El ODRE
es un recipiente hecho
de cuero, generalmente de cabra, que, cosido y empegado por todas partes menos por la
correspondiente al cuello del animal, sirve para contener líquidos, como vino o aceite, y otras sustancias, como mantequilla y queso.
Era el recipiente más generalizado en
la antigüedad para transportar grandes cantidades de vino. Se llevaba el vino
en un odre hasta el comedor y se llenaban desde él las vasijas. En un fresco
pompeyano se puede ver
a una mujer vertiendo vino de un odre a un cántaro sostenido
por Sileno.
Los antiguos
griegos practicaban
durante las fiestas Dionisias rurales áticas,
el segundo día, las fiestas de las Ascolias,
donde se practicaba el askoliasmos, una especie de concurso
cuyo objetivo era permanecer el mayor tiempo posible en equilibrio sobre un
odre lleno de vino y aceite.
Las pieles
que se usaban para hacer odres eran de oveja, cabra y
a veces de buey. En algunas ocasiones se conservaba el pelo del animal en
los odres destinados a contener leche, mantequilla, queso y agua. Sin embargo, se requería un proceso más completo de curtido
en los odres utilizados para aceite y vino.
El odre solía hacerse de la
siguiente manera:
Primero se mataba un animal, al que se le cortaba
la cabeza y las patas.
Luego se desollaba el pellejo cuidadosamente, de
modo que no fuese preciso abrirlo en canal.
Se curtía la
piel y se cosían todas las aberturas excepto una. Si los pellejos no estaban
bien curtidos,
el líquido adquiría un sabor desagradable.
Finalmente, la abertura no cosida, que podía ser el
cuello o una de las patas, se dejaba sin coser y se cerraba con un tapón o
cordel.
Aun siendo el recipiente más
generalizado en la antigüedad, en tiempos más recientes, se han hecho muchos odres
en el Oriente Medio, de manera muy similar a la ya
mencionada.
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