El CRAQUELADO es un fenómeno de deterioro común en
pinturas antiguas. Consiste en la aparición de grietas, que en los casos más
graves llegan a fragmentar la capa de pintura y desembocar en su
desprendimiento. Este signo de envejecimiento se suele imitar en muebles y
pinturas para darles apariencia antigua.
Dentro de los acabados es uno de los
más comunes, prácticos y fáciles de realizar. Se reproducen las finas grietas
que se forman a menudo en la superficie de viejas pinturas al óleo, lozas
antiguas y muebles ajados por el paso del tiempo.
El craquelado se produce naturalmente
por la contracción gradual y dispareja de las distintas capas de pintura.
Colocando una capa de base sintética secado lento y otra encima de pintura de
base acuosa secado rápido obtendremos este efecto. La pintura sintética seca
lentamente generando tensiones superficiales durante un lapso de tiempo mayor;
por esto, la capa de pintura superior, que es acrílica y secó rápidamente, se
resquebraja siguiendo los movimientos de las tensiones de la pintura de base.
Para avejentar una superficie podemos
recurrir a un preparado de tipo casero o a los productos elaborados
especialmente para lograr este efecto: 'craquepadores'. El resultado óptimo de
éstos depende de que sigamos al pie de la letra las especificaciones de cada
fabricante. Son, en algunos casos, productos muy sensibles al calor y a las
corrientes de aire, los cuales modifican el tamaño de las grietas.
En forma
casera, el craquelador de un componente puede reemplazarse por el efecto que
produce una capa generosa de cola vinílica. En ambos casos, la dirección de las
pinceladas son aplicadas en la capa intermedia serán las que definirán el
sentido de las grietas.
En el caso de utilizar colores
contrastantes para craquelar, el efecto queda evidente sin la aplicación de
otros elementos para destacarlo.
Sobre un decoupage, la trama de las
grietas puede unir estéticamente el conjunto de elementos recortados, más aún
destacadas por una pátina al óleo, al agua o betún de judea. En cualquier caso, una vez
que el craquelado ha terminado es conveniente dejarlo reposar durante una hora
antes de esta aplicación. Cuanto más grueso sea el barniz de base, más anchas
serán las grietas. Con una base fina de barniz, lograremos grietas finas.
Cuando hablamos de 'técnica decapé'
nos referimos a un sistema francés de decoración que tuvo sus orígenes en la
época de Luis XV.
El decapé consiste en pintar los
muebles de blanco, pastel, gris… creando una veladura para suavizar e iluminar
el aspecto del mueble. Las piezas decapé armonizan perfectamente con las
paredes pintadas en gris pálido, azul celeste, color fucsia, verde manzana…
Los decoradores franceses, para
cambiar la ornamentación de los palacios sin hacer grandes dispendios,
decapaban sobre todo muebles pequeños y de asiento y luego los pintaban, de ahí
la denominación de 'decapé'.
Procederemos
a abrir el poro de la madera, lijando en el sentido de la veta. Mezcla a partes
iguales pintura, látex y agua. Con el pincel, extiende muy poca cantidad de
veladura. Acto seguido, rasca algunas zonas con un trozo de lija de forma que
las rayadas descubran el color de fondo. Cuando la veladura esté casi seca,
dale otra mano. Las pasadas tienen que ser rápidas y con el pincel casi seco.
Rompe la uniformidad del color con una pizca de pintura al óleo. Peina el
mueble con un pincel casi seco. Vuelve a pasar la lija por algunas zonas
raspado, insiste en los canto. Enceras, dejas secar y frotas para darle brillo.
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