El RANCHO era la vivienda rural por antonomasia en
amplias zonas de América, como Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil e incluso Bolivia, de características casi siempre humildes: el rancho del gaucho.
Aunque el nuevo tipo de vivienda en
América se construía con idénticos materiales y tecnología al usado en las
chozas indígenas, tomó su nombre de una palabra española. El gaucho, con
frecuencia descendiente de indio y español, tomó de cada cual un poco para
fabricar su vivienda de acuerdo a las conveniencias.
Esa vivienda era de "chorizo" y de paja "quinchada". El "chorizo" es
una argamasa de barro y paja adobe con que se
levantaban las paredes. Para el techo se usaba la "paja quinchada":
manojos de paja atados con un junco a un "quincho", de ahí viene el nombre.
La de cumbrera en la zona superior de la cubierta.
Es un rancho con una cubierta a dos
aguas, al frente triangular el mojinete, que lleva una viga principal en la
cumbrera; entre ésta y las paredes costaneras, se apoyan las
"tijeras", a ambos lados, que sobresalen un trecho para formar el
alero; sobre las "tijeras" van, horizontal y paralelamente, las cañas
o ramas de sauce, que sustentan la
paja "quinchada" de la techumbre.
Preparada así la estructura, se
levantan las paredes exteriores, se techa y se colocan puertas y ventanas que,
en un principio, eran simplemente huecos, luego de cuero, y muy
posteriormente de madera. En 2006, esta técnica de
construcción es ampliamente observada en los pueblos originarios.
En México
se utiliza la palabra rancho para referirse a una finca o hacienda, ya sea para
el cultivo o la ganadería, en algunas regiones, se le llama rancho a un caserío
o aldea.
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