Las ZAPATILLAS
DE BALLET son zapatillas
ligeras diseñadas específicamente para la práctica del ballet.
Se hacen de cuero, lona, o satén suave y tienen suelas finas y flexibles. Los zapatos de ballet están típicamente disponibles en rosa,
negro, gris o blanco. Tradicionalmente, las mujeres los llevan rosados y los
hombres blancos, mientras que los colores carne o marrones que dan la
apariencia de bailar descalzo son llevados tanto por hombres como por mujeres.
Los bailarines de ballet principiantes y los bailarines de ballet menores de aproximadamente doce años
llevan zapatillas exclusivamente mientras entrenan y actúan, mientras que las
bailarinas más avanzadas pueden llevar zapatillas de ballet o zapatillas en punta cuando las circunstancias lo
requieren. A los bailarines jóvenes les está restringido el uso de zapatillas de ballet hasta que se osifiquen sus huesos y
sus músculos sean suficientemente fuertes para poder bailar en punta. Los
bailarines llevan casi siempre zapatillas de ballet suaves, pues raramente bailan en
punta.
Las escuelas de ballet imparten típicamente clases de
técnica, en las cuales los bailarines llevan solamente zapatos de ballet llamados media
punta (1/2), y de punta,
en que los estudiantes llevan primero los zapatos de ballet para
calentar en la barra, y después cambian a zapatillas de punta para los
ejercicios de centro. Muchas escuelas de ballet exigen por lo menos cinco años de
entrenamiento antes de permitir que sus bailarines vayan en punta.
Las zapatillas de puntas son un tipo
de calzado de ballet similar a las zapatillas anteriormente
descritas pero con refuerzo en la parte anterior de las mismas. Su objeto es
que las bailarinas de ballet se eleven sobre ellas apoyando el peso
de todo su cuerpo sobre la punta. El objetivo de las zapatillas de puntas es
proporcionar una apariencia ligera y estilizada de la bailarina durante la
representación, que parezca levitar sobre el suelo o que no haga ruido al caer
tras un salto.
Su origen se remonta al nacimiento de
los ballets románticos en el siglo XIX. Se considera que una
de las primeras bailarinas en emplear este tipo de zapatillas fue Marie
Taglioni en el ballet La sílfide en 1832 utilizando la técnica de
puntas. En un principio, las bailarinas introducían algodón para reforzar la punta mientras que en
la actualidad la zapatilla cuenta con una estructura rígida en la que se apoyan
los dedos.
Las zapatillas de puntas no se
utilizan hasta el segundo o tercer año de enseñanza. En los ensayos, se emplean
al final de los ejercicios de barra y su uso es progresivo para reforzar los
músculos del pie y adquirir el equilibrio necesario para posarse sobre ellas.
Existen zapatillas con diferente nivel de rigidez en su suela. La elección de
una u otra dependerá de la bailarina en función del grado de fortaleza de su
pie. Para ello tiene que
practicar todo un año con las 1/2 puntas.
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