Se denomina LOCOMOTORA al material
rodante con motor que se utiliza para dar tracción a los trenes, siendo, por tanto,
una parte fundamental de éste. La palabra "locomotora" proviene del latín "loco", ablativo de
"locus", que significa lugar y del latín medieval
"motivus", que significa provocar movimiento.
Desde sus inicios a principios
del siglo XIX hasta
mediados del siglo XX, las locomotoras fueron de vapor. La primera locomotora a vapor fue
construida por Richard Trevithicken 1804, 21 años antes de la
máquina de George Stephenson. Esta máquina que no dio
resultado porque circulaba por carriles de hierro fundido inapropiados para su
peso. Hasta 1825, la utilización de locomotoras a vapor fue exclusiva de líneas
férreas en minas de carbón.
Algunas locomotoras de vapor
estaban diseñadas para rodar sin necesidad de raíles, por caminos y carreteras,
se denominaban Locomóviles, estaban dotadas de ruedas detractor y
eran empleadas para encarrilar los vagones que se salían de las vías en
accidentes, arrastre de maquinaria pesada, o en los trabajos de instalación de
los raíles. etc.
En 1825, George
Stephenson construiría su primera locomotora, la Locomotion
nº 1 Ese año se inauguró el ferrocarril Stockton-Darlington, el cual fue
el primero en prestar servicio público de transporte de cargas con locomotoras
a vapor. Los trenes de pasajeros sin embargo consistían en diligencias tiradas por caballos. La
primera línea con servicio regular de pasajeros con tracción a vapor fue la
Canterbury-Wishtable en el sur de Gran Bretaña. La primera línea considerada
"moderna" fue la Manchester-Liverpool inaugurada en 1830. Las tres
líneas utilizaban locomotoras construidas por George
Stephenson.
Las locomotoras eléctricas
existen desde finales del siglo XIX, pero el alto coste de la instalación y la
juventud de la tecnología las relegaron a usos concretos como, por ejemplo, los
grandes puertos de montaña de Suiza donde, aun a pesar del sobrecoste, daban mejores
resultados que las locomotoras de vapor.
Las locomotoras diesel no se
desarrollaron plenamente hasta los años 1950,
cuando las mejoras en dicha tecnología permitieron fabricar motores con la
potencia necesaria para los trenes.
Una locomotora de vapor es una máquina
que, mediante la combustión de un elemento carbón, fueloil,
madera, biomasa, etc. en una caldera, calienta agua, el vapor resultante de la
ebullición de ésta genera presión y mueve pistones que impulsan las ruedas
mediante un juego de bielas por esta razón se llaman motores de
combustión externa. Las locomotoras debían ser reabastecidas de agua cada
determinado tiempo, ya que sin ella no funcionaría el sistema.
Aunque no se utilizan en servicio
regular sí, en servicios especiales o turísticos en la mayoría de los países
del mundo desde mediados de la década de los 70, el incremento de los precios
del petróleo ha hecho que se modernicen locomotoras de vapor existentes y se construyan nuevas con la más
moderna tecnología.
Las locomotoras diésel son aquellas
que utilizan como fuente de energía la producida por un motor de combustión interna de ciclo diesel, estos motores pueden
ser de dos o cuatro tiempos, siendo muy utilizados los de dos tiempos. La
trasmisión de la potencia se realiza con transmisión mecánica convencional en
pequeñas locomotoras de maniobra, desinas, ferrobuses, automotores y máquinas auxiliares. En locomotoras
de mayor potencia, la transmisión mecánica no es adecuada y se sustituye por la
trasmisión hidráulica o eléctrica.
Existen locomotoras diesel de
transmisión eléctrica o hidráulica arrastrando trenes de viajeros capaces de
superar los 250 km/h. Una locomotora diesel-eléctrica se considera el
medio de tracción para ferrocarriles más indicado cuando las condiciones son
adversas: temperaturas bajo cero, fuertes pendientes y trenes de gran tonelaje.
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