El
ÁNGEL o El Ángel de la Independencia,
se encuentra en la Ciudad de México, en la glorieta localizada en la confluencia de Paseo de la Reforma, Río Tiber y Florencia.
Inaugurado en 1910 para conmemorar el Centenario de la independencia de México por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz,
es uno de los monumentos más emblemáticos de la urbe y usado actualmente como
un icono cultural de la Ciudad de México y lugar de festejos y manifestaciones
nacionales.
Realizado
como una columna honoraria rematada con una estatua de la Victoria Alada sosteniendo una corona de
laurel y una cadena rota de tres eslabones, esta columna
se levanta a su vez sobre un pedestal escalonado completado por diferentes
estatuas e inscripciones alegóricas a la independencia de México.
Terminada
la independencia, se consideró construir en el centro no ocupado por el Mercado del
Parián de la plaza de
armas de la ciudad de México, un monumento a la
independencia, similar al que se había construido años antes al rey español Carlos III durante el virreinato. Es así como se
convocaron varios concursos entre 1821 y 1843, que nunca
fructificaron por el constante cambio de gobierno.
En
1843 el entonces presidente Antonio López de Santa Anna convocó, con el apoyo de la Academia de San Carlos, un concurso para
seleccionar un proyecto para erigir un monumento a la Independencia.
Las bases del concurso solicitaban que el proyecto contemplara las siguientes
características: que sea un monumento basado en una columna honoraria con una altura mínima de 42 m, rematada por una
estatua de la victoria, a cuyo pie esté una base o pedestal adornada por
estatuas y bajorrelieves, todo rodeado por una reja y otros monumentos menores
que adornaran la plaza, todo recubierto de mármol, con estatuas y adornos de
bronce.
A
este concurso concurrieron participantes nacionales y extranjeros, ganando el
proyecto el arquitecto francés Enrique Griffon, quien fue
seleccionado por los jueces de la Academia de San Carlos. Al presentársele
el proyecto al presidente Santa Anna, éste no lo consideró adecuado
y designó como ganador el proyecto de Lorenzo de la Hidalga, que era más de su
gusto, aunque hubiera quedado en segundo lugar. El premio al primer lugar de
300 pesos se entregó al francés Griffon y se iniciaron los trabajos para
construir el proyecto de Lorenzo de la Hidalga.
Este
proyecto cumplía con las bases, con una columna de orden
corintio, rematada por una Victoria, con tres bajorrelieves en el
pedestal, uno representando el Grito de
Dolores (1810), otro
la Entrada del Ejército Trigarante (1821) a la ciudad de México y el
tercero la batalla de Pueblo Viejo en Tampico (1829), esta última dirigida por el
mismo Santa Anna.
La
colocación de la primera piedra fue el 16 de
septiembre de 1843. Se comenzó La
cimentación y la construcción del zócalo, pero al llevar como un metro y medio
del zócalo, se abandonó la construcción por la falta de fondos públicos y el
cambio de gobierno, dejando sólo el zócalo, mismo que dio su apodo a la plaza de armas de la Ciudad de México.
El 16 de
septiembre de 1865, durante el Segundo Imperio Mexicano, se volvió a
convocar un concurso para erigir el monumento, que ganó Ramón Rodríguez Arangoity.
La emperatriz María Carlota Amalia colocó la primera piedra, pero este
intento no pasó de allí por la caída del imperio.
Restaurada
la República, la falta de fondos mantuvo inerte cualquier proyecto, pero en
cambio se decidió continuar con los trabajos para abrir al público en general
el llamado Paseo del Emperador, el cual fue renombrado en honor del héroe de la Guerra de
Reforma Santos
Degollado como Paseo
de Degollado. Ya en el gobierno del Gral. Porfirio Díaz se empiezan a abrir alrededor del ya
llamado Paseo de la Reforma una serie de desarrollos
inmobiliarios, como las colonias de nivel económico alto Tabacalera y Americana (hoy Juárez),
por lo que se decide embellecer el paseo con estatuas de diferentes héroes de
la reforma, aceras adoquinadas y arboledas.
En
1886, a veinticuatro años de la celebración del centenario, se convocó un
concurso internacional para construir un monumento a la independencia, pero
ahora en una de las glorietas del Paseo de la Reforma, mismo que ganó la firma
estadounidense Cluzz and Shultze de Washington, D.C. En enero de 1887 el
gobierno resolvió posponerlo, por lo que vendieron al gobierno sus derechos,
retirándose de la construcción y quedando sin construir al final.
En
1891 la entonces Secretaria de Comunicaciones y Obras Públicas, a cargo de Francisco Z.
Mena, se encargó de la obra, pero hasta 1900 no se nombró a Antonio Rivas Mercado como encargado del proyecto, quien
designó al italiano Enrique Alciati como encargado de realizar las
esculturas y bajorrelieves, y a Roberto Gayol como encargado de la obra civil.
Durante
el gobierno de Porfirio Díaz comenzaron las obras de cimentación y
la primera piedra del
monumento fue colocada en una ceremonia el 2 de enero de 1902, colocando dentro de
ella un cofre dorado con el acta de independencia de
México y una serie de monedas de cuño corriente de la época. Empero, en mayo de
1906, cuando ya se habían construido las bases de hormigón y colocado unas
2.400 piedras con una altura de 25 metros, se hizo notorio el
hundimiento de uno de los lados del monumento, por lo que se creó una comisión
de estudio compuesta por los ingenieros Guillermo Beltrán y Puga, Manuel Marroquín y Rivera y Gonzalo Garita, los cuales
determinaron que los cimientos del monumento estaban mal planeados, por lo que
se decidió demoler lo construido.
Para
reiniciar la obra se nombró una Comisión Directiva, integrada por los
ingenieros Guillermo Beltrán y Puga, Manuel Marroquín y Rivera y el arquitecto Manuel Gorozpe, quedando
al cuidado de la obra artística Antonio Rivas Mercado. Estos trabajos se
iniciaron el 13 de junio de 1907, aprovechando la demolición para hacer los
estudios de suelo necesarios para calcular y construir los nuevos cimientos.
Para éstos se usó el método de pilotes de hormigón con punta, que se hincaron
con un martinete de vapor que enterraba los pilotes con
un émbolo de una tonelada de peso. Esta fue una de las primeras obras en la
ciudad con este tipo de cimentación, ya que hasta entonces se utilizaban
pilotes de madera, que no alcanzaban mucha profundidad. El monumento tuvo un
costo de 2 millones 150 mil pesos de la época. El 16 de
septiembre de 1910, el presidente Porfirio Díaz encabezó la inauguración.
En
1923 se iniciaron los trabajos de adaptación del interior del pedestal de la
columna y la construcción de tres nichos para albergar en urnas los restos de
diferentes héroes de la independencia que se trasladaron desde la Catedral Metropolitana de la ciudad
de México y de otros
puntos del país en 1925, por lo que se
convirtió además en un mausoleo.
El 6 de abril de 1929, el presidente Emilio Portes
Gil manda construir
por decreto en la cara poniente del pedestal un nicho para una lámpara votiva a
gas, la cual debería permanecer siempre encendida en recuerdo de los héroes
cuyos restos están ahí depositados. Esta flama la inauguró el presidente Portes Gil, el 12 de mayo de 1929, quedando la obra a
cargo del Ing. Federico
Mariscal.
El 28 de julio 1957, un terremoto azotó a la ciudad de México y la Victoria Alada cayó del pedestal,
quedando destrozada al pie del mismo, por lo que debió restaurarse el
monumento, quedando los trabajos bajo el mando de Ernesto Sodi Pallares,
quien reforzó el interior de la columna con placas de metal y reemplazó la
escalera de piedra del interior por una metálica, además de construir una nueva
victoria alada, la cual fue colocada en la cima. De la antigua solo está
expuesta al público la cabeza aplastada en la entrada del Archivo Histórico de la Ciudad de
México. Fue reinaugurado el 16 de septiembre de 1958.
En
1985, luego del terremoto de la ciudad de México, quedó
dañada la estructura y varias de las obras artísticas del monumento, pero bajo
la dirección de Ramón Bonfil
Inspirada
en las columnas honorarias de los romanos,
como la Columna de Trajano, es muy similar a otros
monumentos modernos como el dedicado a la victoria o columna de la victoria en Berlín, Alemania.
La
altura del monumento es de 90,16 m, más 1,5 m que tienen las gradas construidas en
1910 y 3 m adicionales que tienen las gradas
construidas en 1986, para un total de
94,66 m, y que muestran el hundimiento de la ciudad. Este monumento tiene para
fines prácticos una orientación oriente–occidente.
Sobre todo
se encuentra una estatua hueca de bronce, que representa a la Victoria Alada en actitud de vuelo con las alas abiertas, con el
brazo derecho extendido y sosteniendo una corona de laurel en
actitud de colocarla sobre la cabeza de los héroes; el brazo izquierdo
extendido hacia abajo y atrás sosteniendo en la mano una cadena rota de tres
eslabones, símbolo de los tres siglos del virreinato y la dependencia política
de España. Toda ella revestida por
hoja de pan de oro. A esta estatua se
le da en específico el nombre popular de Ángel o el Ángel
de la Independencia.
Bajo la Victoria Alada hay
una caseta con una puerta al oriente que da acceso a una terraza de no más de
0,80 m,
que la recorre perimetralmente y está resguardada por un barandal de bronce
repujado que antaño tenía escudos de bronce en las cuatro caras con las
iniciales R.M. “República Mexicana”. Un capitel
formado por cuatro águilas con las alas extendidas, volutas y hojas de
acanto en los cuatro lados sostiene a este mirador.
Bajo éstas empieza la columna con
2,90 m de diámetro, en cuyos lados están esculpidas guirnaldas de encino,
enlazadas por anillos que circundan la columna y medallones florales. En dos de
esos anillos se esculpieron los nombres de ocho próceres de la independencia en
el lado suroriente, los de Iturbide y Allende,
en el surponiente los de Mier y Terán y Galeana, al norponiente los de Victoria y Rayón y
al nororiente los de Matamoros y Aldama.
Las guirnaldas nacen de cuatro cabezas de león esculpidas en el anillo más
bajo. Bajo éste, en el lado oriental, se encuentra un bajorrelieve que
representa la fama que lleva una trompeta. Al pie de la columna se hallan dos
coronas: una, que simula la piel de una serpiente,
y bajo ésta una de laurel.
En
el oriente del pedestal, se ubica en su parte superior un grupo escultórico
llamado “Apoteosis del Padre de la Patria” compuesto por tres figuras,
dos de ellas figuras simbólicas. De pie se ubica, enarbolando una bandera
mexicana, el cura Miguel
Hidalgo, al sur sentada con un libro y una pluma la musa de la
Historia, al norte en actitud de levantarse y ofreciendo a Hidalgo
una corona de laurel se encuentra La Patria.
El pedestal de base cuadrada tiene en los extremos cuatro estatuas a un nivel
un poco inferior que la de Hidalgo, correspondiendo a José María Morelos la del suroriente, a Francisco Xavier Mina la del surponiente, a Nicolás Bravo la del norponiente y
a Vicente
Guerrero la del nororiente.
Bajo
éstas, en las caras norte y sur del pedestal se encuentran dos rosetones que
permiten la entrada de luz al interior del monumento. En cada cara se muestran
en bajorrelieve dos fasces romanos, además de hojas de encino y laurel que representan la fuerza y la victoria, respectivamente. En la fachada de
oriente hay un escudo ornamental con las fechas de proclamación y consumación
de la independencia (1810–1821), y bajo éste en una placa de mármol se lee:
LA
NACIÓN Á LOS HÉROES DE LA INDEPENDENCIA
En
la cara oriente se ve una placa de mármol que permaneció sin escritura hasta
1986 y 2006, cuando se le grabó la historia del monumento:
MONUMENTO
A LA INDEPENDENCIA CONSTRUIDO DE 1908 A 1910
INAUGURADO EL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1910 RESTAURADO EN 1958 Y 1986 NOVIEMBRE DE 1986 SEPTIEMBRE DE 2006
INAUGURADO EL 16 DE SEPTIEMBRE DE 1910 RESTAURADO EN 1958 Y 1986 NOVIEMBRE DE 1986 SEPTIEMBRE DE 2006
En
esta placa se hubieran grabado unos textos sobre el inicio y la consumación de
la independencia, además de la dedicatoria a los constructores, pero el inicio
de la revolución evitó que ocurriera.
En
el descanso del primer cuerpo del pedestal, del lado de oriente, se encuentra
la escultura de un león macho que es conducido por la figura de un genio (un
pequeño niño), que simboliza la fuerza y la inteligencia, respectivamente. Todo
el borde de este fue decorado por un arreglo llamado escocia,
compuesto por hojas.
En
los extremos de éste se ubican cuatro pedestales, sobre los cuales hay cuatro
figuras sedentes (sentadas), las cuales corresponden a La Paz la del suroriente, a La Guerra la del surponiente, a La Justicia la del norponiente y
a La Ley la del nororiente.
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