El SARMIENTO es el vástago o rama de la cepa de vid, de donde brotan las
hojas, los zarcillos y los racimos. Los sarmientos, que brotan cada año del
tronco, llevan todas las estructuras de crecimiento vegetal de la planta, es
decir las hojas, los zarcillos, las yemas y las inflorescencias
que se convertirán en racimos de uva una vez llegadas a su punto de madurez.
Es sobre los sarmientos que se efectúa la poda de la
vid en invierno, llamada poda de invierno o poda en seco, para limitar
su crecimiento y mejorar la producción cualitativa y cuantitativa de las uvas.
El sarmiento es el brote largo, delgado, flexible y nudoso que nace
cada año de las yemas nacidas en maderas de un año o más.
Tras la aparición de los primeros brotes en primavera,
llamada desborre, se desarrollan las hojas y la floración, y va creciendo el
tallo joven y verde, o pámpano, a un ritmo de hasta cinco centímetros al día.
En el verano, las inflorescencias de la vid maduran y se produce el
agostamiento del pámpano, que pasa de ser un brote herbáceo a ser un órgano
leñoso llamado sarmiento.
Tras la vendimia y la caída de las hojas, cuando la
planta entra en receso invernal y minimiza su actividad, el sarmiento es
sometido a la poda de invierno o poda en seco. Esta poda consiste en eliminar
los sarmientos del año y dejar solo unos pocos debidamente podados, de los que
brotarán los futuros pámpanos de la temporada siguiente. Según el tipo de poda
elegido, los sarmientos adoptarán diferentes nombres:
Pitón o pulgar: cuando el
corte de poda deja de una a tres yemas.
Cargador o vara: cuando el
corte de poda deja de cuatro a doce yemas. El cargador suele nacer de un pitón
del año anterior.
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