La MILPA es un agro ecosistema mesoamericano cuyos principales componentes productivos
son maíz, frijol y calabaza apodados a veces "las tres hermanas", complementados
por el chile en algunas regiones. Este término se
utiliza, en regiones fuera del ámbito mesoamericano, a los campos sembrados de
maíz. El nombre milpa deriva del náhuatl milli,
parcela sembrada, y pan, encima, en. Literalmente, “lo
que se siembra encima de la parcela”.
La milpa es, entonces, tanto el
espacio físico, la tierra, la "parcela", como las especies vegetales,
la diversidad productiva que sobre ella crece. Adicionalmente la milpa es
también el reflejo de los conocimientos, la tecnología y las prácticas
agrícolas necesarias para obtener de la tierra y del trabajo humano los
productos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de la familia
campesina. "Hacer milpa" significa realizar todo el proceso
productivo, desde la selección del terreno hasta la cosecha. En este sentido,
la milpa significa un sistema de conocimientos de la naturaleza y de la
agricultura, sinónimo de sobrevivencia biológica y de reproducción social.
La diversidad genética de las especies
cultivadas, combinada con la diversidad de plantas espontáneas que aparecen en
el terreno, hacen de la milpa uno de los ecosistemas más ricos y complejos de
la agricultura
campesina.
El maíz, es una planta poaceae anual originaria de América introducida en Europa en el siglo XVI. Actualmente, es el cereal con mayor volumen de producción en el mundo, superando
al trigo y
el arroz. En la mayor parte de los países de América, el maíz
constituye la base histórica de la alimentación regional y uno de los aspectos
centrales de las culturas mesoamericana y andina.
Los sistemas de siembra practicados
por los campesinos milperos son tradicionales y derivan de costumbres
profundamente arraigadas en las comunidades maiceras. Recientemente han
adquirido notoriedad al colocarse, los métodos para preparar el suelo, en el
centro de un debate teórico ecológico,
en el que unos afirman el carácter nocivo de los sistemas de cultivo
ancestrales de los milperos, mientras otros los presentan como esquemas de
producción convenientes y amistosos hacia el medio ambiente, cuando son
practicados racionalmente. La práctica más común en el ejercicio milpero, es el
de preparar la tierra para su cultivo mediante el procedimiento denominado de roza,
tumba y quema, que es el método que está en entredicho.
Al margen de los procesos de
preparación de la tierra, las técnicas de siembra y cultivo de la milpa, han
sido también calificadas de rudimentarias e improductivas. Lo cierto es que
éstas, están en la base de la cultura popular en muchas regiones de los países
mesoamericanos, desde México, en el norte, hasta Costa Rica,
en el istmo centroamericano.
Aún es usada en la milpa, la siembra manual en unidades pequeñas, con mezclas
de semillas desarrolladas a partir de experiencias empíricas, a diferencia, por
señalar la comparación extrema, de lo que ocurre en los grandes plantíos
maiceros del Cinturón
maicero estadounidense,
en que las técnicas altamente mecanizadas y el uso de semillas genéticamente
modificadas, favorecen los grandes rendimientos, en superficies enormes, y la
alta productividad del cultivo del maíz.
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