enfriamiento
ulterior provoca la cristalización de la masa, formando el caramelo propiamente
dicho al conferirle rigidez que lo hace apto para su empaquetado.
Dependiendo del solvente agua o leche y de la receta, el
resultado final puede llamarse de una forma u otra. Cuando se hace con leche,
la reacción con las proteínas de la misma genera compuestos orgánicos cíclicos
que otorgan nuevos sabores, al darse la reacción de Maillard.
La textura final depende de la temperatura a la que se hierve el almíbar, así como de la presencia
de ácidos durante la cocción por ejemplo, el agregado de vinagre en los almíbares orientales da como
resultado un producto menos viscoso. La presencia de un soluto en un líquido hace que aumente su punto de ebullición, y por eso cuanto más
porcentaje de azúcar haya disuelto, más aumentará la
temperatura de ebullición. Pero cuando se calienta la mezcla, el agua hierve y se evapora, y por tanto aumenta la
concentración de azúcar; esto hace que aumente más el punto de ebullición de la
mezcla.
Esta relación es predecible, y
llevando la mezcla a una temperatura en concreto se consigue la
concentración de azúcar deseada.
En general, a temperaturas más altas mayor
concentración de azúcar
quedan caramelos más duros y rígidos, mientras que las temperaturas más bajas
producen caramelos más suaves. Es recomendable un termómetro
para controlar la temperatura.
Pueden encontrarse en tiendas de dulces, de repostería o confitería,
o en bombonerías.
Es habitual que tengan envoltorios de
colores llamativos, e incluso el propio caramelo puede ser de muchos colores.
También se usan otras técnicas para hacerlos diferentes del resto, por ejemplo,
hacer que piquen, que dentro tengan chicle,
o que incluyan un palo para cogerlos. Es curioso señalar que en países como Venezuela,
en este caso recibe el nombre de "chupeta" y en casos como Perú y
Bolivia reciben el nombre de "chupete", mientras que en Colombia se le denomina popularmente colombina
o bon bon bum; este último nombre debido a la marca de caramelos colombiana. En
los Estados
Unidos de Norteamérica
reciben el nombre de lollipop, también llamado así en ciertos países de Latinoamérica.
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