El BACHILLERATO es un ciclo de estudios anterior a los estudios superiores.
El bachillerato tiene un carácter
obligatorio en algunos países, ya que sin él no se puede conseguir un empleo
económicamente bien definido, aunque en la mayoría de los países no es así. Las
asignaturas que se imparten son más especializadas que en la secundaria, es
decir, están encaminadas a las ciencias, a las letras o a las artes cada uno de
las tres tiene tres asignaturas de modalidad específicas, las demás son todas
comunes. El objetivo del bachillerato es preparar académicamente al alumno para
que pueda realizar estudios superiores.
En algunos países hispanoamericanos,
el término bachillerato se utiliza para referirse al título de
grado universitario llamado en inglés Bachelor’s
degree.
En la enseñanza española e
hispanoamericana de los siglos XIII al XVII o XVIII, el título de bachiller era el grado menor de los estudios
universitarios, equivalente a la actual Diplomatura,
que facultaba para ejercer una profesión sin necesidad de llegar a los Grados
Mayores licenciado y doctor.
Se estudiaba en las universidades en las Escuelas Menores o en los Colegios
Menores. Es conocido, por el Quijote,
el Bachiller Sansón Carrasco.
Todo esto entraña un problema de
comprensión de lo que el bachillerato significa, de su historia y aparición
académica como una necesidad para dar al futuro profesional una comprensión
global del mundo natural y de su cultura.
El remoto origen del bachillerato se
encuentra en los grupos de estudio del clero regular, en sus monasterios para
prepararse para el debate con las demás sectas y corrientes religiosas diversas
que existían en la Edad Media.
Esas eran las Escuelas Monacales que capacitaban teólogos.
También existía el Clero Secular (que es el que convive con el Siglo, con la
gente y que administra los bienes materiales de la Iglesia), que hasta el siglo
X u XI no tenía enseñanza propia, por lo que a menudo su instrucción dejaba
mucho que desear. Los obispos crearon entonces las escuelas
episcopales en donde,
a diferencia de las escuelas monacales, no
solamente producían teólogos, sino que también estudiaban las ciencias y las
artes liberales reconocidas por la Iglesia y se admitía la presencia de seglares. En
estas escuelas es donde se empezó a aplicar el Trivium y el Quadrivium,
programa de enseñanza considerado indispensable de asimilar para que luego el
educando pudiera ocuparse del aprendizaje de un oficio del cual habría de
vivir.
El Quadrivium o enseñanza superior comprendía la aritmética,
la música,
la geometría y la astronomía,
en cuanto estas disciplinas se relacionaban con la religión y la teología en
particular, consideradas en aquellas épocas medievales como el ápice de toda
cultura. La aritmética se consideraba vital para llenar las necesidades de
cuantificación de los bienes eclesiásticos. El estudio de la música fue
introducido por Carlomagno en
las escuelas catedralicias para acompañar las diversas ceremonias del culto. La
geometría no era estudiada con tanto interés, y sus cálculos se aplicaban a la metafísica y a la física:
sus demostraciones eran más bien racionales que empíricas. Con ellas se
estudiaba la geografía.
Por último, la parte final del Quadrivium era la astronomía, a la cual los
árabes dieron un gran impulso en tanto duró su dominación en España. Era poco
cultivada en el resto de Occidente,
limitándose por lo general al conocimiento del curso del Sol, la Luna, el Zodíaco y otras constelaciones, el anuncio de
los eclipses y el manejo del astrolabio.
Luego, a fines del siglo XII, el Papa Inocencio III autorizó la creación de los primeros
Estudios Generales, que más tarde se llamaron Universidades, destacando el de París y en los que se estableció la
independencia de la institución respecto tanto del Rey como del Obispo, para la
enseñanza de las ciencias y las artes.
Este es el remoto origen de la
autonomía universitaria. Los teóricos de entonces discutieron dónde ubicar la
carga cultural del educando y, adoptando en lo esencial al Trivium y al Quadrivium, lo situaron en una etapa
previa a la enseñanza de un oficio profesional, a fin de dar al estudiante las
bases culturales a las que retornaría una vez graduado para desarrollar su
cultura. A este período se le llamó Baccaleaureus de donde procede su nombre de bachillerato.
También se le llamaba Baccaleauriatis,
porque al educando, al graduarse, se le coronaba con una rama de laurel.
Modernamente se ha bautizado como Escuela
Preparatoria, por su objetivo funcional de preparar culturalmente al
estudiante en una fase previa a su enseñanza profesional. En suma, el
bachillerato es la única y privilegiada oportunidad en que el estudiante recibe
las bases de la cultura universal de un modo sistemático.
En los países de habla inglesa se ha
conservado la titulación como tal bachelor's
degree, mientras que en la mayoría de los de habla hispana se ha
convertido en un título añadido a la enseñanza secundaria.
En Puerto Rico y Perú,
se utiliza todavía la palabra "bachillerato" con el viejo sentido que
tenía en la metrópoli, España, que equivalía más o menos a lo que los países de habla
inglesa se sigue llamando bachelor's degree, que constituye los
primeros cuatro o cinco años de educación universitaria, cuyo equivalente más
cercano en el resto del mundo hispanohablante es la licenciatura o el nuevo título de
grado español. Cabe
resaltar que en Perú, Bachiller es un grado académico que se obtiene
en forma automática al terminar los estudios universitarios, pero para poder
obtener la Licenciatura o El Título BA o BS en los Estados
Unidos, el estudiante con Bachiller debe presentar una Tesis o rendir un Examen
con Jurado.
En México,
el bachillerato es también conocido como preparatoria. El período de estudio es
generalmente de 3 años, pero existen preparatorias de 2 y de 4 años. Algunas se
dividen en varias áreas de especialidad, donde los estudiantes adquieren
conocimientos básicos para posteriormente ingresar a la Universidad.
Además existen las preparatorias técnicas y las preparatorias abiertas, todas
deben estar incorporadas a la SEP Secretaría de Educación Pública o a alguna
universidad estatal o nacional. Entre ellas se encuentran: la UNAM, el IPN, la UAM, la UAQ y la UACM en el Distrito
Federal; la UANL en Nuevo León,
la UADY en
Yucatán,
la UAT en Tamaulipas,
la UAA en Aguascalientes,
la Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la Universidad Vasco de Quiroga UVAQ
ambas en Michoacán, la Universidad Veracruzana en Veracruz,
la Universidad de Guadalajara en Jalisco y
la Universidad de Guanajuato en Guanajuato.
Cada uno de los 31 estados de la República Mexicana tiene una universidad
estatal; la mayoría de las cuales son autónomas.
Debido a la alta demanda, se
crearon los programas de educación a distancia, mismos que hacen uso de las
tecnologías para disminuir la deserción escolar y aumentar las oportunidades de
superación, ya que en México, de acuerdo al último censo de población y
vivienda, la mitad de la población tiene 26 años o menos. Los jóvenes en México
tienen en promedio 10 años de escolaridad, lo que equivale al primer año de
educación media superior. Sin embargo, considerando sólo al grupo de 25 a 29
años de edad, destaca que más de la mitad (53.4%) tiene escolaridad menor a la
educación media superior, lo cual refleja un significativo rezago.
Algunas de las ventajas de la
educación virtual:
No es necesario construir nuevos centros
educativos.
Es posible beneficiar a más personas con menos
inversión que en modalidad presencial.
Es una excelente opción para quienes requieren
combinar el trabajo y el estudio.
Contribuye a elevar la responsabilidad y la
motivación por el estudio.
Ofrece la opción de retomar los estudios a quienes
abandonaron la escuela.
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