El ALABASTRO,
palabra que proviene del latín alabastrum, es una variedad de carbonato de calcio
o del aljez, o de piedra de yeso
sulfato cálcico hidratado, que se presenta bajo forma compacta, contrariamente
a la selenita,
que es una variedad fibrosa.
Su nombre proviene del griego antiguo
αλάϐαστρος «alabastros», que designaba una vasija sin asas, pues el alabastro
era utilizado para elaborar vasijas de perfume sin asas.
El alabastro, como el aljez, o piedra
de yeso, se raya con la uña. Su sistema cristalino es monoclínico. Esta
variedad de aljez de grano fino se extrae de canteras españolas, inglesas o de
la Toscana.
El alabastro se emplea como piedra decorativa. Su blandura permite tallarlo con
formas muy elaboradas. Soluble en el agua, no puede emplearse en el exterior.
La calcita es el «alabastro de los antiguos» o
«alabastro de la Biblia» o también «alabastro del Este», ya que los primeros
objetos que conocemos en alabastro proceden de Cercano Oriente.
Muy buscada para la elaboración de
pequeñas vasijas de perfume o ungüento, llamados alabastra, posible origen de
la palabra «alabastro».
Un sarcófago tallado en un solo bloque de calcita
figura en la colección del museo Sloane, en Londres. Fue descubierto por Giovanni
Belzoni en 1817, en la
tumba del faraón Seti I,
no lejos de Tebas,
y comprado por Sir John Sloane después de haberlo propuesto, sin éxito, al British
Museum. La piedra se extraía cerca de Tebas, en la ciudad que los
griegos renombraron Psinaula o Alabastron.
El alabastro se empleaba para elaborar vasos canopos egipcios y otros tipos de vasos
sagrados o funerarios como por ejemplo los encontrados por Howard Carter en la tumba de Tutankamón en 1922.
Cortado en finas láminas, el alabastro
es suficientemente translúcido como para poder utilizarse como «cristal» en
pequeñas ventanas. Se empleó con este uso en algunas iglesias medievales,
especialmente en Italia. Más recientemente, se recurrió abundantemente a él
para la catedral de Nuestra Señora de los Ángeles, consagrada en 2002. Un
dispositivo especial de enfriamiento impide que los paneles se vuelvan opacos
bajo el efecto del calor.
Gran parte de la extracción mundial de
alabastro se realiza en Aragón,
en el Valle del
Ebro Zaragoza, en localidades como Gelsa, Quinto, Fuentes de
Ebro, Azaila, La Puebla de Híjar y Albalate del Arzobispo. La explotación se
hace mediante canteras, que destruyen el paisaje causando un grave impacto
ambiental, ya que no existe fácil restauración en un clima tan árido. Al ser un
mineral muy soluble en agua, el relieve se erosiona con facilidad. Se exporta
aparte de en piezas elaboradas, en gran cantidad en bloques en bruto para
realizar jade falso muy apreciado en Asia y el mundo árabe, mediante un
procedimiento que lo endurece y lo tiñe en colores diversos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario