La IRONÍA es la figura
literaria mediante la
cual se da a entender lo contrario de lo que se dice. También se aplica el
término cuando una expresión o situación parece incongruente o tiene una
intención que va más allá del significado más simple o evidente de las palabras
o acciones.
En el lenguaje escrito, la intención
irónica se explicita con un signo de exclamación encerrado entre paréntesis,
mediante comillas,
con un emoticono,
etc.; aunque también existe un signo de ironía propiamente dicho, propuesto en
el siglo XIX por el poeta francés Alcanter de Brahms, que sin embargo no logró
extender su uso.
El término
griego del que procede ironía, proviene de eiron, el pícaro o simulador, que finge ignorar aquello que
conoce. Sócrates hizo uso hábil de la
ironía para desenmascarar a los sofistas. Se acercaba a
ellos, como un humilde aprendiz, y les interrogaba sobre cuestiones que, en
teoría, dominaban. Poco a poco, con sus preguntas hábiles ponía de manifiesto
la ignorancia de los presuntos sabios y presumidos intelectuales.
La ironía
es la primera de las fórmulas utilizadas por Sócrates en su método dialéctico.
Sócrates comienza siempre sus diálogos psicopedagógicos y propedéuticos desde
la posición ficticia que encumbra al interlocutor en este caso el alumno como
el sabio en la materia para dar a entender la contradicción evidente. El
siguiente paso del diálogo sería la mayéutica, esto es ayudar a
sacar de la psique aquello que el interlocutor sabe pero ignora saber. Para
ello el método socrático sugiere realizar preguntas sencillas sobre el tema en
el que el sujeto alumno ha sido nombrado como sabio.
Después, las respuestas
que el interlocutor daba a Sócrates eran rebatidas, en especial confutadas con
la finalidad de que el alumno descubriera que su "saber" era un
conjunto de pre-juicios y las fuera completando y precisando por sí mismo
tomando consciencia, en todo lo posible, de lo real.
La ironía tiene gran parte como origen
en la percepción del individuo de la paradoja. Por ejemplo, en junio de 2005,
la agencia de empleo del estado de Virginia,
EEUU, que maneja las compensaciones a los parados, anunció que echaría a 400
empleados por falta de trabajo porque el paro era muy bajo en el estado. La
percepción del lector de una desconexión entre la expectativa común y la
aplicación de la lógica con un suceso inesperado, las dos vistas como un
elemento, mostrando conexión entre la ironía y el humor cuando la sorpresa nos
sumerge en la risa. No todas las ironías son graciosas por otro lado.
La primera frase de la novela de Jane
Austen, Orgullo y Prejuicio, comienza con una
postulado casi matemático. «Es una verdad concebida que un hombre soltero en
posesión de una buena fortuna debe estar en búsqueda de mujer». La escena
siguiente traiciona el postulado. «No, un hombre rico moviéndose entre el
vecindario no buscaba encontrar una mujer». De hecho, pronto se ve claro que
este se refería a lo contrario: las mujeres o sus madres están siempre en
búsqueda de un soltero rico para tomarle como esposo. La ironía yace en cómo
promueve el romance y termina en una boda doble.
La ironía a
menudo requiere de un bagaje cultural que debe tenerse en
cuenta, y como una forma de hablar de una lengua determinada, la ironía a veces
no puede ser perfectamente traducida. Una acepción con un segundo significado
fácil de entender para un estadounidense proveniente del este, puede ser
extraña para un canadiense, australiano, o incluso estadounidense del oeste.
Intentar una traducción literal de la expresión irónica a otro idioma a menudo
lleva el concepto hacia lo incoherente. Más allá, el uso de la ironía verbal
puede también relacionarse con pautas no literales como el tono de voz o la
postura.
Toda cultura incorpora su propia manera de metáfora lingüística y expresiones
verbales. En tales casos, la traducción requerirá un cuidado extra, y quizás
una explicación.
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