GALENO de
Pérgamo, más conocido como Galeno, fue un médico griego. Sus puntos de vista dominaron la medicina
europea a lo largo de más de mil años. Se le dio el nombre de Claudio en la
Edad Media, pero esto parece ser un error historiográfico que se subsanó en la
Edad Moderna.
Galeno nació en Pérgamo actual Bergama,
en Turquía,
en el año 129 o 130 d. C, en el seno de una familia adinerada. Su padre, Aeulius Nicon,
que además de arquitecto era terrateniente, lo educó cuidadosamente en el
pensamiento estoico, pensando, quizás, en hacer de su hijo un filósofo. Galeno,
desde muy joven, se interesó por una gran variedad de temas, agricultura,
arquitectura, astronomía, astrología,
filosofía,
hasta el momento en el que se concentró en la medicina.
Se dice que su padre le inclinó hacia
los estudios de médico tras soñar una noche con Asclepio,
dios de la medicina, que le predijo el destino de su hijo.
Así, a los veinte años Galeno se
convierte en therapeutes discípulo o socio del dios Asclepio en el Asclepeion
de Pérgamo durante cuatro años, donde iniciaría sus estudios de medicina.
Después abandonaría el templo para ir a estudiar a Esmirna y a Corinto.
En estos primeros años toma contacto con la obra del célebre médico Hipócrates de Cos, que sería su principal
referente a lo largo de su carrera.
Galeno terminaría su carrera en Alejandría,
Egipto, la antigua capital de los Tolomeos y principal centro cultural del
Mediterráneo. Galeno aprendería aquí la importancia de los estudios anatómicos
y fisiológicos para la medicina, diseccionaría cadáveres y entraría en contacto
con la obra de importantes anatomistas como Herófilo
y Erasístrato.
Regresó a Pérgamo,
en 157, al enterarse de la
muerte de su padre, que le legó una gran fortuna. Allí trabajó como médico en
la escuela de gladiadores durante tres o cuatro años. En este
periodo adquiere experiencia en el tratamiento de los golpes y heridas. Años
más tarde hablaría de las heridas como las "ventanas en el cuerpo".
A partir de 162 vivió en Roma, la capital imperial,
en donde escribió numerosas obras, demostrando de ese modo públicamente su conocimiento
de la anatomía. Consigue una gran reputación como médico experto y cuenta con
una nutrida clientela. Uno de sus pacientes fue el cónsul Flavio Boecio, quien lo
introdujo en el tribunal y acabó siendo médico en la corte del emperador Marco Aurelio y su corregente Lucio Vero.
Durante un breve período regresó a Pérgamo 166-169, hasta ser llamado por
Cómodo hijo de Marco Aurelio.
Durante su estancia en la corte Galeno
fue testigo de importantes acontecimientos, como la llegada de la llamada peste antonina que describió y relató en sus obras,
las Guerras Marcomanas, el asesinato de Cómodo, la guerra civil y la llegada al
trono de Séptimo Severo.
Debido a que en la antigua Roma la
disección de cadáveres estaba prohibida por la ley, Galeno realizó estudios
diseccionando animales como cerdos o monos. Esto condujo a que tuviera ciertas
ideas equivocadas sobre el cuerpo humano. Galeno pasó el resto de su vida en la
corte imperial, escribiendo y llevando a cabo experimentos. Hizo vivisecciones de muchos animales con el fin de
estudiar la función de los riñones y de la médula
espinal.
Escribió fundamentalmente en griego,
ya que en la medicina de la época tenía mucha más reputación que el latín.
Según sus propios testimonios, utilizó a veinte escribientes para anotar sus
palabras. En 191, un incendio destruyó
algunas de sus obras. Su principal obra, Methodo medendi Sobre el arte de la
curación, ejerció una enorme importancia en la medicina durante quince siglos.
La fecha de su muerte se ha estimado
tradicionalmente en torno al año 200, basando esta
conjetura en referencias del siglo X, del léxico de Suda. Sin
embargo, otros expertos retrasan la fecha de su muerte hasta 216.
El gran prestigio del que gozó, no
limitado a Roma, se debió en parte a su gran actividad literaria, con más de
cuatrocientos textos, de los que nos han llegado unos ciento cincuenta.
La obra de Galeno se basa en la
tradición hipocrática,
a la que une elementos del pensamiento de Platón y Aristóteles,
que recibe a través del estoicismo de Posidonio.
Además, tuvo una excelente formación que le permitió conocer en profundidad las
distintas escuelas médicas del momento y añadir a todo ello sus contribuciones
originales.
Su fisiología,
por ejemplo, se basa en las ideas aristotélicas de naturaleza, movimiento,
causa y finalidad, con el alma como principio vital según las ideas de Platón,
que distinguía entre alma concupiscible con sede en el hígado, alma
irascible en el corazón
y alma racional en
el cerebro.
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