sábado, 19 de diciembre de 2015

SEDA



La SEDA es una fibra natural formada por proteínas. También se conoce como seda a los tejidos fabricados con esta fibra.
Aunque es producida por varios grupos de insectos, en la actualidad sólo la seda producida por las larvas de Bombyx mori — el «gusano de seda»— se emplea en la fabricación industrial textil. Ha habido algunas investigaciones en búsqueda de otros tipos de sedas con distintas propiedades, que se diferencian a nivel molecular. En general las sedas son producidas principalmente por las larvas de insectos antes de que éstas completen su metamorfosis, pero también hay casos de sedas producidas por ejemplares adultos.
La secreción de seda es especialmente común en los artrópodos del género Hymenoptera abejas, avispas y hormigas, y a veces se utiliza en la construcción de nidos. Otros artrópodos también producen seda, en particular diversos arácnidos, como las arañas.
Los tejidos de seda fueron elaborados por primera vez en la antigua China; algunos indicios apuntan a que se fabricaron ya alrededor del año 3000 a. C., aunque hay evidencias más firmes de que la seda se usaba más ampliamente hacia el año 1300 a. C. La leyenda dice que ya por entonces la Emperatriz de China Xi Ling-Shi usaba vestidos de seda. Al principio la seda era un tejido reservado exclusivamente a los miembros de la familia imperial china, tanto para su propio uso como para ser regalado. Pero con el tiempo, dado su cada vez mayor uso a través de la cultura china acabó extendiéndose su producción, tanto geográfica como socialmente, hasta otras zonas de Asia.
La seda se convirtió rápidamente en un producto de lujo muy apreciado por los comerciantes, debido a su textura y brillo, además de ser un producto muy accesible y cómodo de transportar. Por ello, este producto llegó a tener una fuerte demanda, convirtiéndose en un elemento básico del comercio internacional pre-industrial.
En el año 2007 unos arqueólogos descubrieron en una tumba en la provincia de Jiangxi restos de un vestido, cuyas fibras de seda estaban estrechamente tejidas y teñidas, fechada alrededor de la época de la dinastía Zhou del Este, con una antigüedad de unos 2500 años. Aunque los historiadores sospechan que la formación de la industria textil china relacionada con la seda fue un proceso largo, se sabe de la búsqueda de la manera de poder emplear los tejidos de seda mediante "técnicas complicadas" con las que se trataba el tejido y se teñía. Tales pruebas concretas y directas se encontraron antes de que se descubriera la excavación de Mawangdui y otras sedas que datan de la época de la dinastía Han.
La primera prueba del comercio internacional de la seda fue el hallazgo de una fibra de seda en el pelo de una momia egipcia de la 21ª dinastía, alrededor del año 1070 a. C. En última instancia, el comercio de la seda alcanzó lugares tan lejanos como el Subcontinente Indio, Oriente Medio, Europa y el norte de África. Este comercio estaba tan extendido que el conjunto de las principales rutas comerciales entre Europa y Asia se le llegó a conocer como la Ruta de la Seda.
Los emperadores de China se esforzaron por mantener en secreto el conocimiento de la sericicultura para conservar el monopolio de su país. Aun así, la sericicultura llegó a Corea alrededor del año 200 a. C., alrededor del primer siglo después de Cristo ya había llegado a la antigua Khotan y por el año 300 d. C. la producción de seda estaba prácticamente establecida en la India.

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