El HURÓN
es una subespecie del turón. Fue domesticado hace
al menos 2.500 años para cazar conejos. Miden unos 50 cm y pesan entre
700 g y 2 kg.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue
domesticado, pero algunos hallazgos arqueológicos del hurón datan del 1500 a. C. Se cree que la domesticación fue
similar a la del gato. Hay quien dice que los antiguos egipcios tenían hurones, pero es más creíble
que los europeos que visitaban Egipto viesen gatos, y pensaran que usar un
pequeño carnívoro para proteger las reservas de grano era una gran idea. Al no
haberse encontrado hurones momificados ni jeroglíficos que los representen,
esta teoría tiene poco fundamento.
Sí se sabe, en cambio, que César Augusto envió hurones o mangostas a las Islas
Baleares para
controlar las plagas de conejos hacia el año 6 a. C.
Durante cientos de años el principal
uso de los hurones fue la caza de conejos.
Con su cuerpo largo y estilizado, están bien adaptados para entrar en
madrigueras y cazar a los animales que haya dentro. Aún se usan para cazar en
algunos países, sobre todo en Australia donde los conejos son una plaga y, a
pesar de la tecnología moderna, la combinación de unas cuantas redes y un par
de hurones resulta muy efectivo.
En España,
el uso de hurones para la caza está regulado en cada Comunidad Autónoma aunque
en la mayoría, como por ejemplo las Islas Baleares, prohíbe su uso por ley. Otras comunidades, pese a prohibir la
caza con hurones, permiten hacerlo si se consigue un permiso de la Consejería debido
a que se reconozca que existe una plaga de conejos o liebres.
Los hurones son animales más parecidos
al perro que al gato, sobre todo a nivel veterinario. En España, requieren
tener obligatoriamente pasaporte con chip y vacunas en regla, incluso, aunque
no en todas las comunidades es necesario vacunarlos contra la rabia. Son
enérgicos, curiosos y les gusta jugar con sus dueños. Dicen que los humanos
domesticaron hurones por la curiosidad que despertaban; sea esto cierto o no,
su curiosidad es superior a su instinto y esto hace que sus posibilidades de
supervivencia en nuestro entorno sean bastante limitadas, muchos mueren
explorando y reclinando sillas sin el conocimiento de sus dueños.
Los hurones son la tercera mascota más
frecuente en Estados
Unidos, después de los perros y gatos. En proporción, los
hurones causan muchos menos daños que los perros o gatos.
Los hurones
son expertos en colarse por los agujeros de los armarios, las paredes, o detrás
de los electrodomésticos, donde pueden resultar heridos o incluso fallecer a
causa de los cables eléctricos, los ventiladores y otros artículos peligrosos.
Las sillas plegables son una auténtica trampa mortal para ellos, pues se suben
con frecuencia sobre estos muebles, plegándolas después y muriendo aplastados.
Por estas razones es necesario tomar una serie de medidas en el hogar antes de
adquirir un hurón como animal doméstico, como retirar o asegurar cualquier
aparato o mueble peligroso o tapar los posibles agujeros repartidos por la
casa. Muchos dueños optan por recluir sus hurones en una jaula durante la noche
o mientras se ausentan de casa.
Los hurones
son por naturaleza carnívoros. La comida para gatos no proporciona normalmente
las proteínas o la proporción de grasas necesarias para el correcto metabolismo
del hurón, aunque el alimento de alta calidad destinado a los gatos más jóvenes
puede ser utilizado durante un tiempo si la comida específica para hurones no
se encuentra en ese determinado momento. No obstante, la abundancia de
alimentos de baja calidad en la dieta del animal no son apropiados para éste.
Cuando se lea la etiqueta, los tres ingredientes más abundantes deben ser
derivados cárnicos, pues los hurones no pueden digerir correctamente los
compuestos de cereales usados en las marcas más baratas de alimento para gatos.
Los hurones
pasan la mayor parte del tiempo de 14 a 18 horas al día durmiendo, pero cuando
están despiertos son muy activos, dedicándose a explorar su alrededor de forma exhaustiva. Los hurones son
animales crepusculares, es decir, que son más activos durante el amanecer, el
atardecer y parte de la noche. Si están enjaulados, deben ser sacados de forma
diaria para que hagan ejercicio y satisfagan su curiosidad; necesitan al menos
una hora y un lugar de juego. Los hurones, al igual que los gatos, pueden
utilizar una caja preferiblemente esquinera para realizar sus deposiciones con
un poco de entrenamiento, aunque es necesario tener cajas en distintos cuartos
porque no la buscarán si les queda lejos. Los hurones son también buenos inquilinos
del patio trasero y les encanta que les acompañen en el jardín. Sin embargo, no
se les debe permitir vagar libremente; los hurones son audaces a puntos
peligrosos y exploran cualquier agujero que encuentren, incluidos los desagües
para la lluvia y las bolsas para personas. Siempre que se encuentren en el
exterior deben ser vigilados de cerca, y preferiblemente sujetos por una correa
con arnés con 2 secciones.
Los hurones
son animales muy sociables y a la mayoría les encanta jugar con los humanos. El
"juego", desde el punto de vista del animal, puede ser algo parecido
al escondite o más bien una forma de representación de la caza en la cual el
ser humano debe capturarlo, o éste intentar morder a los humanos en los dedos
de manos y pies. Al igual que un gato juguetón, los hurones no muerden de verdad a sus compañeros humanos la mayoría
de las veces, sino que agarran suavemente un dedo de la mano o el pie con la
boca y luego ruedan alrededor de él. Por el contrario, los que han sufrido
malos tratos o están heridos morderán firmemente al ser humano. Estos tienen
unas mandíbulas extremadamente fuertes y pueden atravesar con facilidad la piel
humana. Una vez correctamente educados, los hurones muerden muy raramente a los
seres humanos. La mayoría de los juguetes para gatos funcionan bien con ellos.
No obstante, los que están hechos de caucho o de espuma se deben evitar, pues
éstos pueden masticarlos y tragar trozos pequeños que ocasionan obstrucciones
intestinales. Cuando los hurones están particularmente estresados o excitados y
contentos por el juego, pueden realizar la danza de guerra de la comadreja, caracterizada por una serie de frenéticos saltos
laterales acompañados de un grito característico similar a un ¡Dok, dok, dok!
Los hurones
son animales extremadamente sociales, a los que les encanta jugar con otros
miembros de su especie. A menudo se amontonan unos sobre otros cuando duermen.
Es recomendable que en caso de tenerlos como mascotas, sean dos o más
-preferiblemente tres- a la vez para no exponerlos a la soledad. No obstante,
tampoco hay nada malo en poseer uno solo, siempre y cuando reciba sus porciones
de tiempo, atención y juegos por parte de su dueño. Algunos hurones juegan
también con gatos domésticos.
En tiempos recientes los hurones son
utilizados para llevar cables a través de largos conductos. Los han empleado de
esta manera en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA y por los organizadores de eventos en Londres.
Los cables de televisión y de sonido fueron instalados por
hurones en la boda de Carlos de Inglaterra y Diana Spencer,
y para el concierto Millenium en el parque de Greenwich.
Los hurones también se utilizan mucho,
junto con otros animales, en experimentos por lo general polémicos para
investigaciones médicas y biológicas.
También se usan frecuentemente en la
caza para sacar a la presa de madrigueras donde los perros no pueden llegar,
poniéndoles unas argollas de metal en la garganta para que no puedan matar ni
comer a la presa.
También se usan frecuentemente en la
caza para sacar a la presa de madrigueras donde los perros no pueden llegar,
poniéndoles unas argollas de metal en la garganta para que no puedan matar ni
comer a la presa.
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