El BIRRETE es un gorro con forma prismática
rematado con una borla, usado en actos
ceremoniales, por magistrados, jueces,
letrados, abogados y componentes de la comunidad universitaria en ocasiones
solemnes. El mismo consiste en un panel horizontal de forma cuadrada fijado a
un casquete, con una borla fijada a su centro. Por lo general, es de color
negro si bien también los hay de colores marfil, azul y blanco.
El birrete junto con la toga y a veces una capucha, se han
convertido en muchas partes del mundo en el uniforme usual de un graduado
universitario. Originalmente su uso estaba reservado en ambientes
académicos norteamericanos para los poseedores de un grado de máster, pero luego fue adoptado por
los bachilleres.
El birrete se cree ha evolucionado de
la birreta,
un gorro similar utilizado por los clérigos cristianos,
aunque existen quienes creen que en realidad podría ser al revés. Ambos gorros
tienen sus orígenes en el pileus quadratus de épocas romanas, un tipo de casquete
con un cuadrado adosado.
Birrete es la traducción de la voz
italiana berretto, que a su vez está emparentada con la palabra latina birrus y el griego pyrròs,
ambas con el significado de rojo pues a los esbirros se les
identificaba por el color rojo de la capa que les servía de uniforme. La gorra
pequeña y cónica, roja o rara vez, negra que guarda un cierto parecido con el
antiguo tutulus etrusco y el pileus romano, se usó en los siglos XIV y XV
para identificar a humanistas, estudiosos, artistas, jóvenes y adolescentes. La
forma y el color siempre han encarnado varios significados, y el rojo fue
considerado, durante mucho tiempo, el color del poder por la dificultad de
obtener tintes tan sólidos y brillantes como la púrpura escarlata. No es
casualidad, por tanto, que el gorro de capitán aparezca con tanta frecuencia en los
cuadros de la época como en el famosísimo retrato de Federico de Montefeltro de Piero della Francesca, con su sombrero de
color rojo. Según cuenta el Campano en la Vida
de Niccolò Fortebracci fallecido
en 1435: llevaba una gorra
roja y redonda, que cuanto más se levantaba de la cabeza más se iba alargando.
Tanto Federico de Montefeltro como el
Fortebracci fueron condotieros.
Con el mismo sombrero se ha representado a Bartolomeo Colleoni 1400-1475, que ostentó el mando
supremo de los ejércitos venecianos en1454, al duque Ludovico III
Gonzaga (en la Cámara
de los Esposos, Palacio Ducal de Mantua) y a John Hawkwood en el Monumento ecuestre de Paolo Uccello.
Ese tipo de sombrero que llevaban los nobles italianos en la segunda y tercera
décadas del siglo XV, representaba un símbolo de poder militar y civil.
En España
desde la segunda mitad del siglo XII, el sombrero cotidiano del Rey y de la más encumbrada nobleza española y por
tanto también los justicias del rey, era el birrete de ceremonia, el gorro
cilíndrico, pilón tantas veces reproducido en las miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio.
Se han
salvado de aquella época dos objetos reales: el birrete de Fernando de la Cerda
1225-1275, incrustado de oro y piedras preciosas y forrado de seda en el que
figuran escudos heráldicos donde se ven castillos y leones rampantes y el
birrete que perteneció al infante don Felipe siglo XIII, que se encuentra en el Museo Arqueológico de Madrid.
La comparación entre el objeto real y su imagen
figurada nos proporciona una pista para entender su uso. Se puede ver, por
ejemplo, cómo el birrete del soberano tenía una decoración con los emblemas
heráldicos de su competencia, mientras que los de los nobles se limitaban a una
sencilla franja del escudo con los colores del rey.
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