El PRETIL,
como elemento arquitectónico, es un murete de seguridad que se construye en puentes y otras estructuras para evitar caídas o delimitar una
zona de tránsito; también puede encontrarse en cualquier otro lugar que
presente desniveles entre diferentes planos.
En el
diccionario se asocia a la figura arquitectónica del antepecho, llamándose pretiles a las aceras o resaltes
elevados que discurren a lo largo de dichos antepechos.
En el Diccionario de ideas afines queda anotado como sinónimo de antepecho, balaustrada y brocal. También
se llama así, en la nomenclatura urbana, a un tipo de calles en cuesta que sólo
tiene viviendas en uno de sus dos lados, cerrando el otro un murete o barbacana el pretil propiamente dicho para evitar la caída por
el desnivel que salva la vía.
Entre los diversos tipos de
pretil, pueden diferenciarse, según los materiales:
Pretiles arquitectónicos de piedra natural o mampostería.
Pretiles de hormigón
armado, muy frecuentes en los puentes y viaductos de las autovías.
Pueden ser de cara exterior recta o curva.
Pretiles de metal, también habituales
en el trazado de las vías de circulación interurbanas.
Pretiles mixtos.
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