La EUCARISTÍA, llamada también
Sagrada Comunión, Cena del Señor,
fracción del Pan, Santísimo Sacramento, Santos Misterios o Santa Cena, según la
tradición de las iglesias católica, ortodoxa, copta, anglicana y algunas denominaciones luteranas,
es el sacramento del cuerpo y de la sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino,
que por medio de la consagración se convierten en su cuerpo y sangre.
En la Iglesia católica, en
las Iglesias ortodoxas y en la Iglesia copta, la eucaristía se considera la
fuente y culmen de la vida de todo cristiano.
De acuerdo al catecismo de la Iglesia católica la eucaristía representaría un signo
de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual en el que se recibe a Cristo,
el alma se llena de gracia y se nos da prenda de la vida eterna.
La
teología católica considera a la eucaristía como un sacramento instituido por Jesucristo
durante la Última Cena.
La Iglesia católica afirma que la
institución de la eucaristía por Jesucristo, tal como lo relatan los evangelios sinópticos, se realizó cuando
tomando en sus manos el pan, lo partió y se los dio a sus discípulos diciendo:"Tomad y
comed, este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros. Del mismo modo, tomó
el cáliz y se lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y bebed todos de él,
porque esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será
derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
La Iglesia católica afirma que el
pan y el vino al ser consagrados se convierten en el cuerpo y sangre de Cristo,
respectivamente, pese a que los dos elementos (pan y vino) conservan sus
accidentes (color, olor, sabor, textura, etc.) Esta conversión es llamada
«transubstanciación»
La Iglesia cree que todo Cristo,
vivo y entero, con su cuerpo, su sangre, su alma y su divinidad, está presente
en ella, de una forma verdadera, real y sustancial.
Por ello, al creer que la
Eucaristía es Cristo mismo, la Iglesia adora a Cristo en este sacramento En virtud de esto, entiende
que la eucaristía se destaca del resto de los sacramentos ya que mientras ellos
tienen la misión de santificar, en la eucaristía se halla el autor mismo de la
santidad
La Iglesia cree que esta
presencia permanece mientras las apariencias de pan y vino se mantienen, y que
Cristo está presente todo entero en cada una de sus partes, de modo que la
fracción del pan no divide a Cristo.
Las Iglesias de Comunión
Anglicana, sostienen que el pan y el vino una vez consagrados, son el Cuerpo y
la Sangre de Cristo, sin analizar qué pasa con las substancias primarias, simplemente
en las palabras del Señor Jesús: «Este pan es mi Cuerpo», «este vino es mi
sangre», por eso se le considera, Jesucristo Sacramentado, Presencia Real del
Señor Jesús en el Sacramento del Altar. La iglesia luterana, por su parte,
confiesa que en el sacramento el cuerpo y sangre de Cristo subsiste junto con
los elementos de pan y vino, denominándose esta teoría «consustanciación». La
mayoría de iglesias reformadas (bautistas, pentecostales, etc), creen que el
pan y el vino no cambian y solo utilizan la eucaristía como una rememoración de
la Última Cena.
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