PALESTINA, desde un punto de vista geográfico,
es el nombre que recibe el territorio comprendido aproximadamente entre el mar Mediterráneo y el valle del río Jordán de oeste a este, y entre el río Litani y el Néguev,
sin incluir el Sinaí de norte a sur.
La región recibió este nombre durante
la dominación del Imperio
romano; concretamente a partir del año 135, tras la expulsión de
los judíos después
de la represión de la revuelta de Bar Kojba, con la fusión de la provincia romana de Judea y la provincia romana de Siria para formar la nueva provincia de Siria
Palestina, con el fin de completar la disociación con Judea. Desde entonces, y hasta la creación
del Estado de Israel y el establecimiento de la Autoridad Nacional Palestina en el siglo XX,
la región fue casi siempre parte de algún reino o imperio mayor, y solo
excepcionalmente constituyó por sí misma una unidad política independiente,
como el Reino de Jerusalén durante las Cruzadas.
En Palestina se distinguen tres
regiones geomorfológicas,
de Oeste a Este: la llanura litoral mediterránea, la cordillera central y el
valle del Jordán, la depresión más profunda de la Tierra. A estas
tres regiones, hay que sumar la del desierto del Néguev, constituido por una
planicie y montañas de naturaleza calcárea, situado al sur de la zona. Las
regiones áridas ocupan más de la mitad del territorio.
Aun siendo desierto buena parte del
territorio, en los valles abundan los lirios, y también los
árboles como pinos, eucaliptos, olivos y acacias. Las retamas crecen esporádicamente en el desierto
del Neguev.
La región de Palestina está situada
entre los desiertos de África y Asia de una parte, y el mar Mediterráneo, cálido y húmedo, de la otra,
lo que produce una encrucijada de influencias climáticas que han permitido
distinguir hasta cuarenta tipos distintos de clima en tan reducida superficie.
El régimen térmico varía notablemente con la altitud y la continentalidad,
especialmente en invierno: de oeste a este se va pasando de un clima típico
mediterráneo a uno continental. Las regiones montañosas suelen ser ventosas y
muy frías, a veces con nevadas; el pico del monte Hermón está cubierto de nieve la mayor parte
del año. Las zonas costeras
tienen un típico clima mediterráneo con inviernos templados y
húmedos y veranos muy calurosos y secos. En el extremo sur, en el golfo de
Eilat, el clima es tropical seco.
En general se aprecia una estación
seca entre abril y octubre y una lluviosa desde octubre-noviembre hasta abril;
de mayo a septiembre, son raras las precipitaciones en Palestina; el mayor porcentaje de lluvias se
alcanza entre mediados de enero y principios de marzo. La pluviosidad se
incrementa de sur a norte y de este a oeste.
Palestina,
cuna de civilizaciones y de religiones, encrucijada de caminos, es la Tierra Santa de cristianos, judíos y musulmanes. Históricamente ha sido una región de conflictos
religiosos y territoriales que aún perduran de forma muy aguda en el llamado conflicto árabe-israelí.
La
presencia humana en
esta región data de miles de años. Se han encontrado restos de una primera
migración procedente del norte de África de
hace 90 000 años y de la cual probablemente no hubo descendientes vivos.
Desde hace 40 000 años arribaron poblaciones diferentes que pasaron del
África oriental al suroeste de Asia y migraron desde las costas del golfo Pérsico hacia
el Medio Oriente.
Durante la Edad de
Bronce y hacia el IV
milenio a. C. ya
había en la región ciudades como Jericó, Gezar, Megido y Lajich y áreas densamente pobladas.
Se cultivaba el trigo, olivos, chufa, higos y uvas. Se han encontrado
abundantes muestras de alfarería, metalurgia y evidencias claras de intensa
domesticación de animales y desarrollo de la ganadería.
Hacia el 2000 a. C. la región fue ocupada por pueblos de lenguas semíticas. Está demostrado el origen
común del idioma
fenicio, las lenguas cananeas y el idioma hebreo,
lo que sugiere que estas lenguas procedían de una corriente de población común,
que conquistó la región; los fenicios establecieron sus ciudades y redes comerciales en la costa del mar Mediterráneo, en tanto los cananeos
dominaron las ciudades antiguas y fundaron otras.
Desde el 1150 a. C.,
numerosos documentos egipcios se refieren a un pueblo vecino llamado peleset transliterado en los jeroglíficos comoprst durante la XII dinastía de
Egipto. Se cree que la primera mención se encuentra en los textos del templo de Medinet Habu,
que indica que un pueblo llamado peleset formaba parte de los pueblos del
mar que invadieron
Egipto durante el reinado de Ramsés III.
Los asirios llamaban
Palashtu o Pilistu a este mismo país. En el 800 a. C.,
el rey Adad-Nirari III en las tablas de Nimrud los menciona.
Un siglo después también lo hizo Sargón II en sus Anales.
Los hebreos eran pastores y campesinos monoteístas,
una parte de los cuales descendía de grupos de lengua semita que habían
emigrado a Egipto,
donde fueron esclavizados según relata la Biblia, y luego
retornaron a Canaán.
Algunos historiadores los identifican con los apiru, grupos
nómadas marginales que surtían a los cuerpos mercenarios o de esclavos por todo
el Creciente fértil.6 A partir del 1200 a. C. los hebreos comienzan a conquistar las
ciudades cananeas y a derrocar a sus reyes, proceso que se culminó hacia el año 1000 a. C. con la toma de Jerusalén.
Por la misma época, hacia el
1200 a. C. la costa de esta región fue ocupada por los pelesets,
también llamados filisteos,
‘pueblos del
mar’, de cuyo nombre se deriva el de la región. Se establecieron en
cinco ciudades-estado, entre las cuales estaban Gaza y Ascalón.
La convivencia entre pelesets y hebreos se caracterizó por conflictos
periódicos por el dominio del país, lo que obligó a los hebreos a unirse y
formar un reino con Saúl.
La región se caracterizó por la
diversidad étnica y por ser un lugar de paso entre África y Asia. Durante la
mayor parte del tiempo la región perteneció a los distintos imperios que
dominaban la zona, como el egipcio, asirio y persa.
El reino hebreo de David y Salomón se dividió en los reinos de Israel al norte y Judá al sur. El primero fue destruido por
el imperio de Asiria en721 a. C. y el segundo por Nabucodonosor en 587 a. C.,
quien estableció la dominación de Babilonia en toda la región y deportó a parte de
sus habitantes. Babilonia, fue conquistada por el Imperio persa
en 539 a. C. El rey Ciro II el
Grande y sus sucesores
permitieron el retorno de los deportados y permitieron autonomía a sus
habitantes hebreos; entre los que volvieron y los que estaban se produjeron
roces, estableciéndose las autoridades de los samaritanos en Siquem, hoy Nablus
y las autoridades judías en Jerusalén.
Alejandro
Magno conquistó la
región en 331 a. C. Durante el llamado período helenístico esta región estuvo bajo el dominio de
sus sucesores, primero de los lágidas de
Egipto hasta el 197 a. C.,
y luego de los seléucidas hasta
el 142 a. C.
Los judíos se rebelaron en repetidas ocasiones,
principalmente por motivos religiosos, encabezados por los macabeos o hasmoneos, y en algunos momentos
consiguieron gobernar parte del país hasta el 63 a. C. En esa fecha Pompeyo ocupó Judea, conquistando
Jerusalén al aprovechar las disputas entre saduceos y fariseos,
y estableciendo la dominación romana, primero bajo reyes
"autónomos" Herodes el Grande, y luego bajo la forma de provincia
romana. La derrota de las rebeliones judías en los años 70 y 135 causaron grandes deportaciones de
judíos, que dieron inicio a la Diáspora. Asimismo, tras la segunda de estas
guerras la rebelión de Bar Kojba, Adriano eliminó la provincia romana de Judea, fusionándola
con otras regiones en la provincia de Siria Palestina.
Al dividirse el Imperio
romano, Palestina quedó bajo la dominación del Imperio de
Oriente hasta el 636, cuando se produjo la
conquista islámica de la región por los árabes.
Estuvo sucesivamente bajo el dominio de la dinastía
Omeya (661-750), el califato
abasí y los turcos selyúcidas 1071.
Las Cruzadas fracasaron en establecer el dominio
europeo duradero en "Tierra Santa". La Primera
Cruzada logró derrotar
a los selyúcidas en 1098, tras lo cual el califato
fatimí ocupó
Jerusalén. Los cruzados lograron tomar de nuevo la ciudad y establecieron allí
el reino de Jerusalén del 15 de julio de 1099 al 2 de octubre de 1187 cuando la ciudad fue reconquistada por
el sultán Saladino,
que estableció la dinastía de los ayyubíes en Egipto y Siria; reemplazada por la
dinastía de los mamelucos,
también en Egipto, que dominó la región hasta 1516cuando fueron
derrotados por los turcos otomanos dirigidos por Selim I.
La región de Palestina fue parte de la Siria otomana, bajo
dominio del Imperio otomano durante cuatro siglos hasta la I Guerra
Mundial. Desde los años 1880s el sur era parte del sanjak separado de Jerusalén, mientras el
norte dependía del vilayato de Beirut y el este del río Jordán
dependía del vilayato de
Damasco.
En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña conquistó la región. Al finalizar la
guerra 1918, Francia e Inglaterra se repartieron la zona que había
administrado el Imperio otomano, Conferencia de San Remo y la Sociedad de Naciones creó el Mandato Británico de Palestina.
Durante la guerra los británicos buscaron el apoyo del sionismo con la Declaración Balfour y en consecuencia favorecieron la
creación en Palestina del "hogar nacional judío". De él quedó
excluida la parte situada al este del río Jordán donde colocaron a uno de sus aliados hachemíes, Abdullah ibn Husayn, como emir de Transjordania.
Aun así, la creciente inmigración judía provocó levantamientos de la población
árabe, respondidos por los judíos, creciendo la violencia entre ambas
comunidades.
Al fin en 1948 los británicos decidieron retirarse
dejando el problema en manos de la ONU pues era un territorio bajo mandato
internacional y la ONU acordó el reparto del Mandato
Británico en dos Estados, uno judío y otro árabe, aproximadamente iguales en
extensión, según resolución 181 de la Asamblea General de 1947.
Tras la retirada británica, los judíos proclamaron la independencia del Estado de Israel
en mayo de 1948, mientras que los árabes no aceptaron el reparto y declararon
la guerra dos días después de la proclamación de la independencia
del Estado judío. La guerra árabe-israelí de 1948, la primera
de una serie de contiendas, culminó en un armisticio en 1949, que
tuvo como consecuencia la ampliación del territorio de Israel y de Transjordania, que se anexionó Cisjordania. Por su
parte, Egipto pasó a administrar la Franja de
Gaza.
La reivindicación explícita de una nación palestina independiente data de principios del
siglo XX, con la creación de periódicos y
sociedades nacionalistas. Cabe
destacar que, hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, la
reivindicación nacional palestina convivió en conflicto con la tendencia
política baathista que reivindicaba a Palestina como la
parte sur de la Gran Siria. Esta corriente fue perdiendo su
influencia, hasta desaparecer por completo con la fundación de la OLP, en 1964.
En 1967, Israel respondió a
los preparativos para la guerra total por parte de todos los países limítrofes,
y lanzó un ataque preventivo contra Egipto, Siria y Jordania; lo que dio lugar
a la Guerra de los Seis Días. El resultado de
dicha guerra fue que Israel tomó el control de Cisjordania y Gaza, conquistó
los Altos del
Golán, la península del Sinaí y se anexionó Jerusalén
Este incluida la Ciudad Vieja. Israel devolvió el Sinaí a
Egipto tras los acuerdos de Camp David y se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza en el verano de
2005.
A raíz de los Acuerdos de
Oslo, en los Territorios Palestinos de la Franja de
Gaza y Cisjordania se estableció la Autoridad Nacional Palestina, una
administración autónoma palestina reconocida internacionalmente y que tiene el
mandato de sentar las bases del futuro Estado palestino. El Gobierno de Israel está
construyendo una barrera física en pos de la seguridad de sus
ciudadanos, cuyo trazado ha
sufrido varias denuncias ante el Tribunal Internacional de La Haya;
asimismo, el Tribunal Supremo de Israel ha anulado diversas ampliaciones e
introducido cambios en su trazado. Un informe de Naciones Unidas estima que
dicha barrera redibujaría la línea de armisticio de 1948, la llamada Línea Verde, pudiendo llegar a aislar un
14,5 % del territorio Cijordania y alterando así la vida de cientos de
miles de palestinos.
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